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LOS ESTANQUES - IV (2020/ Inbophonic)

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 Creo recordar que ya tuvimos por aquí a Crayolaser como sinónimo de originalidad dadaísta y estupendo-desconcertante álbum. De allí saldría Iñigo Bregel (voz, teclados, guitarra) y se juntarla con otra panda de vulcanianos, ahora desde Madrid, dando forma a Los Estanques. En 2017 editaron su primer pecado contra la realidad, "Contiene Percal". "II" y "Los Estanques" le siguieron, siendo aclamados como los nuevos Marx Bros del pop psych & prog surrealista.  En el Año Oficial de las Idas de Bolo, 2020, editaron "IV". Y claro, estaban en forma, para tan alocados días.  "No hay vuelta atrás" atrae recuerdos del rock arg spinettiano, en mi "molesta" opinión. Fernando Bolado sujeta riendas de bajo imperante junto a una batería sorpresiva, la de Andrea Conti. Mientras que ésa sibilina wah wah funk del guitarrista Germán Herrero construye un armazón donde una brass section se adueña de un excelente feeling zappero. Bregel canta

THE BEAT OF THE EARTH - The Beat of the Earth (1967 / Radish) ( SERIE PIONEROS)

Nos vamos a la California no tan cándida como se suele dibujar hoy. Aquella que Tarantino plasmó en su último filme, con gran acierto como falso documental, pero poco atino cinematográfico. 


Era el verano del amor cuando veía la luz el "proyecto de arte", - así lo llamaba él -, de Phil Pearlman. Uno de los muchos visionarios que pululaban por Orange County en busca de miembros para su......grupo? Secta? Comuna? Colectivo artístico? Todo en uno? La primera "captada" será Kareen Darby.  Pearlman ya había editado un single en el 64 como Phil & the Flakes, y no le cuesta mucho embarcarla en su aventura, no sólo musical. Luego irán llegando JR Nichols, Sherry Phillips, Bill Phillips (guitarra), Morgan Chapman o Ron Collins (órgano). Suelen practicar sus electroshocks mentales sónicos cara al público en un oscuro y maravilloso sótano del Sid's Blue Beat Cafe. Phil Pearlman es una especie de Joseph Byrd, y como él,  su dirección free se acerca a The United States of America, Joe Byrd & the Field Hippies,  Fifty Foot Hose o Spoils of War. Todos operando activamente por el mismo área y tiempo. 

El único disco de The Beat of the Earth estará compuesto de dos únicas jams, Part 1 y 2, y fueron editadas originalmente en tirada de 500 copias. Es un resumen bastante fidedigno de lo que solían hacer en directo, en una onda experimental free,  altamente psicodélica y de pura libertad improvisadora. Por supuesto, no le faltaban sus carácteres étnicos de rigor, de orientalista sabor. 

La parte 1 se expande en 21'30 mts, con lisérgicas guitarras, chirridos de órgano e hipnótica sección de ritmo. La verdad es que no se aleja mucho de experimentos parecidos en Alemania, en la siguiente década. La huella indeleble de Can es ya un hecho en la California del verano del amor. Y uno se pregunta si no sería todo un mismo sentir a nivel global. Te dirán que las drogas.....Pero eso no es mas que un comportamiento social del momento. En mi opinión,  es algo más.  Algo metafísico,  cultural y social que funcionó a la vez en todo el mundo. Una forma de abrir puertas, derribar muros, frente a nuevas expresiones artísticas que ya estaban llegando imparables y más que se iban a desarrollar. 
Tenemos un cantante susurrante y pasajes de pura fórmula Doors, junto a laberintos sonoros creados por percusiones y órgano,  que asemejan situaciones similares luego en Limbus 4, Faust, Organization, Popol Vuh, Nazgul, Metrópolis, Cosmic Jokers, Embryo, Gila o incluso los primeros Agitation Free o Ash Ra Tempel. La armónica entra en acción junto a delirantes percusiones y ritmos. Guitarras acidisimas serpentean el ambiente hacia todas direcciones y el efecto conseguido es sencillamente,  brillante. Únase el factor visual de un gurú -líder,  Phil Pearlman, de aspecto de Jesucristo, y ya tenemos la Polaroid instantánea de un momento clave en el desarrollo de la música popular. Flautas descarriadas se alían con insondable órgano,  trance percusivo sin tregua junto a cuerdas que se derriten en un mundo de plastilina que se moldea y se destruye a cada segundo. Trip éste de peligrosos efectos, que con la pureza de las drogas de entonces, tenía que ser altamente efectivo y number one en cualquier party de hippieland. Termina con una marcha militar de gaitas para mayor desbarre mental.

La parte 2 (20'52) tiene un inicio de sonidos al revés,  por lo que las técnicas de manipulación de cinta no les son ajenas. Y otra delirante jungla donde todo es posible se inicia de nuevo. Cantante al estilo Money / Suzuky recita sus letanías siderales, mantra percusivo-rítmico y otro viaje alucinante al centro de la mente, toma lugar. Mucho antes de que Brainticket nos volara la cabeza, ya habia científicos del sonido explorando el cerebro desde todo tipo de ángulos,  vía psych-free sin contención. 


Phil Pearlman siguió sus experimentos psíquicos  con The Electronic Hole (1970) y Relatively Clean Rivers  (1976). En 1994 se editó un disco de outtakes  extraído de las sesiones originales de The Beat of the Earth. Con todo derecho.
J.J. IGLESIAS




Temas
1  Beat of the Earth  21:30
2  Beat of the Earth  20:52





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