Los que estamos metidos en el estilo sabemos perfectamente de la importancia de los países escandinavos en las últimas décadas. Los que crecimos a la par del estilo y tuvimos la suerte de comprar los vinilos recién editados en su año de creación, es decir, en el momento en que rock progresivo estaba en su plenitud y los que formamos parte de la generación original, somos conscientes de que aquello pasó una vez y de que ya jamás volvería a ser igual. No debe sorprender el hecho de que la originalidad solo la poseen o mejor dicho la poseyeron aquella docena aproximada de bandas de inicios de los años 70. A partir de entonces no vas a encontrar ya nada original. Solo continuación del estilo o copia. Es así y decir lo contrario es una actitud más propia del deseo o del idealismo romántico ya que la poesía y la ilusión utópica a tiempos que corren son una ingenua gilipollez. Siempre lo fue en realidad. Todas las bandas actuales parten de la madre original, aunque lo que sí es cie...
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KINGFISH - Trident (1978 / Jet Records)
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Formados en 1974 en San Francisco, sus miembros fundadores Matt Kelly (guitarra, armónica, voz) y Chris Herold (batería) venían de los 60, de la New Delhi River Band, que luego cambiarían el nombre a Horses y Lonesome Janet. Cuando el ex-New Riders of the Purple Sage, Dave Torbert, (bajo y cantante solista) se une en 1974, vuelven a cambiar al definitivo Kingfish. Su bar-band style, en paralelo con lo que pretendían hacer en UK dentro del "pub rock" por las mismas fechas, era simple (en apariencia). Claro, conciso y elegante West Coast rock de canciones rozando la perfección. Así sale su estupendo debut homónimo de 1976. Al año siguiente editan el efusivo "Live'n'Kicking", otra gozada ejemplarizante del estilo californiano. Un antidepresivo altamente eficaz.
Y en 1978 se lanza "Trident", majestuoso segundo en estudio que verá la alineación completa con el ex-Wings, Joe English (batería), Michael O'Neill (slide guitar, voz) y Bob Hogins (teclados, voz). Invitando a John Hug (guitarras) y al productor de lujo Johnny Sandlin, al bajo. Con éste line-up dan inicio a "Hard to Love Somebody", una resplandeciente muestra de yacht cali-rock, con bonitos parecidos con Poco, Souther Hillman Furay Band o los mismos Eagles. Por descontado que las armonías vocales mandan y enamoran, frente a una prístina producción de Sandlin y unas guitarras descomunales. Hacia el country rock melenudo mira más "Cheyenne", preciosa y radiable canción en la línea de la New Riders of the Purple Sage. Ahora prueban con el acid blues rock de la Bahía, marca Steve Miller Band, en "Hurricane". Buen Hammond y armónica como adorno a la extraordinaria voz de Torbert. La sureña slide los acerca a James Gang o Eagles con Joe Walsh. Southern rock blues con facultades. El soft de ricas corales y seductor Rhodes, entra de lleno en "My Friend". Es el lugar y el momento, y Kingfish lo aprovechan como buenos nativos. Perfectos exponentes de un no tan denostado ya, estilo musical. De hecho el Soft rock ha alcanzado hace días ya la misma respetabilidad que el prog en todo el mundo. No se puede ocultar eternamente lo que es bueno de verdad. "Magic Eyes" finaliza la primera parte con otro ensueño playero, música de verano eterno y constante estado emocional lindando con la felicidad. Al menos se intenta.
El segundo acto abre con otro latigazo sureño/West Coast, "Movin' Down the Highway", ideal como reza el título, para escuchar a bordo de un Mustang, por las inmensas carreteras USA. Tremenda y traviesa slide con recuerdos a Little Feat, Jo Jo Gunne o Foghat en su ADN. "Hawaii" podría estar en cualquier trabajo de Grateful Dead por esas fechas. De hecho Bob Weir fue miembro de Kingfish en algún momento de su historia. Unido al CV de Dave Torbert, hace de nuestro Rey Pez un descendiente directo de la familia de Muertos Agradecidos. "You and I"agradará a la parroquia de Pablo Cruise, Baby Grand o Firefall, con muchas similitudes con éstos últimos. Positive Vibrations como virus que infecte el planeta de buenas intenciones....Así debiera de ser, en un mundo perfecto. Comenzando por las FM. Me leen el pensamiento y la siguiente es "Feels So Good", en una eufórica sensación costera propia de Dave Mason, Doobie Brothers o Little River Band. Y finalmente "Take It Too Hard" presenta otra andanada West Coast que ya avanza planes a lo que va a ser el AOR en todo su esplendor.
Diez cortes intachables, perfectos hijos de su tiempo y ejemplo casi anónimo de lo mejor del género, en mi etapa favorita del mismo, los comienzos. "Two for the Sun" será el broche final antes de la definitiva separación en 1979. Si bien hubo un par de resurrecciones discográficas con otro homónimo y un live para el sello local Relix, (el guardián de la llama), en los mediados 80. Hasta esos recomiendo.
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