Pequeña criatura de tres patas que surge en Toronto en 1976, en principio eran solo dos miembros, pero poco después y a regañadientes por parte de Nash the slash (apodo por el que se le conocerá ya de aquí en adelante durante toda su vida), se les unió el batería Martin Deller. No era el mejor momento para el bautizo de una banda de rock progresivo, pero bueno, era peor en el viejo continente, tal vez no se puede decir lo mismo al otro lado del mundo en el continente americano, y menos en Canadá. No confundir con la banda británica de mismo nombre que realiza hard rock. Su rock progresivo siempre ha sido incluido dentro de la parcela del space rock y además sus letras están dominadas por la temática de la ciencia ficción, nada que objetar. La música muestra una abundancia absoluta de sintetizadores de nueva generación, pero no encontraremos ninguna guitarra, lo más parecido será el bajo. Después de escucharlo un par de veces me convenzo de que hay que catalogarlo dentro ya de la s...
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THE MOVE - Looking On (1970, Fly/Capitol)
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La agrupación The Move toma forma a comienzos de 1966 en Birmingham, escogiendo “La Mudanza” como nombre debido a la procedencia de sus miembros de oscuras bandas del fenómeno conocido como British Invasion. Los vértices del pentágono son ocupados por Roy Wood (guitarras y voz), Carl Wayne (voz), Trevor Burton (guitarras y voz), Ace Kefford (bajo y voz) y Bev Bevan (batería). Después de unos primeros pasos demoledores tanto en estudio como en directo –eran incendiarios sobre las tablas– la banda registra su primer y homónimo elepé. The Move (1968) contenía “Fire Brigade” y “Flowers In The Rain”, temas que como singles les habían conducido al Top 5 de las listas británicas, abriendo ante los ojos de la banda un futuro más que prometedor. Su pop poderoso y psicodélico les convierte en la nueva sensación parida desde Gran Bretaña. Desde la misma línea de salida, el excéntrico Roy Wood se erige en líder prominente de The Move.
El período transcurrido entre The Move y Shazam, segundo álbum de los británicos publicado en 1970, había sido llenado por diversos cambios de formación (curiosamente el futuro teclista de Electric Light Orchestra Richard Tandy llegaría a grabar el sencillo “Blackberry Way”, número 1 en Gran Bretaña, con ellos) y por la edición de diversos singles y de un EP titulado Something Else From The Move. Cuando Shazam arriba a las tiendas The Move ya son un cuarteto plenamente interesado en las texturas del denominado cual art rock. Ya con Shazam grabado y distribuido, Carl Wayne abandona el grupo para transformarse en un cantante de cabaret. El trío restante (Roy Wood, el bajista Rick Price y Bev Bevan) afronta con incertidumbre la segunda mitad de 1970 y, después de publicar el single “Brontosaurus”, da la bienvenida a Jeff Lynne (voz, guitarras y teclados). Los nuevos The Move registrarán Looking On en este mismo 1970, álbum que significativamente presenta a Lynne como compositor de dos de sus temas.
The Move lograron la mutación hacia una psicodelia inteligente en cuatro álbumes de estudio; de hecho, al alcanzar el cuarto Message From The Country (1971) la citada rama ácida ya parecía totalmente diluida como género imperante en la música popular y The Move, a fuerza de rizar el rizo, se la pasaban de largo para alcanzar algo parecido a un art rock casi progresivo que tendría similares estructuras en la siguiente formación a crear por Jeff Lynne, Roy Wood y Bev Bevan, una portentosa Electric Light Orchestra. Todo aquello estaría producido por las chispas de la fractura estilística que Looking On dibujaba sobre un lienzo de trama gruesa.
Las vías de expresión se convirtieron en puntos tan alejados entre sí que mientras el tema título del vinilo poseía las mismas influencias de hard oscuro que embelesarían a todo un titán como Blue Öyster Cult en su presentación homónima de 1972, “Open Up Said The World At The Door” ponía a flexionar unas progresiones complementadas por arreglos vocales psicodélicos –con seudo solo de batería de Bevan incluido–. “Brontosaurus” marca a fuego a una generación con su introducción cimbreante a la par que contundente, tan es así que Cheap Trick la utilizarían años después para ejecutar el inicio de la versión de otra creación de The Move llamada “California Man”. “Feel Too Good” se siente a placer remodelando el soul en la risotada de un cuarteto –Rick Price constituía la cuarta baza a jugar, efectivo tras las cuerdas de su bajo– que no se podía poner firme dentro de una camisa demasiado estrecha; las holguras musicales eran entonces su credo.
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