Hay casos en el mundo de la música que causan perplejidad pero que por otra parte son bastante comunes cuando las decisiones sobre qué camino tomar y en que estilo se hace no siempre acaban bien. La fortuna es una probabilidad matemática que se da cuando una serie de circunstancias encajan. El azar en todo en esta vida es imprevisible. Yo no he creído nunca en la buena o mala suerte y mucho menos en el destino porque pienso que la mayoría de las cosas negativas que nos ocurren en esta vida es culpa nuestra. Bien sea por malas o equivocadas decisiones o por formas determinadas de carácter personal. Acertar es difícil. Una probabilidad que depende siempre de factores que en un momento dado encajan. Nadie puede controlar eso pero la mayoría de las veces que algo sale mal casi siempre es por nuestra culpa o por nuestra estupidez innata como seres humanos. La suerte es algo muy relativo. Muchas buenas ideas en la música se fueron al traste por malas decisiones. Sorprendería saber cuántos c
Obtener enlace
Facebook
Twitter
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
TOP DRAWER - Solid Oak (1972 / Wish Bon)
Obtener enlace
Facebook
Twitter
Pinterest
Correo electrónico
Otras aplicaciones
Allá en el rancho grande, perdidos en las llanuras de la nada de Mansfield, Ohio, soñaban en un granero, (queda más romántico, mira qué me sé yo, donde ensayaban estos peludos!), unos tipos que se bautizaron como Top Drawer.
Sobre ése nombre se reunían Alan Berry (bajo, voz), John Baker (guitarra, voz), Ron Linn (órgano, harpsichord y guitarra rítmica), Ray Herr (batería , voz) y Steve Geary (voz solista y trompeta, pero poca). Viendo la posibilidad de grabar en un pequeño sello de Kentucky que buscaba bandas jóvenes, allá que se fueron nuestros intrépidos rurales a otra ciudad, no menos rural. Cuando los técnicos de sonido oyeron su propuesta, sintieron su seguridad country amenazada. Aquello era música demoníaca, men. Aún con todo, y en dos sesiones de 12 horas, se plasmó el histórico pedazo de vinilo que se convertiría en un grial de la psicodelia dura, pero inteligente.
Con una entrada de órgano gospel casi Procol Harum, comenzaba "Song of a Sinner" (8'42), junto al harpsichord y un lento devenir rítmico del resto. Melodía que llega al tuétano, voz casi gemela de un joven Gillan, Y guitarra superior a la media garrula de lo que venía de provincias. De hecho Top Drawer es una sensación del asunto psych con cordura, astucia y sabiendo lo que es gusto. Una mezcla yanqui de Pink Floyd y Quicksilver Messenger Service, a lo bruto y sin lubricante. Con sentimiento a granel marcado a fuego como las reses de Kentucky. El corte más extenso, y de un nivel profesional evidente. "What Happened Before They Took the People Away", - título que me sugiere mucho de la actualidad que vivimos,- es como unos Lynyrd Skynyrd grabados con un par de zippos y un molinillo de café. Lo que no quita para que se aprecie a una banda extraordinaria, en éste "vivo-en-estudio". Con el engranaje rockero a plena potencia, derrochando elegancia melódica con generosidad. Y un guitarra que parece Allen Collins. Las teclas toman de nuevo el protagonismo en "Middle Class America", de coral resultona, saludos a The Youngbloods y mástil cipollinesco (esto iba a sonar mal de cualquier manera). Pero la canción suena de mil pares, con un single de la época clarísimo. .....si hubieran estado en una Capitol o ATCO, por ejemplo. "Time Passes Much Too Quickly" no baja en finura, clase y guitarra de primeras ligas, si a éste John Baker le hubiera ido mejor. Ídem puedo decir de Top Drawer, y su explosivo "musicianship".
Demos la vuelta al acetato, que estoy deseando escuchar "Messed Up" y sus aires Amboy Dukes. Aunque sea con una disimulada y tímida trompeta en el estribillo, que apenas afea nada. A cambio, el sólo de seis cuerdas es magnífico, derrite orejas con la pasión de un Ted Nugent por ésas fechas. "Baker's Boogie" es alegre y va al ritmo que indica el título. Te hará recordar a los más flamigeros momentos de Potliquor, Detroit, The Rockets o los mismos Status Quo del 72! Delicioso ése sonido de ambiente en el estudio, que es como se debería de grabar todo, (el audiófilo de turno me mirará mal, pero en éste tipo de música, tendría que ser obligado). Así tenemos que "What's in Store" tiene tal poder comunicador, que mira sin complejos a Grateful Dead, Hot Tuna o cualquier otro monster de la escena franciscana jipilonga. Ahora se toman una con más calma, voz perdida en el éter, y acidez surreal-flotante, en "Sweet Memories". El piano parece tocado por un crio que pasaba por allí, pero es totalmente intencionado y pensado para que el cuelgue vaya a feliz puerto. Concluye la sesión con "Lies", donde dual guitar/organ mantienen actividad paralela junto a la segura sección rítmica, al estilo de Rare Earth. Solo estupendo de eléctrica again, y sonido cimentado en las sagradas escrituras de Amboy Dukes.
Las 500 copias originales se vendieron en conciertos y tiendas locales, y hoy son pieza buscada por psych hunters around the world. Ha habido reediciones varias, (Akarma, Psychosound, Still Looking Records.....), así que dentro de lo difícil, alguna reedición se podrá cazar. Encantadores efluvios que Top Drawer bordaron en su único intento de salir del granero,( igual están todavía allí! ). Y fue bueno, muy bueno.
Comentarios
Publicar un comentario