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Rick Wakeman – The Burning (1981)

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 En 1981, Rick Wakeman —el mago de las teclas de Yes y arquitecto sonoro de álbumes conceptuales colosales— se apartó momentáneamente de los reinos progresivos y bajó al bosque oscuro del cine de terror. The Burning, un slasher temprano de la era dorada del género, necesitaba más que gritos y sangre falsa: necesitaba atmósfera, tensión, ese pulso invisible que hace que la audiencia sienta que algo se arrastra detrás de ellos. Wakeman, siempre inquieto, tomó el proyecto como un laboratorio sonoro. Grabó la banda sonora en su propio estudio, usando un arsenal de sintetizadores analógicos, efectos de percusión y capas minimalistas que parecían respirar. Lo que logró fue más que música: fue una selva de sonidos metálicos y notas disonantes que se entrelazan como ramas. Cada crescendo, cada vibración de sintetizador, construye la sensación de aislamiento y peligro, convirtiendo al bosque en un personaje más. Para un público que esperaba otro clon de Friday the 13th, The Burning ofreció ...

THE EASYBEATS - Friends (1969, Polydor)

Inspirados como muchos otros contemporáneos por el desparpajo de la British Invasion, este quinteto australiano publica desde 1965 a 1968 cuatro LPs donde el beat y el rock & roll son puntales, vigas madre para unos músicos resultones. Inicialmente será el vocal Stevie Wright el que más veces comparta créditos junto al guitarrista George Young –hermano mayor de Angus y Malcolm Young, miembros de AC/DC–, aunque para principios del 69 Harry Vanda cerrará el dueto creativo junto a George. 


Salen de Parlophone para firmar bajo Polydor, sello con el que se sueltan las melenas y toman conciencia de otra estética más acorde con el final de década. En cuanto a su sonido, no es que se recrudezca, pero sí encamina el zapatazo a unas bases rítmicas más rotundas, hasta más pensadas si se quiere medir el asunto con el termómetro de la espontaneidad. 


“St. Louis”, una locomotora que se abre como tal gracias a la introducción de la batería y el bajo, es canción fundamental para palpar a estos renacidos The Easybeats que no se avergüenzan de lo que les movía un año antes, aunque ahora son capaces de visualizar desde dispares perspectivas. Algo así como el salto sustancial entre el sonido de The Small Faces en relación al combo The Faces. 


“Friends” constituiría un “Pinball Wizard” (The Who) empaquetado por Vanda y Young, pero con esa acústica tan Pete Townshend. “Rock & Roll Boogie” sigue los mismos raíles que el primer corte del vinilo, algo con lo que no comulga “Train Song”, más dirigida a inventar “Long Train Runnin’” cuatro años antes de la edición del disco de The Doobie Brothers en el que se contendría tan irresistible sencillo. Hasta para cantar “Woman You’re On My Mind” son totalmente Leadbelly; nada de The Beatles para este 69. Tiempos de cambio a mansalva.
por Sergio Guillén
 








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