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Groovector - Ultramarine (2000)

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 Evidentemente la portada de este disco es un claro guiño a las tubulares oldfianas, que aquí por simpático capricho son dos grifos retorcidos. Es cierto también que mucha música de Mike Oldfield en alto porcentaje pasados los años 70´s y con alguna excepción de piezas sueltas es tan aburrida como escuchar el agua que sale del lavabo y muchas veces con residuos de agua sucia amarronada. El sonido Oldfield dentro del rock progresivo es un punto y aparte lleno de antagonismos. Unas veces genialidades, otras un aburrido rugir de tripas bucólicas de new age. Ha habido de todo en un estilo en sí mismo, como lo es el de este señor. Culpable muchas veces de que exista la nueva era y el sonido new age.  La música tiene muchos objetivos: cabrearte, excitarte, ponerte nervioso, maravillarte, emocionarte, hundirte en la miseria, deprimirte y lo peor de todo ello que es aburrirte. Nada es peor que el aburrimiento en música. El famoso británico nacido en Reading si mal no recuerdo ha tenid...

THE PRETTY THINGS - The Sweet Pretty Things (Are In Bed Now, Of Course...) (2015, Repertoire)

 Con un sugerente y sensual título regresaban los británicos The Pretty Things, auténtica institución de la música inglesa. Y además lo hacían manteniendo su núcleo duro intacto, ese tándem formado por el vocalista Phil May y el guitarrista Dick Taylor. Tanto el uno como el otro levantaron la banda en sus primeros días de r&b penetrante, ácido, de cuerpo electrizante. Sin embargo, a partir de su obra cumbre conceptual S.F. Sorrow, Taylor decidió distanciarse del proyecto abandonando sus filas. Pasarían algunos álbumes orientados hacia el classic rock con tintes de rock musculado hasta que Dick volviese a su verdadero hogar, justo para la grabación del muy power pop Cross Talk (1980).

 


En cualquier caso, y aunque aquel elepé tenía la suficiente calidad como para comerse a lo más granado de la nueva ola de aquellos días, The Pretty Things dejó de grabar álbumes de estudio hasta los años 90; de hecho, no sería hasta su ...Rage Before Beauty (1999) el momento en el que volveríamos a saber de ellos. Luego, otros casi diez años hasta Balboa Island (2007) y un siguiente parón en ediciones nuevas hasta este 2015. Es cierto que entre medias se han editado compilaciones y discos en directo, pero en 2015 era The Sweet Pretty Things (Are In Bed Now, Of Course...) el auténtico pan recién salido del horno. Un pan, todo sea dicho, de una masa madre deliciosa y perfectamente elaborada.

 


En la banda, además de May y Taylor, y del ya fijo desde hace muchos años Frank Holland –otro auténtico veterano–, podíamos encontrar a los más jóvenes George Woosey y Jack Greenwood, músicos de plena confianza para los capitostes de tan legendaria agrupación y a los que se les ha permitido en todo momento participar del trabajo creativo (George aparece en los créditos de cuatro canciones y Jack en los de una). Todos los temas nuevos casan con ese r&b psicodélico y áspero que tan bien manejaba –y sigue haciéndolo– este combo. La rotunda “The Same Sun”, el árido blues “And I Do”, la beat revival “Turn My Head”, la monumental “Dark Days”, el ejercicio baterístico de “Greenwood Tree”, el carácter un tanto folk de “Hell, Here And Nowhere”, la muy rítmica en sus atmósferas ácidas “In The South” o esa “Dirty Song” que parece sacada de los primeros días de Pink Floyd, son en su totalidad un ejercicio de maestría y conocimiento del terreno. Sin olvidar, por supuesto, las dos versiones apabullantes: el “Renaissance Fair” de The Byrds y aquel “You Took Me By Surprise” que Sky Saxon firmó para sus The Seeds. Para mí incuestionable disco del año de aquel 2015.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com








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