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Bateristas en la sombra XVIII: Juan Ángel Sanchez

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 Warlock podrían ser considerados como el primer grupo español de Hard Rock con estética e influencia satánica y ocultista.  Su germen, Necrophagus, oscuro grupo surgió en Madrid en 1974 con Victor al frente quien estaba altamente influenciado por bandas como Black Sabbath, Lucifer’s Friend o Hawkwind y con un sonido que hoy sería considerado como Proto Doom. Durante su corta existencia que abarcó desde 1977 a 1979, Warlock fueron teloneros de la Ian Gillan Band en el Teatro Monumental de Madrid en 1979. También participaron en numerosos festivales y compartieron escenario con grupos y artistas de la época como Burning, Cai, Teddy Bautista & Canarios, Azahar, John Martyn, Eduardo Bort, etc. No obstante la historia de Warlock y el rescate de sus ensayos mediante el sello Guerssen forma parte de las reseñas discográficas de esta misma página Web.  El singular baterista Juan Ángel Sánchez se identificaba con el culto al satanismo en un nivel digno de ser consultado, pero su dislocada

MICHAEL GARRISON - Eclipse (1982 / WINDSPELL)

Entrando en la década de los 80, el sonido Berlín School se convierte en un fenómeno abrazado a nivel mundial. Si bien marginal, elitista y para un "selecto club de locos", que viven al margen de las corrientes de moda.....gente de confianza. Entre ellos está el estadounidense  (de Oregón) Michael Garrison,  que tras estudiar música y psicología  (no van íntimamente unidas tales disciplinas?...), lo tiene todo bastante claro. Lo del estilo berlinés y el selecto club de locos. Porque a tal efecto se monta su propio sello, Windspell Records, para que ningún ejecutivo dickhead le tenga que decir cómo tiene que manejar sus numerosas teclas. 



En 1979 se estrena con "In the Regions of Sunreturn", al que seguirá en 1981, "Prisms". "Eclipse" sería su tercer trabajo al año siguiente,  y en él percibimos su gusto por las piezas cortas. Todo un arte en éste género,  comprimir ideas elásticas en menos de cuatro minutos. Lo cierto es que tan sólo una de ellas se extiende como es de rigor (y del agrado del seguidor medio). Pasa que cuando te has puesto en ése rol tú mismo, te percatas de lo jodidamente difícil  que es crear algo atractivo, breve y completo. Ahí les doy todo el mérito a Kraftwerk en sus discos más comerciales,  me quito el sombrero. Garrison también gusta de ésa táctica,  y en "Departure" la mezcla con cierto sinfonismo casi oldfieldsco era - "Platinum". En dominio secuencial y melódica conectada con Jean-Michel Jarre. 

"Airborn" (11'22) es la única pieza extendida del disco. Una intro armada de guitarra eléctrica,  con una sonoridad muy The Edge, va adentrándonos en ésa jungla fantasiosa  que nos propone Garrison. Y para ello nos guiará cual cicerone froesiano, un secuenciador tangerino cerca de "Sorcerer" / "Stratosfear", que es una delicia. De vez en cuando suelta un riff cuasi hard rock, que no nos distancia de las pretensiones berlinesas que nos propone,  con atino y buenísima delimitación melódica.  Made in Oregón,  puede, pero esto podría ser alemán de pura cepa, y para celebrar en un OktoberFest electrónico de sellos como Ohr o Sky. Tal vez con un final algo seco y abrupto, para mis gustos en producción.  Bruma sobrenatural sonora describe el comienzo de "Celestial Nights". Algo así como un micro-ensayo, que podría habernos metido en un trip de media hora en manos de Schulze, pero que Garrison le da fin ahí mismo.


Vuelta al vinilo y a la música..... Algo cambia en ésta segunda parte. "Visions" no sólo me suena a alguna banda británica prog de segunda generación  (IQ,  Pallas, Twelfth Night....), es que la bonita voz de Garrison nos lleva directamente a ello. Huele a primer neo prog, justo en los días que florecia todo aquello. Y está hecho con precisa / preciosa inventiva, casi en una textura naif. Enlaza con "Take a Chance", y esto igual podría ser Ultravox, Tubeway Army, Peter Baumann en su faceta synth-pop, o los mismísimos Visage! Las capas sintéticas inundan el espacio, la agradable voz casi nos sitúa en el british synth-pop, pero no se aprecia ánimo comercial. Quizá un estímulo novedoso inspirado por las nuevas tendencias del momento. 

"Animation" vuelve al redil y pasea con firmeza por territorios Jarre, sin nada que envidiarle. Y la final "For You and Me" vuelve a visitar UK  en sinfo -synth pop modo, como nos ha estado presentando toda la segunda cara. Pero sin que el oyente se sienta traicionado en ningún momento. Al menos, no yo. Muchas bandas o solistas prog 70s estaban sonando así aquellos días, (Camel, Caravan, Duncan Browne, Anthony Phillips, Mike Oldfield....), y haciendo discos si no magistrales, sí más que decentes. En el caso de Garrison, es aplicar esas miras algo light a lo conseguido en electrónica hasta ése momento. Que si llega a emigrar al Reino Unido en esos días,  igual no le hubiera ido nada mal. Díselo a los Buggles por ejemplo, porque no anda muy alejado de ellos. 


Once discos completan la discografía de Michael Garrison, un hombre que murió joven (en 1998, a los 47 años), a causa de sus problemas con el alcohol.
Lástima,  tenía aptitudes para haber llegado lejos.
J.J. IGLESIAS






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