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Irene Ketikidi - Live at Piraeus Club Academy (2024)

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 Piraeus Club Academy es un local situado en la zona costera de Atenas, cerca del puerto histórico del Pireo. Este club ateniense ha tenido una intensa actividad de conciertos en los últimos cinco años. Por su escenario han pasado Patti Smith, John Carpenter, The Waterboys, Megadeth, Ministry y  Monster Magnet entre otros muchos. Hoy tendremos la oportunidad de escuchar a una de sus hijas predilectas, Irene Ketikidi. Irene Ketikidi procede de Ioannina, Grecia. A los quince años se inicia en la guitarra de forma autodidacta y tomando clases de un profesor local. En 2001 entra en el Conservatorio Philippos Nakas en Atenas. En 2007 pone rumbo al Reino Unido para seguir formándose en el Guitar Institute (ICMP). Ese mismo año deja boquiabierto al mismísimo Stevie Vai en una masterclass. Con su  licenciatura de nivel 6 en enseñanza de música bajo el brazo colabora con diversos artistas de la escena londinense (Red N Pink, Cherry Lee Mewis, Ruchelle Scott entre otros). Paralelamente se involu

ANGE - Par Les Fils de Mandrin (1976)

Recuerdo a algún amigo mío de la época esperar este nuevo disco de Ange como si fuese la noche de reyes mayos. A mí me pasó algo parecido con “Trilogy” de ELP pocos años antes y recién editado en España. Imagínate que te dicen que te lo han comprado como regalo pero que hasta el día de tu cumpleaños no te lo dan. Eso fue cruel porque pasaron semanas hasta que pude ver al trio en el sugestivo bosque interior con sus cazadoras y chaquetas modelos fantasía. Bueno yo tendría entre unos 18 o 19, intenté llevar el pelo como Emerson, pero en moreno no quedaba bien y a mi madre no le hacía mucha gracia. Tiempos en los cuales mi joven e incauto cerebro estaba todavía libre de contaminación y aversión hacia el ser humano. Hoy me rio por no llorar.


Es curioso porque ahora me compro un vinilo cada mucho tiempo y no siento nada especial y me ocurre con cada disco que bajo de la red o incluso novedades de mis bandas favoritas o viejas reediciones no me dicen absolutamente nada. Aquella pasión, aquella alegría desapareció por completo. No solo en la música. En casi todo. Es como una película repetida una y otra vez. Esto para un melómano sería un drama. Para mí es un respiro. A partir de cierta edad la vida es terriblemente aburrida y repetitiva y dicho esto no me hagáis caso porque esto es un mal ejemplo…jejejeje.


“Par Les Fils de Mandrin” supondría su disco más internacional y con mayor venta. Obtuvo el premio del disco en Francia y grabaron una versión en inglés del mismo. La portada es maja y atractiva, un pelín cursi por el tema de los payasetes, la caravana y el aire entre hippioso y circense. Pero estamos en los 70´s y la gente todavía creían en pajaritos y hadas buenas, comunas guays y alegres polvetes campestres, solidaridad, paz, amor, fraternidad y libertades post psicodélicas. El neoliberalismo, las teorías orwellianas, las drogas modernas y el control tecnológico estaban todavía en proceso inicial pero ya cerca del final de la inocencia. Del Walt Disney musical se pasó al mal rollo en cuestión de meses. Del porrete inocente de maría o el LSD ocasional proclive a la locura, se pasó al pico en las venas y a las sustancias mortales. De igual forma cambió la música y los psiquiatras y psicólogos harían el agosto y engrosarían sus cuentas corrientes. El las siguientes décadas el mundo neoliberal de los negocios asquerosos multinacionales en todos los aspectos y ámbitos de la vida controlarían todo lo demás con el beneplácito de los poderes, de la política y de la “justicia”. Un mundo de ensueño. Platero y yo, Heidi y el abuelito. Hasta hoy hemos llegado y con la gentuza que domina el mundo casi sientes envidia por los que se han ido. La frialdad es tal que casi ya ni te inmutas ni sufres ante lo que ves y oyes.


Escuchas este disco y te das cuenta tanto de la ingenuidad perdida como de la bendita ignorancia. No es que los textos de Christian Decamps no tuviesen su sorna y denuncia social que la tenían. Lucha entre reyes y vasallos, almas libres y justas enfrentadas en busca de justicia y amor. El aspecto poético de los “outsiders” a día de hoy vistos como peligro para el sistema y piezas de desecho. Las letras y la música de “Acróbatas” o ese “Atlantis” y el himno a la vida devienen hoy como un tiempo lejano, incomprensible, casi ridículo, sin embargo, la música en muchos momentos nos alegra y levanta el ánimo que al fin y al cabo es el sentido último de la misma.
Alberto Torró


 





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