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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

Lovely Luna – Lovely Luna (2000/ Guerssen)

 Algo me dice que éste disco fue único en su especie. Tuvo dos hermanos posteriores, pero eso es otra cosa. Dúo de inquietos y capaces músicos de A Coruña, que iniciaron colaboración sobre 1995. Un por entonces desconocido Xoel López, (guitarra acústica y eléctrica,  harmónica, cazoo, percusión y piano), ex-Covers, Elephant Band y Deluxe. Luego futura estrella del pop indie. Y Félix Arias (voz, guitarras acústica y española), ex-Guru Deva. Colaboraban gente de Kozmic Muffin. Posiblemente la mejor banda psych & prog de éste país en los 90. Hasta tres de ellos aparecen aquí.Julio González (guitarra solista y coros), Enrique Otero (piano, Hammond y mini-Moog) y Pablo Rega (bajo). 



Es el único que hicieron cantado en inglés. La cara A fue grabada en 1997 mientras que la B se hizo en el 2000. De lo que se desprende que era un proyecto para desarrollar sin prisas,  entre intervalos de otras actividades. Lo editaba el sello leridano Guerssen, más conocido como expertos rescatadores de joyas del pasado. 500 copias, sólo vinilo. Algo de locos, para ése tiempo. Destinado para ésos locos.

Tanto portada como contraportada daban idea de la música contenida. Hippie feel de bohemia filosofía activista y camino de cabras para su reflexión. "Feel it" ya te llevaba al psych folk rock londinense late 60s, de igual modo que a The Jayhawks. Las acústicas respiran sobriedad y ya, veteranía. "Many Times" era música que pudo ser tocada en el club Les Cousins, remite al Soho de 1969. Un prominente Hammond permite elementos psico para "Looking at the World", con posible homenaje a la Incredible String Band. Percusiones campestres y eléctrica los acerca a Laurel Canyon también. "Sitting in my Tree" captura la libertaria positividad de unos America. De total corte dylaniano es "All is You", aunque las voces estén más cuidadas (perdón por hacerlo bien, señores críticos). Es una pequeña joya dentro de un cofre lleno de ellas.

De igual modo, "Cover me" ejerce cierto influjo McCartney, con piano y voces en irremediable pleitesía. Buena instrumentación de teclado y percusión. 

Tres años pasarán hasta que hacerse la segunda cara. "There is a Place" es el primer aviso de evolución,  calidad sonora y energía eléctrica. Siguen siendo dos enamorados de los caminos pedregosos sin fin, pero todo ha elevado el listón. La cohesión,  solidez y experiencia. Hay una diferencia apreciable. Casi parecen la Quicksilver aquí! 

Vuelven las esencias acústicas con olor al club Troubadour, en "Tomorrow it Won't be a Sunny Day". Se permiten sólo de acústica y cantan de maravilla. Se "proponen" unas outtakes a la Crosby & Nash, y las consiguen. Pero va a ser más a lo Neil Young en "But i Know". Otro paso de gigante en un delicado proceder estilístico. Enchufan instrumentos para "The Word" en otra maravilla de sorprendente rudeza eléctrica que recuerda a Moby Grape, Clover o Mad River. "Three Words (Blue Eyed Girl)" inyecta fino veneno wah wah sobre un mullido colchón acústico de voz nostálgica. Deliciosa languidez que termina en desmadre.



 Final con "See How they Fly" en otra exhibición coral retro-hippie de fiel reflejo. Cuatro años pasarán hasta que llegue "Las Cosas que Nadie debe Ver". Ya cantan en español. Ya es otra cosa. Otra historia. "Lovely Luna", es único en su especie. Ante todo, mucha calma.

J.J. IGLESIAS



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