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Panna Fredda - Uno (1971)

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 Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...

LA FASE – La Fase (1995, Q Records/Hard Vinyl) (Rockliquias Bandas)

 Lo de que una discográfica se aproveche de un grupo y lo mangonee para su propio beneficio, no es nada nuevo; sin embargo, que el elepé nacido de ese abuso de confianza termine convirtiéndose en una obra de culto, eso ya no es tan común. El álbum homónimo de La Fase, publicado en un año tan poco dado al rock melódico como lo fue 1995, es aplaudido en la Red de redes por decenas y decenas de admiradores de la nombrada corriente musical; de hecho, no son pocos los que citan el larga duración de esta agrupación vasca como uno de los cinco trabajos fundamentales del AOR en España. Lo llamativo del asunto, es que La Fase no estuvo de acuerdo entonces con el resultado que puso a la venta la empresa Hard Vinyl por medio del sello discográfico Q Records.



Lo primero que debe quedar claro es que, el grupo como tal, se parió cual banda con temas en inglés, apuesta musical que respondía al nombre de EverLevel. “Nacemos con ese nombre en 1990, viniendo de Weekend, formación con algún otro miembro desde 1988. En el verano de 1993, EverLevel queda segundo finalista en el concurso PopRock de San Sebastián; la grabación en casete de ese directo es enviada a unas cuantas y variadas compañías discográficas del país. Hard Vinyl se interesa por nosotros y nos propone un contrato”, me cuenta en 2017 el guitarrista y compositor Javier García Uriarte. Y serán esos mismos que les quieren como nuevos talentos del sello, los que les impongan un cambio de nombre, pasando toda la propuesta al castellano. De igual manera, y añadiendo a Miguel Ángel Collado (ex Ñu) para que se ocupe de los arreglos finales de las canciones, se reorienta el proceder de estos reinventados La Fase. “La compañía y el productor ya nos plantearon que el sonido final iría dirigido a un público entre joven y femenino. Nos sorprendió que hubiese canciones que, desde su intro hasta un rato después, apenas éramos capaces de reconocer. Sí, cierto, muy comerciales; pero nos sonaban demasiado a pop”, me explica Javier. Collado, a las teclas, y el guitarrista Luis Cruz (Topo), aparecerían también como instrumentistas invitados.



“Que después de un año de sacar el disco, nos siguieran sin informar de ventas y no organizaran nada importante, ni tan siquiera mediocre, en cuanto a conciertos o promos, hizo que a principios de 1997, desilusionados y muy desengañados todos, decidiéramos abandonar La Fase”, reconoce García Uriarte. Pero en 2011, y con ganas renovadas, aquellos músicos que soñaron con EverLevel cual realidad, deciden darle su oportunidad grabando el primer disco oficial del proyecto. Un año después, algo más de dos décadas tras la creación del conjunto, se edita finalmente. En 2015, y rebuscando por Internet, descubren el peso de su obra debut La Fase, comprobando así que canciones como “Ángel” o “Siento Soledad”, por citar dos, continúan en el recuerdo del público aoriano nacional. Ya para 2017, La Fase renace de sus cenizas celebrando los veinte años transcurridos desde su disolución; y la mejor manera de hacerlo sería con un nuevo trabajo de estudio en el que plasmar el auténtico sonido melódico pero más guitarrero que no les permitieron mostrar en 1995. Había llegado al mundo Énfasis.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com










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