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Robot God - Subconscious Awakening (2024/ Kozmik Artifactz)

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 Como en los primeros 70, los australianos Robot God van ya en éste año por su segundo disco, quinto en general. Cosas del underground y su libertad.  Desde que en el agorero 2020 se estrenaran con "Silver Buddah Dreaming".  Le siguieron "Valley of Primordia" (2021), "Worlds Collide" (2022) y éste año, "Portal Within" (Abril de 2024). Poniéndose así al día  en su media de disco por año (2023 en blanco). Si éste "Portal Interior" ya era bueno, el sucesor no se queda atrás.  Robot God son de Sydney, y ejercen con indudable inspiración como power trío - heavy psych de incursiones prog, doom, hard, rock blues, occult y demás condimentos relacionados con el actual stoner. Si es que todavía deberíamos llamarlo así. Cada vez tengo más dudas. Matt Allen (bajo, synths, teclados, voz), Tim Pritchard (batería,  teclados) y Raff Iacurto (guitarra, voz, teclados) se las arreglan muy bien con dos largos temas por cara. "Blind Serpent" (13&#

IA-BATISTE - Chichonera's Cat (1975 - Oliba / Edigsa)

"Un disco excelente y de referencia, incomprensiblemente olvidado". Eso dice con toda la razón Alex Gómez - Font en su obligado libro, "Barcelona, del rock progresivo a la música layetana" (2011 / Editorial Milenio). 


Qué mal se porta la historia con los genios. Ia Clua, que venía de un entorno folk con Dos + Un. Y Jordi Batiste, que también procedía de ése estilo desde los finales 60, pero había entrado en los 70 con los progresivos Maquina! Se conocen fortuitamente, y después de terminar la mili, Batiste no decide seguir en la banda del croissant. Hay demasiado en común con Clua. Un dúo que integra surrealismo, psych-folk, proto-prog, CSNY, Sisa y delirantes performances. Debutan en directo en 1972, y a final de año editan "Un Gran Día" (Diábolo - Als 4 Vents), uno de los secretos mejor guardados de la psicodelia underground de éste país. Aún a día de hoy. Y eso que fue reeditado lujosamente por Wah Wah Records  en 2003. Por allí andaban Max Sunyer, Manel Joseph o Albert Batiste.
Un grandioso álbum que pasó en su momento sin pena ni gloria. Y en éste,  porque nunca aparecen en las listas de indispensables del gremio. Acompañarán después a Sisa (buenas migas al instante), tanto como a Serrat. Éste último será el que detrás de su sello Oliba y con su producción,  les grabe "Chichonera's Cat" en 1975. De nuevo con la importante aportación de Max Sunyer (guitarras), Jordi Clua (bajo), Francis Rabassa (batería,  percusión), Kitflus (piano, Moog, Elka,  órgano), e invitados al saxo, percusiones, coros.....

Su comienzo con "Bon Día,  Lluna" no puede ser más espectacular.  Como si Iceberg tuvieran un giro hacia Yes. Poesía,  delicadeza, vocales cuidadísimas y una pirotécnica instrumentación  progresiva de primer nivel. Con sus acústicas y voces, Ia-Batiste exploran su interior a base de pequeñas gemas imperecederas. Vibración hippie del momento, paz y positividad, resuena en "Ocell". "Chichonera's Cat" sigue esos derroteros, días de bohemia,  candidez, investigación interior y felicidad, sin pensar en el día siguiente. Bucear en discos como éste,  te hace sentir como aquellos soñadores en tiempos oscuros, (acaso no tan lejanos), a poca sensibilidad que se tenga. También el círculo Ayers / Allen tiene aquí su eco influyente. Un Elka de cuerdas bien insertado hace maravillas, como pasa en "El Llarg i lluent Cami". Cantar en catalán aporta lirismo bucólico  difícil de expresar en letras. Son sentimientos plasmados en sonidos de una época. Su arropo progresivo es evidente y efectivo a más no poder. Qué bonito título es "Canço per a no sentir-se sol", donde la guitarra de Sunyer brilla bajo un mar de percusiones coloristas. Y Kitflus llena con sus sintetizadores,  unas letras intimistas, en un particular mundo para perderse bien a gusto. 

El saxo de Pau Casares en "El Noi i la Canço" le da un aire Canterbury.....un no se qué, que conecta con la música de aquel lugar. La magia siempre presente de Ia-Batiste. Añade bonitos arreglos de guitarra y ritmo, y un solo de órgano de Kitflus que eleva la calidad inequívocamente. "Aeronaus" conecta con el universo pot head y sus pixie alumnos de Gong. Desmesurada belleza acústica en "El Gessami i La Rosa". Magia electrónica  para "Imatges de l'estiu", con desbordante fantasía sympho, casi paralela al sonido alemán del sello Sky. Que continúa sin silencios en "Villa Montserrat". Moogs en efervescencia Emerson. "Esqueix de Canço" es otro perfecto instante sonoro del pasado. Melancolía que parece Starcastle en catalán!  La final "Vida de pel -licula" tiene de nuevo olor a Iceberg con voces andersonianas.


La madurez de ésta obra es inmensa. Tal vez demasiado. Al finalizar el año y tras participar en  el recordado Canet Roc, deciden separarse por diferencias artísticas. 
El sueño de una noche de verano de 1975.
J.J. IGLESIAS


 





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Comentarios

  1. Muy interesante. Tomo nota de su obra, también del libro de Gómez-Font, una época que me apetece mucho investigar.
    Saludos,

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