Entrada destacada

LOS ESTANQUES - IV (2020/ Inbophonic)

Imagen
 Creo recordar que ya tuvimos por aquí a Crayolaser como sinónimo de originalidad dadaísta y estupendo-desconcertante álbum. De allí saldría Iñigo Bregel (voz, teclados, guitarra) y se juntarla con otra panda de vulcanianos, ahora desde Madrid, dando forma a Los Estanques. En 2017 editaron su primer pecado contra la realidad, "Contiene Percal". "II" y "Los Estanques" le siguieron, siendo aclamados como los nuevos Marx Bros del pop psych & prog surrealista.  En el Año Oficial de las Idas de Bolo, 2020, editaron "IV". Y claro, estaban en forma, para tan alocados días.  "No hay vuelta atrás" atrae recuerdos del rock arg spinettiano, en mi "molesta" opinión. Fernando Bolado sujeta riendas de bajo imperante junto a una batería sorpresiva, la de Andrea Conti. Mientras que ésa sibilina wah wah funk del guitarrista Germán Herrero construye un armazón donde una brass section se adueña de un excelente feeling zappero. Bregel canta

Hawkwind – The Future Never Waits (2023/ Cherry Red)

 Haciendo honor a un título tan James Bond, los legendarios Hawkwind ya anuncian su nuevo álbum,  (# 36 en estudio!!!), "Stories from Time and Space", para Abril. La nave nunca fue a tal velocidad centrífuga espacio-temporal. 



Si tienes algún recuerdo del grupo en los 70, te sorprenderá verlos en ésta sección dedicada a los sintetizadores.  No debería sorprenderte. Hasta en aquellos días ejercían un papel líder en su sonido, a base de prototipos y audio-generadores. Y en posteriores décadas,  han tenido etapas en que su space rock ha mutado casi en ambient. Algo que en "The Future Never Waits" también podemos encontrar. Pero antes, su actual formación. Pongámonos al día. El incombustible e indiscutible líder supremo, Dave Brock (voz, guitarra, teclados, synth) como único miembro original y comandante en jefe de las tropas galácticas Halcón. Su lugarteniente y mano derecha, un histórico desde los 80, Richard Chadwick (batería,  voz). Y los actuales cosmic-asassins, Magnus Martin (guitarra, voz, teclados, bajo), Doug MacKinnon (bajo) y Tim "Thighpaulsandra" Lewis (teclados, synth). Ojo, tres teclistas. 

"Somnia" del 2021 fue el último avance en estudio, de muy grato recuerdo. Al año siguiente el doble en vivo "We Are Looking in on you". Y en 2023, éste magnífico exponente de la continua metamorfosis que experimenta ésta banda, a lo largo de los (muchos) años. Sin que se resienta su estilo único. Algo asombroso. 

Todo comienza en el tema-título,  un fílmico instrumental de 10 mts de pura space-age/ sci-fi. Juraría que con influencia solapada de Ozric Tentacles. Aunque a ésto podría denominarse perfectamente Berlín School, sin ningún tipo de rubor. Sintes que sobrevuelan todo el espacio aéreo  en pleno dominio. Junto a ensamblada rítmica de perfecta sincronía/ armonía. Nada de guitarra corrosiva aquí.  Sin silencios, ahora sí,  la grasienta maquinaria pesada rock entra en acción para "The End" (4'10), que aunque podría ser de autoría Lemmy, contiene melodía a raudales y orbitales teclas a tout et plein. Brock es perro viejo y se las sabe todas. Ésto suena a classic Hawkwind, pero con nuevas texturas. El solo de sinte es emulación de Tim Blake, pero a quién le importa?... Gozadera asegurada.

Enlaza con "Aldous Huxley" (4'37), al que oímos en off junto a un imperio galáctico de sintetizadores. Todo en su sitio. Con ése título-homenaje, lo que me extraña es que no se les ocurriera antes. Dedicatoria hecha por unos alumnos aventajados del gremio. Sorprende el piano a mitad, y el string synth magnífico que le sigue. Vuelve el piano en tono jazzy, que le da un cierto aire floydiano. Excepcional corte. Que quiero dedicar por mi parte a todos ésos juntaletras  que ven vida en Hawkwind....hasta 1979!!! Y una mierda cósmica. Ésta banda no ha parado de crecer e innovar todavía. 

"They're so Easily Distracted" (10'25) deja claro por dónde van los tiros temáticos de éste álbum. No sé si conceptual,  pero sí con una idea en mente tras la última distopía. Brock habla por su música,  para el que lo quiera escuchar. De nuevo el feel jazzístico, casi Canterbury a la Soft Machine. Con saxo-midi o sampler, piano eléctrico y percusión técnica digna de un John Marshall. La electrónica planea sin descanso. Es otro modo de entender a Hawkwind que desconocíamos, y van..... Asombran, alucinan y apabullan con tanta clase y elegancia instrumental...... No parece real. Brock toca finísima guitarra, casi en línea Gilmour. No esperes oxidados zarpazos de antaño. Bellísima prog-trónica krautie space, fabricada por los Reyes del psico-vuelo ancestral. Al final del tema, repiten el título insistentemente. Avisan y advierten.

"Rama (The Prophecy)" (8'29) resulta otra reinvención  del viejo sonido, con melodías excelentes y sí,  CANCIONES. Ésta en particular podría ser del "Warrior on the Edge of Time" sin problema. Sintes y Farfisa en plena invasión, cazas electrónicos disparados, atacando en masa tu más sensible hemisferio cerebral, (éso el que tenga, que ya escasea). Superior nivel.

Encadena con "USB1" (3'56) en más dominio ambiental no muy alejado de los actuales Tangerine Dream, con instrumentos rock. Mención aparte toda su parafernalia computarizada, que ahí poco se llevarán.  

"Outside of Time" (7'37) lleva acústicas como condimento a la telaraña cósmica,  y suena familiarmente a los Gong del "Radio Gnome Invisible-trilogy". Posee exploración y experimentación. Sin descuidar la melodía de ambiente. La guitarra levita a planos equiparables a Ed "Ozric". De nuevo limpia, cristalina. Otro corte estupendérrimo. Sigue Brock explicándonos éstos traicioneros tiempos : "I'm Learning to Live Today" (8'05) te pone al día a ritmo kosmische de manual y tesituras que van desde Ash Ra Tempel al Fumeta's Club de Ladbroke Groove 70s. Puro y genuino Hawkwind, en cualquier caso. "The Beginning" (8'21) comienza como Kraftwerk y no suelta su spoken word sideral explícito. Pero justo a mitad, entra una acústica que nos lleva a su debut de 1970. Y opciones de primeros Pink Floyd. Sencillamente,  me encanta, con su aire hippie acid folk. Cierran el manifiesto social distópico, o cómo ir a tu bola para el próximo kilombo, con "Trapped in this Modern Age" (2'54). Algo con lo que conecto con Dave Brock absolutamente. Es un corte psicodélico 60s de nostálgica catadura y genial escritura. Si los últimos discos del Viento Halcón eran buenos, éste se sale.



Brock no conoce límites y ahí sigue el tío,  en el "poblé", pasando de todo y de todos, haciendo Música Espacial Acojonante (M.E.A.). Deparándonos voladuras de tarro excepcionales y superándose a cada año.

Increíble lo de Hawkwind. En serio.

J.J. IGLESIAS



¿Te gustó el artículo? No te pierdas de los próximos artículos 



Vuestros comentarios son nuestra energía








Comentarios