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MANNERS - Punctum (2023/ Satélite K)

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 Déjenme que les cuente una bonita historia, tan fantástica como la música aquí contenida. En 1990, aparece en la paradisíaca isla de Menorca, ( de ilustre tradición histórica prog & psych), un grupo de niños de 9 a 11 años, llamados Manners. Los guía un bajista veterano, pero tocan (muy bien) en directo, y con su propio material. Tribute bands, aprendan la lección.  Para el 95 el hard rock 70s ha entrado en sus venas, y se convierten en un power trío al uso. En el 97 entra el guitarrista Pacific Camps y deciden que el prog 70s es definitivamente,  lo suyo. Lo plasman en una maqueta. En el 98 se disuelven. Aquí podría terminar la historia, si no fuera porque en 2020 el mencionado Camps, reúne a sus compañeros : Guiem Soldevila (voz, guitarra, teclados), Víctor Hernández (bajo) y Tony Genestar (batería) y vuelven a la actividad. Y en 2023 plasman aquellos temas de los 90 (97-98) en un álbum,  "Punctum". Si bien han reescrito letras y han sumado con nuevos arreglos...

CHRISTOPHE POISSON - Music Sky (1985-1997/ Gazul)

 Nada se sabe del francés Christophe Poisson y nada se hubiera sabido, si no se hubiera rescatado a título póstumo éste "Music Sky" que grabó en 1985. En 1986 Poisson muere brutalmente a los 33 años.Dejando éste legado para la posteridad, que Gazul desempolvó con todo acierto. Le acompañaban Alain Gaubert (guitarra), Philippe  Gisselmann (saxo soprano), Gil Garenne (synths, computadora, drum machine) y Christophe Poisson en composición,  arreglos y ejecución (imagino que de teclados).



El inicio de "Messe K" (12'07) induce tenebrismos experimentales muy cinemáticos. Con marcada influencia contemporánea que puede ir de Stockhausen a sus paisanos Heldon. Conseguidas percusiones, guitarra en vuelo rasante y fondos de oscuridad no apta para flojos de mente. Es una sensación grupal equivalente a Embryo, Popol Vuh, Kluster, Peter Frohmader, Dissidenten o Brave New World. Teclados y guitarra tejen una telaraña krautie de sorprendente calado emocional. Muy sugerente.

"Sophonie" (5'25) posee minimalismo apocalíptico, con momentos de un eskizoide Jan Garbarek. Para un interrogatorio en Guantánamo puede ser muy eficaz. 

"Marie Virginie T" (20'34) fusiona saxo en ataques de desquicie con una jungla electrónica ideal para Cyber-Predators en una dimensión cenobita Hellraiser. Parecerá una comparativa rebuscada, pero es que la música no es para menos. Ideal para acompañar con una lectura de Phillip K. Dick. Cosmic kraut de experimental calado y rarunos ambientes psicotrópicos,  de brillante ejecución improv-avant. En ECM hubiera tenido sitio perfectamente. Los sintetizadores Moog y Appa braman como bestias moribundas como respuesta al rugido de un saxo herido de muerte.

Y aquí terminaba el álbum oficial. Resulta que se agregan tres bonus tracks, casi un cuarto de hora más,  de material nada desdeñable.

"Experience 1" (4'31) podría ser un outtake de Conrad Schnitzler. De igual magia y magnetismo. Reiteración evolutiva de manual y sonidos muy bien elegidos. 

"Experience 2" (5'32) es más atmosférica y sinuosa. Quizá un homenaje a su admirado Richard Pinhas. Una fuerte influencia.

Por último "Experience 3" (3'48) introduce spoken word junto a piano y electronics imperantes. Casi vangelianos.



Dejando la incógnita de hasta dónde pudo haber llegado tan interesante músico. Todo un misterio, su obra y su vida.

J.J. IGLESIAS 




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