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Mostrando entradas de mayo, 2020

Entrada destacada

LOS ESTANQUES - IV (2020/ Inbophonic)

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 Creo recordar que ya tuvimos por aquí a Crayolaser como sinónimo de originalidad dadaísta y estupendo-desconcertante álbum. De allí saldría Iñigo Bregel (voz, teclados, guitarra) y se juntarla con otra panda de vulcanianos, ahora desde Madrid, dando forma a Los Estanques. En 2017 editaron su primer pecado contra la realidad, "Contiene Percal". "II" y "Los Estanques" le siguieron, siendo aclamados como los nuevos Marx Bros del pop psych & prog surrealista.  En el Año Oficial de las Idas de Bolo, 2020, editaron "IV". Y claro, estaban en forma, para tan alocados días.  "No hay vuelta atrás" atrae recuerdos del rock arg spinettiano, en mi "molesta" opinión. Fernando Bolado sujeta riendas de bajo imperante junto a una batería sorpresiva, la de Andrea Conti. Mientras que ésa sibilina wah wah funk del guitarrista Germán Herrero construye un armazón donde una brass section se adueña de un excelente feeling zappero. Bregel canta

DOUG BROCKIE´S JET BLUEBREAKERS - From Humble Origins (2011)

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Nuevamente tenemos un  caso de personaje perdido en el tiempo. Parece increíble que la figura de Doug Brockie no tenga su hueco en la historia del rock. Encontrar cualquier dato biográfico o discografico sobre su persona es tarea para la mejor época de Sherlock Holmes. A los 16 años Doug Brockie forma Cobalt, una banda de "covers" de Johnny Winter. En 1972 El mismísimo Winter asiste a uno de sus conciertos fijándose en su batería, Richard Hudghes a quién contrataría para su banda. No sería hasta el año siguiente en el que Doug entraría a formar parte de la Banda de Johnny y permanecería en la agrupación hasta el final de la gira del "Saints and Sinners", en junio de 1974. En los ochenta estuvo en la banda de Ginger Baker, "BakerandBand", y colaboró con Joe Farrel. También formó parte de Spirit Nation junto a Brian Downey  realizando la gira "An Evening with Thin Lizzy".  Su discografía completa es bastante complicada de conseguir.

ULLS - Anoia s’apodera (2019) (Rockliquias Bandas)

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A finales del año pasado (2019), ULLS publicó su segunda producción ,"Anoia s’apodera ".Un trabajo realizado por obra y gracia de David Trillo. Sonidos "crimsonianos" que nos trasladan a un Universo paralelo. Totalmente recomendable la charla que tuvimos con David. Rockliquias: Hola David, para empezar ¿Te puedes presentar ante los lectores de Rockliquias?   Hola Juan Carlos, muchas gracias por la entrevista y por cederme un espacio en Rockliquias. Me llamo David y soy de Barcelona. He estado tocando en bandas desde que tenía 15 años, principalmente como guitarrista, aunque siempre me ha interesado aprender a tocar otros instrumentos, algo que en Ulls puedo explotar a fondo.  Antes de empezar con este proyecto tocaba en un trío de heavy-prog que se llamaba Lord Summerisle , que sería el germen de lo que es ahora Ulls. Si vamos más atrás, he estado involucrado en varias bandas más o menos activas, como Castro, Bölter y Midnight Zombie Alligator.

ANGE - Au Delá Du Délire (1974)

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En 1974 las bandas clásicas estaban en su pleno apogeo. Todos los grupos de prog sinfónico habían dado ya sus obras para la eternidad y lo que vendría en los años siguientes sería una lenta “desescalada” sin mascarilla hasta llegar a final de década. El punk fue el “covid 77” equivalente a música y su contagio a la degradación de la misma. Nunca nos hemos recuperado de esto ni volverá la música jamás a esos niveles de creatividad y calidad por muchas franquicias de alto standing que fueron y vayan apareciendo de forma minoritaria en las décadas siguientes. La excepción no es la norma efectivamente y no seríamos justos si no le diéramos un valor añadido a las pocas alegrías que los más puristas del género hemos tenido de vez en cuando. Si bien es cierto que bandas “prog” las hay sin conocimiento y crecen como setas, también lo es la mediocridad, el aburrimiento y la falsedad de la etiqueta. Dicen los expertos que hay más de Procol Harum y de King Crimson en Ange que de Genesis.

ZEUHL: POTEMKINE Discografía: Foetus (1976), Tritón (1977), Nicolas II (1978)

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Este acorazado de histórico nombre pasó por mi ciudad en 1978. El mismo año que lo hicieron Henry Cow y National Health, porque todos los llevaba el mismo promotor local (tocábamos ambos en el mismo grupo por entonces). No recuerdo el motivo exacto, pero no fui al concierto de estos franceses que fue en un colegio mayor como la mayoría de las bandas ultra raritas de la época donde siempre encontraban cobijo en círculos universitarios, el único sitio posible que podía albergar estos eventos “intelectuales” y para colmo siempre con escasa venta de entradas. Muchas de las veces, no se cubría ni gastos, porque la ley musical de murphy dice que a mayor calidad de música realizada ruina asegurada y además lo contrario sería tan ilógico como extraño. Un mundo de enteradillos y de alta cultura musical sería horroroso e insoportable por eso lo minoritario gana valor. Recuerdo a este respecto la ironía de Duke Ellington que decía que no entendía tanta pasión y audiencia por el jazz con lo aburr

THE BAND – Music From Big Pink (1968, Capitol)

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Conocían lo suficiente el terreno que pisaban como para hablar sobre su amarga dulzura. Nostálgicos de tiempos que en ciertos lugares jamás parecían pasar. El terruño se convertía en realidad palpable a lo largo de sus canciones, al igual que era posible masticar el polvo del camino. Y aunque se alejaban de la psicodelia, The Band no temían en mostrarse como un combo sin pretensiones; de esta forma podían añadir cierto deje grandilocuente en los teclados de Garth Hudson al comienzo de “Chest Fever” para en realidad dar vida a un rock de base, sin edulcorar y lleno de nutrientes sureños. Sus historias y narraciones se presentaban cercanas; aunque en algunas ocasiones su realismo salía de tal manera de ese filmógrafo sonoro que eran sus álbumes que terminaba por parecer algo ocurrido en un mundo desconocido, ese microcosmos sólo permitido para ciertos buscavidas, guasones y descarados, listos para engatusar a la última señorita de la barra y salir por pies del local sin pagar. T

TRUE MYTH - True Myth (1979 / WB)

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Recientemente me pedían una reseña de éste disco para Rockliquias, y que puedes hacer cuando tienen razón, aceptarlo y hacerlo. Increíble que no se haya hecho ya. Nos trasladamos una vez más a Canadá..... London, Ontario, 1977. Año en que se forma True Myth por un grupo de colegiales ilusionados. Su teclista Tom Treumuth, (obsérvese el juego de palabras con el nombre de la banda), consigue el milagro mariano. No encuentro una palabra mejor, para que consiga fichar por Warner Brothers en 1979, haciendo prog. Éste tío les vende máquinas de hielo a los esquimales. Además,  el equipo teclistico del figura, apabulla. Junto al Fender Rhodes, ARP, Clavinette o Mellotron entre otros, llevaba el monstruoso Yamaha CS-80 Polyphonic Synthesizer. Un bicho que debía pesar más que el Titanic. Pesadilla de roadies. Junto a él,  Tony Cook en la guitarra de doble mástil con 6 y 12 cuerdas, muy de moda por entonces. Steve McKenna (bajo y slide guitar), Brian Bolliger (batería) y Bruce Cumming (c

BLACK SABBATH – Sabotage (1975, Vertigo)

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En los días en los que estaba a punto de cerrase el año 1973 aparece en las tiendas el álbum Sabbath Bloody Sabbath, una de las obras que estaba llamada a ser el punto álgido de la carrera del cuarteto de Birmingham. Tras cuatro álbumes que habían dado a conocer al mundo a un conjunto dispuesto a cambiar las reglas del género, la nueva criatura daba un paso más y venía a colocarles en la vanguardia de la creatividad. Unas ideas bien pensadas, algo más maceradas y la colaboración ineludible del genio Rick Wakeman , parecía que acababan de conjuntar los últimos ingredientes de una fórmula infalible. Pero dos años después sucedería algo que enterraría temporalmente dicha obra; y ese algo era Sabotage. Un año de producción los llevó a los miembros de Black Sabbath el vinilo que Vertigo publicaría en julio de 1975, un elepé que venía a demostrar la soltura que tenían estos cuatro británicos a la hora de parir vástagos sonoros. Además, en la nueva apuesta se juntaban sin reparos los