No soy muy proclive al prog moderno, aunque reconozco que a veces hay cosas interesantes. Una de las peculiaridades del estilo es que con los años se ha ido abriendo cada vez más por cauces más variados, eso que llamamos ecléctico que bien puede acabar en un puzzle indefinido o en un nuevo resultado de la química sonora. Como ya dije la semana pasada en los tiempos distópicos y desagradables que por desgracia nos tocan vivir, es fácil encontrarnos con músicas que así lo reflejan. Cada vez la música es más áspera y más infeliz y uno que contempla la degradación humana a diario y el camino hacia la locura que tanto por la política deshumanizada del negocio y poder, así como por la disminución de inteligencia global y aumento de la maldad en el planeta se da cuenta que ya no hay vuelta atrás. Cada día será peor que el anterior, bien sea por el clima y cambios naturales o por guerras en todos los frentes. No me toca decir a mí si la inteligencia artificial será algo mejor o peo...
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GIZMO - Just Like Master Bates (1979 / Ace)
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Procedentes de Canterbury, Gizmo se enfrentó a un debut demasiado tardío para sus intenciones. A pesar de que todo comenzó con un single editado por David Radford (voz, guitarras), en 1975. Animado por las buenas críticas, funda Gizmo junto a Maurice Memmott (Fender Rhodes, Farfisa organ, violin), y Steve Wyse (batería y percusión), entre el 77 y 79. Es en ése último año cuando editan el extrañamente presentado, "Just Like Master Bates". Añaden para la grabación a Brian Gould (MiniMoog, Farfisa organ y Clavinet) y Trevor Rogansky (bajo).
El problema con Gizmo es que las continuas separaciones/reuniones han diluido una carrera errática, que no en lo creativo. Hasta tres o cuatro de éstos parones podemos encontrar en su biografía. A veces con sorprendentes nombres, como en la reforma del 95, que contaron con Hugh Hopper al bajo. En el 84 (y tras otra reunión), hacen una gira con unos Ozric Tentacles primigenios, con Martín Reed (guitarras), fallecido en 2011. Cinco son los discos que comprenden su discografía, y que responden a los años 1979, 1981, 1992, 2012 y el último, "Marlowe's Children", de 2015. Irregular andadura, como puede verse. Puede que por eso no sean tan conocidos como otros de sus vecinos. Hoy traemos su debut, como buen referente para comenzar con Gizmo.
"Gravity Brings You Down" (4'36) deja en evidencia su procedencia, con juguetón Rhodes y voces psych de marcado carácter. El violín los sitúa cerca de unos Caravan de mediados 70, inequívocamente. El ambiente de "Long Gone Song" (5'20) deja entrever fuertes querencias Art Rock paralelas a unos 10CC, aunque el terruño canterburyano tira de lo lindo. Las ideas se les agolpan, se nota a la legua. Van sobrados de inesperados y bonitos detalles. Otra joyita es "Storyteller" (4'10), que podría estar profetizando el neo-prog perfectamente. El sólo de MiniMoog y el tratamiento teclistico es exquisito. Una pequeña belleza. Campestre y acústico feel nos trae "Those Lying Eyes" (6'08), otra con aires de Caravan y hasta un sentido naif hecho a propósito. .....sólo en apariencia. La composición está muy trabajada. Pero ése es otro de los engañosos factores del Art Rock.
"Kismet" (9'20) posee un cierto aire trágico genesiano. "Hourglass" (5'04) ataca un particular modo estratégico que bascula entre el classic prog y ritmos ligeros más del momento. En "Not that Far To Go" (4'26) podrían ser los Pavlov's Dog británicos, quizá no con la voz imposible de David Surkamp, pero sí con cierto parecido en las maneras. Hay cambios de ambiente y texturas, algún golpe experimental, batería sin desperdicio y unos magníficos teclados. Me inspiran también a Cardiacs, It Bites, Pendragon.....Y cosas inmediatamente venideras. "Come the Day" (2'50), con ésa viola de igual sonoridad que Geoffrey Richardson, vuelve a recordarnos su procedencia hippie, rural e idílica. Preciosa rola con acústicas, Farfisa y Caravan feel en estado puro. Una de mis destacadas. El truculento rock arty aparece ahora con "Dance of the Emmets" (2'56). Brian Gould juega aquí a ser una mezcla de Giorgio Moroder y Tony Banks. De algún modo, también están ejerciendo de Nostradamus del synth-pop con éste instrumental! Y los resultados abofetean, por originales. En "One and One is Two" (3'06) son de nuevo los "Pavlov's Dog de Canterbury", con ése melancólico tono vocal y Rhodes protagonista. "Onto the Sun" (ya como bonus), sigue esas mismas pautas, y es otra pieza ganadora. Finalizando con otra versión arty de "One and One is Two", más cerca de lo que parece de Ultravox o Tubeway Army.
Gizmo se adelantaron a muchos, y la historia nos dice que ése "atrevimiento" nunca es bueno para el valiente que lo realiza. Con una más firme y consistente formación, quizá en los 80 hubieran triunfado......aunque algo me dice que no con prog rock!!!
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