Entrada destacada

Panna Fredda - Uno (1971)

Imagen
 Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...

THE PRETTY THINGS - The Sweet Pretty Things (Are In Bed Now, Of Course...) (2015, Repertoire)

 Con un sugerente y sensual título regresaban los británicos The Pretty Things, auténtica institución de la música inglesa. Y además lo hacían manteniendo su núcleo duro intacto, ese tándem formado por el vocalista Phil May y el guitarrista Dick Taylor. Tanto el uno como el otro levantaron la banda en sus primeros días de r&b penetrante, ácido, de cuerpo electrizante. Sin embargo, a partir de su obra cumbre conceptual S.F. Sorrow, Taylor decidió distanciarse del proyecto abandonando sus filas. Pasarían algunos álbumes orientados hacia el classic rock con tintes de rock musculado hasta que Dick volviese a su verdadero hogar, justo para la grabación del muy power pop Cross Talk (1980).

 


En cualquier caso, y aunque aquel elepé tenía la suficiente calidad como para comerse a lo más granado de la nueva ola de aquellos días, The Pretty Things dejó de grabar álbumes de estudio hasta los años 90; de hecho, no sería hasta su ...Rage Before Beauty (1999) el momento en el que volveríamos a saber de ellos. Luego, otros casi diez años hasta Balboa Island (2007) y un siguiente parón en ediciones nuevas hasta este 2015. Es cierto que entre medias se han editado compilaciones y discos en directo, pero en 2015 era The Sweet Pretty Things (Are In Bed Now, Of Course...) el auténtico pan recién salido del horno. Un pan, todo sea dicho, de una masa madre deliciosa y perfectamente elaborada.

 


En la banda, además de May y Taylor, y del ya fijo desde hace muchos años Frank Holland –otro auténtico veterano–, podíamos encontrar a los más jóvenes George Woosey y Jack Greenwood, músicos de plena confianza para los capitostes de tan legendaria agrupación y a los que se les ha permitido en todo momento participar del trabajo creativo (George aparece en los créditos de cuatro canciones y Jack en los de una). Todos los temas nuevos casan con ese r&b psicodélico y áspero que tan bien manejaba –y sigue haciéndolo– este combo. La rotunda “The Same Sun”, el árido blues “And I Do”, la beat revival “Turn My Head”, la monumental “Dark Days”, el ejercicio baterístico de “Greenwood Tree”, el carácter un tanto folk de “Hell, Here And Nowhere”, la muy rítmica en sus atmósferas ácidas “In The South” o esa “Dirty Song” que parece sacada de los primeros días de Pink Floyd, son en su totalidad un ejercicio de maestría y conocimiento del terreno. Sin olvidar, por supuesto, las dos versiones apabullantes: el “Renaissance Fair” de The Byrds y aquel “You Took Me By Surprise” que Sky Saxon firmó para sus The Seeds. Para mí incuestionable disco del año de aquel 2015.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com








Notasi te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en                                                                                      
que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias




Comentarios