De vez en cuando, Canadá nos envía alguna carga de profundidad dinamitera, para recordarnos que aquel es un país todavía fértil en cuanto a escena progresiva. Aún no repuestos del shock Crown Lands, llega desde Vancouver, Brass Camel. Que ni llevan sección trompetera "brass", ni se parecen a Camel. Ellos dicen que lo suyo es "prog funk".....Pero eso ya lo decían en sus inicios sus paisanos Saga, y era una trola bien grande. Brass Camel es un quinteto formado sobre el 2017, con dos álbumes hasta la fecha. "Brass" (2022) y "Camel" (2025). Sin complicaciones. Igual para el tercero tienen que cambiar ya de nombre. Dos guitarristas de complicidad dual exigente, Daniel Sveinson (también voz), y Dylan Lammie. Un batería old school-Peart, Wyatt Gilson. Curtis Arsenault (bajo, voz) y Aubrey Ellefson (teclados, voz). Da gusto verlos en directo, con sus pintas 70s y sus guitarras de doble mástil, Rickenbaker, set percusivo bien lleno de chatarra y teclad...
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ZEUHL: NYL - Nyl (1976)
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Esta es una de esas piezas extrañas y solitarias que se pierden entre montones de discos y se descubren por casualidad. Apunto constantemente el archivo inmenso y cada vez mayor que es la red y que nos permite recuperar grabaciones antiguas que en la mayoría de los casos pasaron desapercibidas en su momento y que ya sea por azar o capricho, incluso por devoción musical de alguno, resucitan en momentos un tanto necesarios para comprobar la diferencia entre el ayer y el hoy en lo que a música se refiere. No son manías por mi parte.
Cuando los de mi generación afirmamos que la música no ha crecido ni en calidad ni en originalidad desde los años 70´s muchos nos consideran de pensamiento arcaico. Puede tener su lógica porque cada uno se adapta a la época y a las corrientes de su momento. Sin embargo, puedo garantizar que alguna parte de la generación de mis hijos está mucho más interesada en la música que se creó en mi época que en la suya propia. Lo voy a decir sin tapujos: si no fuese por el inmenso legado de grabaciones en todos los estilos, sea clásica, sea jazz o sea rock por citar los tres grandes bloques grabados en el pasado, mi interés por la música actualmente desaparecería por completo. La sobredosis de aburrimiento, pesadez y mediocridad de los nuevos productos solo me producen hartazgo y abulia. Si dices que la música de calidad a nivel general ha muerto te llaman tremendista, aguafiestas o anticuado. Pues lo siento es así y si alguna cosa de hoy nos gusta es que inevitablemente es una copia modernizada del pasado. No será por intentar buscar la excepción, porque eso es casi a diario. Cada mucho suena la campana, pero eso es bastante raro e inusual.
Nyl fue más el proyecto de grabación de un solo disco que una agrupación. De hecho, se separaron nada más grabar este LP de 1976, reeditado en CD con material extra en 2011. Se trata de una comuna de rock francesa capitaneada por el guitarrista Michel Peteau que ya venía de una banda muy loca de kraut a la francesa llamada Cheval Fou. Entre los once componentes de Nyl se encontraba Jannick Top, el potente bajista de Magma. El despliegue instrumental es considerable entre vientos, teclados, sintetizadores y guitarras con un resultado que es como una macedonia agitada entre jazz-fusión, kraut, space rock, zeuhl y Canterbury entre lo vanguardista y la fantasía psicodélica. Un plato estupendo, bien condimentado y para nada aburrido.
La pieza de título “Nyl” se amplía en una suite de tres partes en la versión CD. Nada más poner el disco los perfumes de todos los estilos mencionados se van a suceder en interesantes charlas instrumentales entre solos variados de flauta, bajo, guitarra y sinte con voces repetitivas típicas del zeuhl como un instrumento más. El solo de sintetizador es excelente e incita al viaje mental típico del space-psych, entre ritmos canterburianos y un bajo impresionante. Aparecen piezas más cortas cantadas de corte acústico hippy un tanto peculiares, pero bastante melódicas recordando tiempos muy lejanos de los sesentas que contrastan con otros cortes más expansivos y ácidos. A veces parecen Can, otras Gong-Hillage, a ratos los primeros Soft Machine, Nucleus, Isotope o a otras muchas bandas de fusión de primeros setentas incluso llegando a la west coast.
En fin un compendio entretenido de variados vericuetos a veces antagónicos pero que te mantienen interesado en la escucha. Un rara avis del historial progresivo francés difícilmente clasificable en un estilo aunque lo etiquetemos como un zeuhl abierto a muchos caminos diferentes. Cosas de los años 70.
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