Entrada destacada

Bateristas en la sombra XVIII: Juan Ángel Sanchez

Imagen
 Warlock podrían ser considerados como el primer grupo español de Hard Rock con estética e influencia satánica y ocultista.  Su germen, Necrophagus, oscuro grupo surgió en Madrid en 1974 con Victor al frente quien estaba altamente influenciado por bandas como Black Sabbath, Lucifer’s Friend o Hawkwind y con un sonido que hoy sería considerado como Proto Doom. Durante su corta existencia que abarcó desde 1977 a 1979, Warlock fueron teloneros de la Ian Gillan Band en el Teatro Monumental de Madrid en 1979. También participaron en numerosos festivales y compartieron escenario con grupos y artistas de la época como Burning, Cai, Teddy Bautista & Canarios, Azahar, John Martyn, Eduardo Bort, etc. No obstante la historia de Warlock y el rescate de sus ensayos mediante el sello Guerssen forma parte de las reseñas discográficas de esta misma página Web.  El singular baterista Juan Ángel Sánchez se identificaba con el culto al satanismo en un nivel digno de ser consultado, pero su dislocada

AVIVA OMNIBUS - Rokus Tonalis 2007

Al parecer este primer trabajo es el proyecto de un solo músico con algún que otro colaborador no acreditado. Dmitri Loukianenko es el nombre de este compositor, teclista y hombre orquesta procedente de la ciudad de Novgorov en la Federación Rusa actual. 


Nos encontramos con otro de los innumerables casos de músico con profunda formación académica y bien educado y empapado en el prog rock clásico. Rusia es una fuente sin fin de instrumentistas a otro nivel superior. Conforme me adentro en el tiempo contemporáneo de ese país, más me asombro de lo que al rock sinfónico podrían haber aportado si no hubiesen tenido 70 años de terror y oscuridad socio política. Conozco bastante bien su música clásica desde que era muy joven: sus compositores y parte de su literatura, sin ser un lector compulsivo, que no lo soy. Pero la música ha adsorbido la práctica totalidad de mi tiempo a lo largo de muchos años y también algo de su historia. Leer, escribir, dibujar, pintar y oír música durante todos los días me habría consumido demasiado tiempo sin contar el que perdí en el asqueroso y rutinario mundo laboral. Dejar espacio a la vida normal, sencilla y despreocupada es necesario ya que también es una parte importante de nuestro día a día. Desde luego la vagancia y desilusión por las cosas cobra terreno conforme envejeces. Es curioso ya no trabajas, pero pierdes interés por cosas que antaño te gustaban. Luego escriben aberraciones como que el trabajo te hace libre.


“Rokus Tonalis” está estructurado como si de una obra académica se tratase: Preludio…prima…secunda…tertia…pastoral…molto largo…hymn… postlude etc etc. A la mente te van a venir ELP por la dinámica y forma en la composición. Todo instrumental porque la voz recitada o hablada solo en pequeñas partes locuelas ejerce de un efecto más. Música pura de Hammond, sintes, pianos y orquestaciones endiabladas que pondrán de los nervios a los que aborrezcan de música cambiante y compleja y a los alérgicos al rock sinfónico clásico por la gloria de mi madre. Por eso digo que no se deben regalar discos de rock sinfónico a nadie normal y cotidiano porque es posible que dejen de hablarte y te miren mal. No es una broma. Tiene sus ventajas porque dejan de darte el coñazo con otras cosas musicales que no te interesan. Si eres un prog y alguien desconocido te hace la pregunta tópica de ¿y a ti que música te gusta…? diles que ninguna. Funciona. No te líes en explicaciones que es perder el tiempo. Luego está la otra pregunta típica y repelente en caso que pintes cuadros… ¿y esto que significa? Nada. La manía de que las cosas tengan que significar algo me agota y aburre. 


No hay nada más abstracto que la música instrumental. Toda ella. Desde una minimalista pieza para piano solo hasta una gran orquesta con coros sin letra. Los 16 mtos del sermón debajo del agua tienen su coña con conversaciones absurdas al principio y luego ocasionalmente insertadas con un desarrollo instrumental de sintes apabullante con algún que otro respiro pianístico. Aquí los apuntes son diversos hacia la fusión jazz, lo contemporáneo y lo clásico pero con un toque muy particular y atrayente. Un disco especialmente indicado para teclistas amantes de las variaciones caprichosas y sonidos complejos.
Alberto Torró



Temas

1 Prelude 1:27
2 Prima (Blessed Paul's Phantoms) 7:27
3 Secunda (Sliding On The Surface) 5:09
4 Tertia (The Destruction Of Faena) 12:07
5 Pastoral 5:56
6 Underwater Sermon 16:13
7 The Valse At The End Of Times 11:05
8 Molto Largo (Calm Light) 4:17
9 Walking Down The Burning Scores 2:06
10 Hymn 3:39
11 Postlude 2:27





Notasi te gusta el artículo compártelo (Facebook, Twitter, g+, etc) pulsando en
                                                                                      







que está al final del artículo, de esta forma contribuirás a la continuidad del blog. Gracias

Comentarios