La semana anterior os hablaba de tríos germanos influenciados por ELP pero al darme cuenta casi por despiste mío, casi me dejo en el tintero a esta otra banda de Wuppertal fundada en 1971 que es bastante superior a los Burning Candle . No le había prestado atención a esta única rareza de vinilo grabada en plena gloria del sinfónico prog de 1973. El “Brain Salad Surgery” de ELP salió en diciembre de 1973 y el disco de estos alemanes se grabó en la primavera de ese mismo año por lo que creo que estos tipos se habían escuchado los anteriores del señor Keith Emerson casi con veneración me atrevería a decir. Principalmente el Tarkus casi con toda seguridad. Mientras escucho este disco encuentro los mismos “tips” de órgano. La misma base de fuga barroca de Bach y muchas horas de técnica detrás del teclista Oliver Petry, líder de esta barbaridad sonora. Al menos aquí nos vamos a un disco que ya supera los cuarenta minutos al menos en la versión CD. Los discos de treinta eran muy habituales
Grabar un álbum de temática prog/psych en la década de los 90 era una tocadura de huevos. En la década de Nirvana, las Spice Girls o Paco Pil, era una forma de mostrar al mundo que otra forma musical más sana era posible. Era de locos. Se te reían. Lo sé de buena tinta. Primero en el fanzine Lunar Suite del amigo Torro, y luego en el mío, Atropos, las chuflas estaban a la orden del día. Nos tomaban por una secta, eso en el mejor de los casos.
Pero como en el caso de Kozmic Muffin, el tiempo nos dio la razón. Hoy "todo es progresivo". Es una palabra cool, guai.
Éramos unos visionarios o unos nostálgicos? Pues un poco las dos cosas. Pero también estábamos mejor informados que el resto del paleto panorama musical de Españistan.
Nuevas generaciones estaban descubriendo los viejos vinilos de sus padres o hermanos mayores. Esos mismos que los arrinconaron, cuando no vendieron, en el momento que la asamblea de majaras rock critics decidieron que lo progresivo era una "dirty word" y tabú absoluto. Los chavales no estaban intoxicados por las tontadas de la vieja y rancia prensa. Y de ahí salió Kozmic Muffin. En La Coruña. De la idea de Pedro Granell y sus gustos no manipulados, por Satie, Mussorgsky, King Crimson, Hawkwind, Soft Machine, Pink Floyd o Manfred Mann.
Había estado en una formación garage llamada Eskizos (con dos EPs). Y cantaba, componía y tocaba guitarra. De su entorno encontró a Javier Vaamonde (bajo). Pablo Rega (guitarra solista). Enrique Otero (Hammond) y Patxi Valera (batería ). Dan forma al grupo en el 92. Ensayan. Trabajan. Se curten. En 1994 "emerge Nautilus en la playa de Mazorgan, Cabo Ortegal, tras diecisiete meses de navegación ". Dice el inserto. No sabemos cómo, Pero desde su primera edición, Se convirtió en un disco mítico. 500 copias en vinilo vendidas en un suspiro. Otra segunda edición, sóld out. Interés del mercado coleccionista desde todas partes del mundo. Alemania, Japón, Italia, Canadá, Sudamérica, California y toda España. Hoy un primera edición vale una pasta. Ahí estuve ágil para hacerme con la mía. Justo saco mi copia, e indago. Porque tengo la enfermiza costumbre de esconder cosas en las carpetas de los discos, y luego ni me acuerdo qué diablos he metido. Sorpresa. Me sale una entrevista contestada escrita a mano que le mandé a Pablo Rega en aquellos días de Atropos. "Pero nadie nos ha sacado de aquí aunque ha habido intentos que por unas causas u otras razones se han venido abajo". No eran los 70, eran los 90. The song remains the same. Hijos del Agobio.
Es "Nautilus" tan bueno? Se merece lo que vale? Tiene bien merecida su mítica reputación? Sí. Personalmente creo que hubo algo de suerte para dar con ese genuino sonido a sótano húmedo. A puro underground 70s que transpira el álbum. A pura psicodelia kraut. En los idiotas 90, absolutamente bienvenido.
Así lo demuestra "Andrew" (3'47). Con su swirl Hammond y ondulante wah wah, sección de ritmo cameliana y explosión multicolor de sentimiento. "Sun, Glass &Vacuum" (6'24) podría estar en cualquiera de los ilustres álbumes del sello Brain, Ohr, Bacillus o Vértigo. Aunque el classic Pink Floyd sea su principal patrón estilístico.
"Kozmic Muffin" (10'22) incorpora hard rock a unas premisas paralelas a Jane o Eloy.
En la cara b, "Bedlam" (8'46) nos lleva al "A Saucerful of Secrets" con naturalidad y excelencia compositiva.
"Open Minds" (7'11) con su stoned voice e instrumentación lisergica, sigue cerca de Pompeya. También de Cressida, Bodkin o Julian's Treatment. Por poner ejemplos.
"Eleusis" (10'08) remata la faena en plan chulo. Grabada live en el estudio a la vieja usanza, que es la mejor. Psicotropica, psicópata, psicodélica. .....PSICO. Instrumental de múltiples ángulos y laberinticos recovecos.
Excelente. Inolvidable.
Tras tal exhibición mental de demencia, surgen malos rollos. Pedro Granell se va y entra Julio González. Que estuvo como invitado en "Nautilus".
En el 97 editan "Space Between Grief and Comfort ". Otra suculenta bacanal de sonidos más cercanos al progresivo, y prudentemente alejados del psych sound que dominó el monstruo anterior. Otro sobresaliente.
Se lanzan a las performances multimedia, al jazz rock canterburyano, a la improvisación y al desmadre zappero.
Para desaparecer como vinieron.
Todavía muchos recordamos su efímera obra. Esperando que la magdalena vuelva a surcar el cosmos para apetito de alienígenas con buen y refinado gusto
Temas
Andrew 00:00
Sun, Glass & Vacuum 03:52
Kozmic Muffin 10:15
Bedlam 20:46
Open Minds 29:37 7:14
Eleusis 36:53
Formación
Javier Vaamonde: bajo
Patxi Valera: batería
Pablo Rega: guitarra, voz
Pedro Granell: guitarra, voz
Enrique Otero (2): teclados
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Como bien os cuenta JJ, ese trabajo llegó a Lunar Suite cuando llevábamos un año de andadura. Recuerdo que uno del grupo me llamó por teléfono para decirme que su estilo era muy añejo y que tenían un lustroso órgano Hammond B3. En los 90 pocos poseían esa joya. El disco es una de esas "rara avis" del prog hispano. Pero como era de prever en España, ese tipo de discos fueron pasto de la burla de los snobs y de la supina ignorancia. Tenemos el honor de ser el país más gañán en lo que a música se refiere. Yo por edad lo he sufrido en mis carnes y JJ ni os cuento.
Como bien os cuenta JJ, ese trabajo llegó a Lunar Suite cuando llevábamos un año de andadura. Recuerdo que uno del grupo me llamó por teléfono para decirme que su estilo era muy añejo y que tenían un lustroso órgano Hammond B3. En los 90 pocos poseían esa joya. El disco es una de esas "rara avis" del prog hispano. Pero como era de prever en España, ese tipo de discos fueron pasto de la burla de los snobs y de la supina ignorancia. Tenemos el honor de ser el país más gañán en lo que a música se refiere. Yo por edad lo he sufrido en mis carnes y JJ ni os cuento.
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