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CHRISTOPHE POISSON - Music Sky (1985-1997/ Gazul)

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 Nada se sabe del francés Christophe Poisson y nada se hubiera sabido, si no se hubiera rescatado a título póstumo éste "Music Sky" que grabó en 1985. En 1986 Poisson muere brutalmente a los 33 años. Dejando éste legado para la posteridad, que Gazul desempolvó con todo acierto. Le acompañaban Alain Gaubert (guitarra), Philippe  Gisselmann (saxo soprano), Gil Garenne (synths, computadora, drum machine) y Christophe Poisson en composición,  arreglos y ejecución (imagino que de teclados). El inicio de "Messe K" (12'07) induce tenebrismos experimentales muy cinemáticos. Con marcada influencia contemporánea que puede ir de Stockhausen a sus paisanos Heldon. Conseguidas percusiones, guitarra en vuelo rasante y fondos de oscuridad no apta para flojos de mente. Es una sensación grupal equivalente a Embryo, Popol Vuh, Kluster, Peter Frohmader, Dissidenten o Brave New World. Teclados y guitarra tejen una telaraña krautie de sorprendente calado emocional. Muy sugerente. &q

BO DIDDLEY - Bo’s The Man! - Bo Diddley Live On Tour (2006, Blue Label / SPV)

Las tablas de un escenario se hicieron para Otha Ellas Bates. Aquí tenemos una verdad como un templo. Ese campo es la sala de recreo de Bo Diddley, un guitarrista y vocal que ha escrito algunas de las páginas más interesantes en la historia del Rock And Roll. Corría el mes de junio de 1955 cuando este artista publicaba en Estados Unidos su sencillo “Bo Diddley”, tema al que se rendirían muchos de los nacidos bajo el signo de la guitarra eléctrica, entre ellos el añorado Buddy Holly –una de sus versiones la podemos encontrar entre los temas extra que incluye el CD titulado Reminiscing–. Largos años grabando en estudio y pisando la carretera, convirtiéndose en religión para músicos como The Yardbirds o The Rolling Stones.



Bo’s The Man! no viene a descubrirnos nada nuevo. De hecho, y para no crear falsas expectativas, aquí no se recogen las mejores tomas en directo del maestro. Sin embargo, ¿quién puede resistirse al encanto de alguien como Bates? Diddley se muestra supremo con únicamente rasgar una o dos veces las cuerdas de su guitarra, así que cuando rompe a cantar ya es una auténtica hecatombe. El rock and roll se hace carne y hueso. Desde su “Doctor Jekyll” hasta aquel “You Can’t Judge A Book” que tan espléndidamente brillaba en el Five Live Yardbirds de los chicos de Keith Relf. “Roadrunner” se muestra tan divertida como la primera vez que uno la escuchó en su versión original, al igual que “I’m A Man” nos pinta la silueta de Muddy Waters –sí, no te confundes, el mismo “Mannish Boy”–.



Como añadido y entre los tres cortes que completan la ya clásica sección de bonus tracks, Diddley pone a su banda bajo el influjo del carismático instrumental que en 1952 diera la primera oportunidad destacable al genio de la armónica Little Walter. Un disco que es de todo menos aburrido. La compra que te ayudará a condimentar tu colección dedicada al gran The Originator.

por Sergio Guillén 

sguillenbarrantes.wordpress.com


 








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