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LOS ESTANQUES - IV (2020/ Inbophonic)

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 Creo recordar que ya tuvimos por aquí a Crayolaser como sinónimo de originalidad dadaísta y estupendo-desconcertante álbum. De allí saldría Iñigo Bregel (voz, teclados, guitarra) y se juntarla con otra panda de vulcanianos, ahora desde Madrid, dando forma a Los Estanques. En 2017 editaron su primer pecado contra la realidad, "Contiene Percal". "II" y "Los Estanques" le siguieron, siendo aclamados como los nuevos Marx Bros del pop psych & prog surrealista.  En el Año Oficial de las Idas de Bolo, 2020, editaron "IV". Y claro, estaban en forma, para tan alocados días.  "No hay vuelta atrás" atrae recuerdos del rock arg spinettiano, en mi "molesta" opinión. Fernando Bolado sujeta riendas de bajo imperante junto a una batería sorpresiva, la de Andrea Conti. Mientras que ésa sibilina wah wah funk del guitarrista Germán Herrero construye un armazón donde una brass section se adueña de un excelente feeling zappero. Bregel canta

TEDDY LASRY: - E = MC2 (1976)

El que fuera saxofonista y vientos variados de Magma tiene una buena cosecha de discos editados entre 1969 y finales de los 80´s en una onda de electrónica francesa setentera que va de lo abstracto al electro pop en un estilo difícil de clasificar. No hay que olvidar que tuvo una activa participación en el sonido zeuhl primigenio. Lasry también compuso música clásica contemporánea y partituras para teatro entre esa bohemia intelectualoide francesa y demás ocurrencias avantgarde tan queridas en nuestros vecinos galos.


Teddy Lasry nace en 1947 entre familia de músicos en la ciudad de Niza y realiza estudios académicos en clarinete y composición. Pronto se amplía como multinstrumentista compositor y arreglista. Fue cofundador de Magma junto a Christian Vander. Lo veremos en los primeros discos de la banda y a él se deben la mayoría de arreglos de viento de las primarias y jazz-estrambóticas estructuras de la banda. Durante su andadura no hizo ascos en componer para anuncios comerciales y televisión así como música para películas. Mediados los años 70 realizó varios discos en una onda espacial cósmica apuntándose al llamado “rock cósmico” con clara influencia de escuela germana de Berlín y demás acólitos enganchados a los juguetes electrónicos y a los sonidos radiactivos. Muchos se encariñaron de los sintetizadores analógicos y no era para menos siempre y cuando la economía personal lo permitiera.

De su amplia discografía solo conocida en sectores muy interesados he seleccionado este “E=MC2” de 1976 que gustará bastante a los amantes de las músicas frías y planeadoras. La portada es simplona como si un niño hubiese pintado planetas. El piano eléctrico inicial suena casi naiff hasta que diferentes secuencias tejidas con varios pianos más van desarrollando una rueda sonora creciente. Los títulos son evidentes: quasar, heart, nebula, Galaxy, space, nonsense y life y así no se complica la vida. El sonido cíclico y vibrante y poco a poco se va acoplando el bajo de Janick Top y batería. Es difícil tocar una batería con un secuenciador porque tienes que ser un metrónomo y lo suficientemente hábil para hacer dibujos rítmicos variados sin salirte del implacable tempo. Como suele suceder en la electrónica cósmica las piezas pueden ser cortas y concretas o un cara entera de trance sintético. 


Lasry opta por piezas más pequeñas elaboradas melódicamente y con sutiles detalles lejos de darle al botón del secuenciador y girar los potenciómetros hasta la abulia monótona más proclive de los alemanes. Aparecen flautas y pinceladas de ecos cósmicos con otros sonidos de viento de jazz etéreo que incitan al relax pero tampoco a dormirte. Los Soft Machine del Six en su cara de estudio podría ser una referencia. La concepción en general es bastante artesanal y no domina el sonido robótico o maquinal en ningún momento. La escucha acaba atrapándote casi en un aspecto Oldfield hacia el minuto veinte del disco y la base tintineante tiene mucho de clásico a pesar de considerarlo música repetitiva por sus numerosos detalles finamente expuestos. No pueden faltar aves y pajaritos en “Birds of Space” y sonidos de gamelán claro. Esto gustaba mucho por entonces y resultaba tremendamente exótico y porrero. Después de un largo paseo de pianos eléctricos el disco el disco se funde en sonidos tribales africanos y breves retazos jazz a la Coltrane. Curioso y agradable de escuchar.
Alberto Torró




Temas
0:00 Life
1:36 Quasar
8:46 Earth
12:53 Nebular
19:02 Birth Of A Galaxy 
24:32 Birds Of Space
32:43 Nonsense




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