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PROGRESIVO SIGLO XXI-22: Obiymy Doschu (Ucrania)

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 No sabría pronunciarlo. Cualquier idioma del este sea ucraniano, polaco ruso, esloveno etc son excesivamente complicados para nosotros. En lo personal siempre me ha interesado la música eslava. Principalmente clásica naturalmente. Lo que llamamos “música moderna” es un concepto occidental que incluso estaba prohibido en los años oscuros del telón de acero y es una verdadera pena.  Recuerdo en mis años jóvenes que escuchaba día sí y al otro también el Cuadros para una exposición de ELP recién editado y creía inocentemente e inconscientemente que probablemente habría bandas de rock sinfónico en la unión soviética que no se conocían en Europa. Una estupidez por mi parte llevada por el idealismo. Me costó librarme de la enfermedad de la esperanza y las utopías. Claro yo pensaba cual primaveras veinteañero que en la cuna y país de los ballets rusos de Diaguilev y Nijinsky, de Tchaikovsky y Rimsky Korsakov, Borodin, Tanéyev Mussorgsky, Rachmaninov, Stravinsky, Prokofiev, Shostakovi...

KORNMO- Fimbulvinter (2021/ Apollon)

 Érase una banda noruega disuelta en 2014, llamada Morild. Dos de sus integrantes, Nils Larsen (bajo) y Odd-Roar Bakken (teclados y guitarra), se aventuran en un nuevo proyecto al año siguiente. Se llamará Kornmo. Progresivo instrumental retro con la vista puesta en los grandes nombres 70s de Escandinavia. Para la batería,  entra el hijo del bajista, Anton JR Larsen. Y ya está el trío completo, que se estrena en 2017 con "Svartisen" y continúan con "Vandrig" (2019). Apollon Records no podía dejar escapar su tercero,  titulado ahora "Fimbulvinter". 



Precisamente como el tema que lo abre con sus 8'13 mts. De acústica textura y moog de pleno romanticismo norteño, aquí ya se siente la delicadeza sinfo cercana a unos Kaipa o Kerrs Pink. Todo huele a clásico prog aquí.  Bajo de sonoridad preponderante  (Rickenbaker?), solemnidad rítmica y analogía dominante en maravillosa teclística. No exenta de poesía instrumental en sus seis cuerdas. Que Bakken se doble en teclados y guitarra no es ningún problema para una banda que pasa del directo. El viaje retroactivo continúa en "Jutulhogget" (7'10), en mellotrónica solemnidad de cuerdas que simulan un "downer rock medieval" de encantadores planos descriptivos. Pueden recordar a los suecos Ragnarök o a sus paisanos Atlas, en ráfagas hard no muy acusadas.

"Dovre  Faller" (19'10), en sus tres partes, es una de las largas suites del álbum. Otra comilona sinfo-progresiva llena de manjares de solemnidad lírica y finísima línea en desarrollo. Inevitable no nombrar a Camel, sobre todo por lo que toca a la guitarra. Los teclados, de esplendor vintage reluciente, nos llevan a Bo Hansson sin problemas. Con un arsenal que abarca todo el armamento analógico deseado. Siempre utilizado con esa majestuosidad inherente en Kornmo, realmente marca de la casa. 

Por si no teníamos suficiente, se enlaza con "Kjempene Vakner" (26'17). Éste tema ya podría haber sido un álbum por sí sólo. Cuatro partes lo construyen en la misma línea sinfónica de todo el álbum. Barroco prog norteño de inspiración preciosista en la línea del alemán Lanvall. Y en los momentos más organísticos, cercano a Par Lindh Project. Recomiendo escuchar ésta pieza aparte del álbum.



Pues aún nos queda "Mega Annum" (10'31) de espesura similar. En líneas generales, es un disco muy disfrutable. .....en pequeñas dosis. Ya que su duración nos lleva a aquellos interminables cds de los 90. En éste caso todo aquí es bueno, pero puede dispersar la audición su extensa grabación. Mejor en dos escuchas.

J.J. IGLESIAS


 








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