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CHRISTOPHE POISSON - Music Sky (1985-1997/ Gazul)

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 Nada se sabe del francés Christophe Poisson y nada se hubiera sabido, si no se hubiera rescatado a título póstumo éste "Music Sky" que grabó en 1985. En 1986 Poisson muere brutalmente a los 33 años. Dejando éste legado para la posteridad, que Gazul desempolvó con todo acierto. Le acompañaban Alain Gaubert (guitarra), Philippe  Gisselmann (saxo soprano), Gil Garenne (synths, computadora, drum machine) y Christophe Poisson en composición,  arreglos y ejecución (imagino que de teclados). El inicio de "Messe K" (12'07) induce tenebrismos experimentales muy cinemáticos. Con marcada influencia contemporánea que puede ir de Stockhausen a sus paisanos Heldon. Conseguidas percusiones, guitarra en vuelo rasante y fondos de oscuridad no apta para flojos de mente. Es una sensación grupal equivalente a Embryo, Popol Vuh, Kluster, Peter Frohmader, Dissidenten o Brave New World. Teclados y guitarra tejen una telaraña krautie de sorprendente calado emocional. Muy sugerente. &q

RETROSPECTIVA: DUNCAN BROWN (1947 – 1993)

La suerte en la vida es algo aleatorio y caprichoso y de nada sirve hacer las cosas correctamente y con esfuerzo si el azar no nos es proclive y generoso. El caso de este compositor y cantautor británico es paradigmático y ejemplo de que teniendo todas las mejores virtudes la vida es ingrata.



Duncan John Brown llega al mundo un 25 de marzo de 1947 hijo de un piloto de combate de la RAF. Hijo único y con una salud delicada pronto se interesa por la guitarra clásica y por la interpretación como actor y estudia en la academia de música y arte dramático de Londres. Aunque en un principio la música folk le atrae y de hecho forma un efímero dúo llamado Lorel en realidad su abarrocada forma de tocar la guitarra española lo orienta hacia un estilo mucho más complejo y sofisticado. Su formación clásica y su perfeccionismo lo llevarán a realizar una música con alta carga emocional y melódica y con un refinamiento llevado al límite. Para completar él posee una voz extraordinaria, de las más hermosas que pueden escucharse. Podría decirse que lo tiene todo: gusto, precisión y estilo propio. No fue tan fácil. La música de Duncan será para gente muy concreta, aunque a mediados de los años 70´s su estética engañosa de glam y new wave escondiera unos discos de rock progresivo muy elaborados. Sin duda fue un cebo para vender unas canciones con el sonido moderno de la época que sin embargo no tenían nada de simples. Es curioso que los que supieron apreciar la música de este músico británico fueron los del lado más sinfónico y lírico del prog rock aunque bien es cierto que sus portadas de ese periodo tiraban para atrás por ese glamour tan afectado. Si las veías en un escaparate no podías imaginarte la música que había dentro. No siempre las portadas de discos representan su contenido es cierto. Hay sonidos estupendos con horrores gráficos impredecibles y portadas maravillosas con música espantosa.

Muchos de los que apreciamos la música de este gentlemen inglés convenimos de que es un personaje que pertenece a otra época. Sin llegar a la amargura depresiva de un Peter Hammill parece en realidad un compositor del romanticismo llevado a nuestros días. Su estética, al margen del marketing decadente setentero que supuso la banda Metro con la que grabó un solo disco con Peter Godwin y Sean Lyons y sus dos posteriores trabajos, es en realidad la de un trovador melancólico e introvertido. Su música está llena de tristeza, pero con un enorme trasfondo de belleza y hasta de ternura. 


Del brazo de su guitarra española de cuerdas de nylon el joven Duncan pasa las horas del día componiendo exquisitas baladas que darían lugar a su primer disco como salido de un cuento de hadas: “Give Me Take You” (1968) con su aire folkie y su estética claramente británica. Su facilidad para la composición ya queda reflejada este olvidado álbum. La falta de recursos económicos le impiden a principios de los años 70 llevar a cabo composiciones muy elaboradas para gran orquesta. Recordemos a Anthony Phillips y sus Private Parts todos con escasa instrumentación por un motivo similar. Sin embargo consigue sacar en 1973 el homónimo “Duncan Browne” con un programa de 14 canciones incluyendo algunos colaboradores en teclados, bajo, voces y percusión con miembros del grupo Argent. Un disco sumamente delicado al estilo de su primer álbum pero bastante mejor producido. 



En 1976 formaría trío en Metro con Peter Godwin y Sean Lyons en plena moda glam-rock y apareciendo todos vestidos a lo Bryan Ferry. Este es un disco engañoso por su envoltorio porque las canciones aquí contenidas son fabulosas y arregladas hasta el mínimo detalle. Quizás este único disco sea el ejemplo más exacto de la denominación Art-Rock. En 1983 el propio David Bowie hizo una versión de su éxito del momento con “Criminal World”. Pero el proyecto no fue más allá y las discrepancias en Browne y Godwin pronto aparecieron. En realidad Metro fue la anticipación de una especie de pop de luxe aunque sin embargo en la música había mucho detalle progresivo y elaborado que llevaba al despiste. 


Esta línea de música ultra elaborada y con precisos arreglos se vería de forma rotunda en sus dos discos en solitario más relevantes: “The Wild Places” de 1978 y “Streets Of Fire” del 79. Todo el buen hacer de este músico se encuentra en estos dos álbumes fabulosos cuya única pega es la estética de ambas portadas y ese toque amanerado y glamuroso algo repelente. Nadie compraría estos discos por su envase desde luego, pero lo importante es la música que hay dentro. También hay que tener en cuenta en que año fueron editados y que nos aproximábamos a los comerciales y estrambóticos años 80´s. Ambos trabajos no tuvieron un éxito relevante, aunque puedes ver algún video en youtube. La banda que llevada Duncan eran palabras mayores:  Tony Hymas, keyboards. John Giblin, bass. Simon Phillips drums. Músicos muy respetados por entonces. Las piezas largas contenían desarrollos instrumentales magníficos pero siempre dentro de las encantadoras melodías. Terminada la década nuestro protagonista se encerró en el mundo de la composición para cine, teatro y tv. Prácticamente le perdimos la pista. Arrastró un cáncer intestinal durante sus últimos años falleciendo en 1993. Tenía 46 años y el mundo de la música perdió a un tipo brillante. Quedó su disco póstumo “Songs Of Love And War” editado en 1995. 

Alberto Torró


Temas

The Wild Places

Roman Vécu

Camino Real (Parts 1, 2 & 3)

Samurai

Kisarazu

The Crash

Planet Earth


Temas

1. 0:03 Fauvette

2. 3:59 American Heartbeat

3. 7:41 She's Just A Fallen Angel

4. 12:52 Streets Of Fire

5. 21:01 Niña Morena

6. 26:01 Things To Come

7. 31:53 (Restless) Child Of Change

8. 35:31  Canción De Cuna Street Echoes (For M.)








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