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Elonkorjuu – Harvest Time (1972)

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 La década dorada de los setenta. Sí, considero que los setenta fueron la década más prolífica; la abundancia de bandas era evidente, visible tanto para los oídos como para el alma.  Sus comienzos, con estilos embrionarios, fueron adquiriendo sustancia con el paso de los años, dando lugar a una gran cantidad de bandas que deleitaron a aquellos ávidos de un sonido nuevo; una juventud descarriada y marginal, sin perspectivas de una vida buena y plena, buscaba en esta revolución sonora que irrumpió en aquellos años lejanos, su alimento, su fuerza emocional, mucho antes del punk rock, amigos míos.  Muchas bandas alcanzaron el éxito, popularizando el concepto de rock de estadio, conciertos faraónicos, estadios y gimnasios; el rock entrelazado con el mundo del espectáculo. Pero también existen bandas relegadas y olvidadas que cayeron en el olvido del rock. Sin embargo, no se equivoquen, no interpreten esto como incompetencia, como si las bandas hubieran fracasado en el seductor...

DANA FUCHS - Bliss Avenue (2013, Ruf Records)

 Muchos la recuerdan por interpretar el papel de Sadie en el filme de Julie Taymor titulado Across The Universe, esa curiosa oda a The Fab Four estrenada en 2007; pero lo cierto es que Dana Fuchs, cual vocalista, tiene una carrera más que jugosa, y discos como Live In NYC, Lonely For A Lifetime o Love To Beg lo confirman. Bliss Avenue, editado bajo el manto de Ruf Records, aparecía en 2013 para ser algo así como la definitiva consagración de una Dana a la que ya no había cortapisa que le parase.

 


Como sucedía con la Joplin, Fuchs tiene una voz negra, una voz que se modula cual tributo a damas de profundo calado como Etta James o Mavis Staples. El blues rock es su campo de juego y ella conoce las reglas a la perfección, ahí están las canciones “Bliss Avenue” o “Vagabond Wind” –muy The Black Crowes ella– para los dudosos. Puede atacar con un tempo más rápido (“Rodents In The Attic”) como pasearse en ese funky de rock con cada pie a un lado de la frontera llamado “Livin’ On Sunday”. De hecho, puede asegurarte en un momento dado, y toda mimosa, que es una auténtica “Daddy’s Little Girl”, metiéndose liberada al minuto siguiente en la cantina más destartalada para cantar con los tacones bien asentados en la tarima un “Handful Too Many” revelador.

 


En cierto modo, la propuesta de Fuchs posee más que simples similitudes con las canciones que graba Stacie Collins. Stacie asentada en Nashville, Dana nacida en Nueva Jersey pero crecida en Florida, tierra de magníficas formaciones de rock sureño; ambas talentos que cobran mayor valor todavía cuando ponen las suelas de sus botas encima de un escenario.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com










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