Hay casos en el mundo de la música que causan perplejidad pero que por otra parte son bastante comunes cuando las decisiones sobre qué camino tomar y en que estilo se hace no siempre acaban bien. La fortuna es una probabilidad matemática que se da cuando una serie de circunstancias encajan. El azar en todo en esta vida es imprevisible. Yo no he creído nunca en la buena o mala suerte y mucho menos en el destino porque pienso que la mayoría de las cosas negativas que nos ocurren en esta vida es culpa nuestra. Bien sea por malas o equivocadas decisiones o por formas determinadas de carácter personal. Acertar es difícil. Una probabilidad que depende siempre de factores que en un momento dado encajan. Nadie puede controlar eso pero la mayoría de las veces que algo sale mal casi siempre es por nuestra culpa o por nuestra estupidez innata como seres humanos. La suerte es algo muy relativo. Muchas buenas ideas en la música se fueron al traste por malas decisiones. Sorprendería saber cuántos c
"Un disco excelente y de referencia, incomprensiblemente olvidado". Eso dice con toda la razón Alex Gómez - Font en su obligado libro, "Barcelona, del rock progresivo a la música layetana" (2011 / Editorial Milenio).
Qué mal se porta la historia con los genios. Ia Clua, que venía de un entorno folk con Dos + Un. Y Jordi Batiste, que también procedía de ése estilo desde los finales 60, pero había entrado en los 70 con los progresivos Maquina! Se conocen fortuitamente, y después de terminar la mili, Batiste no decide seguir en la banda del croissant. Hay demasiado en común con Clua. Un dúo que integra surrealismo, psych-folk, proto-prog, CSNY, Sisa y delirantes performances. Debutan en directo en 1972, y a final de año editan "Un Gran Día" (Diábolo - Als 4 Vents), uno de los secretos mejor guardados de la psicodelia underground de éste país. Aún a día de hoy. Y eso que fue reeditado lujosamente por Wah Wah Records en 2003. Por allí andaban Max Sunyer, Manel Joseph o Albert Batiste.
Un grandioso álbum que pasó en su momento sin pena ni gloria. Y en éste, porque nunca aparecen en las listas de indispensables del gremio. Acompañarán después a Sisa (buenas migas al instante), tanto como a Serrat. Éste último será el que detrás de su sello Oliba y con su producción, les grabe "Chichonera's Cat" en 1975. De nuevo con la importante aportación de Max Sunyer (guitarras), Jordi Clua (bajo), Francis Rabassa (batería, percusión), Kitflus (piano, Moog, Elka, órgano), e invitados al saxo, percusiones, coros.....
Su comienzo con "Bon Día, Lluna" no puede ser más espectacular. Como si Iceberg tuvieran un giro hacia Yes. Poesía, delicadeza, vocales cuidadísimas y una pirotécnica instrumentación progresiva de primer nivel. Con sus acústicas y voces, Ia-Batiste exploran su interior a base de pequeñas gemas imperecederas. Vibración hippie del momento, paz y positividad, resuena en "Ocell". "Chichonera's Cat" sigue esos derroteros, días de bohemia, candidez, investigación interior y felicidad, sin pensar en el día siguiente. Bucear en discos como éste, te hace sentir como aquellos soñadores en tiempos oscuros, (acaso no tan lejanos), a poca sensibilidad que se tenga. También el círculo Ayers / Allen tiene aquí su eco influyente. Un Elka de cuerdas bien insertado hace maravillas, como pasa en "El Llarg i lluent Cami". Cantar en catalán aporta lirismo bucólico difícil de expresar en letras. Son sentimientos plasmados en sonidos de una época. Su arropo progresivo es evidente y efectivo a más no poder. Qué bonito título es "Canço per a no sentir-se sol", donde la guitarra de Sunyer brilla bajo un mar de percusiones coloristas. Y Kitflus llena con sus sintetizadores, unas letras intimistas, en un particular mundo para perderse bien a gusto.
El saxo de Pau Casares en "El Noi i la Canço" le da un aire Canterbury.....un no se qué, que conecta con la música de aquel lugar. La magia siempre presente de Ia-Batiste. Añade bonitos arreglos de guitarra y ritmo, y un solo de órgano de Kitflus que eleva la calidad inequívocamente. "Aeronaus" conecta con el universo pot head y sus pixie alumnos de Gong. Desmesurada belleza acústica en "El Gessami i La Rosa". Magia electrónica para "Imatges de l'estiu", con desbordante fantasía sympho, casi paralela al sonido alemán del sello Sky. Que continúa sin silencios en "Villa Montserrat". Moogs en efervescencia Emerson. "Esqueix de Canço" es otro perfecto instante sonoro del pasado. Melancolía que parece Starcastle en catalán! La final "Vida de pel -licula" tiene de nuevo olor a Iceberg con voces andersonianas.
La madurez de ésta obra es inmensa. Tal vez demasiado. Al finalizar el año y tras participar en el recordado Canet Roc, deciden separarse por diferencias artísticas.
Muy interesante. Tomo nota de su obra, también del libro de Gómez-Font, una época que me apetece mucho investigar.
ResponderEliminarSaludos,
Es posible conseguir el enlace?
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