Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes
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DEMIAN - Rock Star Farm (1974 / Starbust)
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Compruebo estupefacto cómo todavía no hemos ingresado en el Rockliquias Hall of Fame a los Demian tejanos, ex-Bubble Puppy! Una falta grave que no tiene excusa y habrá que poner remedio cuanto antes. Pero no hoy.
Resulta que estos Demian eran otros, de Moline, Illinois. No puedo evitar demostrar mi satisfacción cuando descubro piezas así de interesantes, aún cuando un ejemplar de su único "Rock Star Farm", supere holgadamente los 100 pavos. Una banda extraña, muy teatral, que se monta una ópera rock al uso pensando en los grandes decadentes del momento : Bowie, Cooper o Reed (menos). El instigador se llama Shane Skinner (voz, letra y música de todo el kilombo). Lloyd Harper (bajo), Alanson Clark (guitarra), Craig Terrill (teclados) y William Lynd (batería) completan éstos "Billion Dollar Spiders". Aunque en justicia proclamaré que éstos Demian tienen sonido propio, incluso profético. Temas cortos, en un hilo temático de una historia muy 70s, y que conforman una gran obra que no llegó a ninguna parte. Y menos desde un agujero perdido, en un prensaje privado. Pero soñar es gratis. Y el rock'n'roll está lleno de soñadores. Consecuentemente, "Prologue to the Dream" deja ver a una banda muy competente en el terreno instrumental, y a un cantante que adora a Ziggy Stardust.
Hard teatral en "Hot Rod and the Prayer", en una mezcla improbable pero cierta, de Alice Cooper, Peter Hammill y claro, David Bowie. Y llegamos al meollo de Demian. La absoluta sabiduría Art Rock de dimensiones galácticas de su estilo. Aquí hay psych, prog, hard, vodevil y un derroche de imaginación que me hace pensar en una obra maestra perdida en el tiempo nada más comenzar. "Nucleus Shane" demuestra las ilimitadas posibilidades de la garganta de éste tipo. Los registros graves-agudos se los lleva por donde quiere, con un dominio extraterrestre. Cuánto me gustaría ver alguna filmación de ésta banda! Te imaginas de todo, de veras. Para "We Want the Witch Dead" conserva rasgos psico-prog perfectos en un disco de Arthur Brown's Kingdom Come. Pero es ésa imposible voz, que puede irse a registros de Ronn Goedert (White Witch), al que me recuerda en ocasiones. Casi parodian "Jesuchrist Superstar".....que aquí es más un "Antichrist Superstar". En "Where's my General?" la oscura sombra de "I Love the Dead" aparece sin guillotina.... pero ésa guitarra corta como las de Bruce/Buxton. Iré más allá. Esto es un absoluto atisbo profético a lo que Judas Priest hará en su obra maestra nunca superada, "Sad Wings of Destiny", dos años más tarde. Se respira el mismo ambiente a fatalidad malsana, de épica grandilocuente dantesca. "The General/Leigh Ashford" deja claro que no se van a ir al heavy metal. Ese Hammond omnipresente en línea de Víctor Peraino, los ancla para mi felicidad, en la psicodelia descriptiva paranoica. Y ME ENCANTA. VDGG encuentra a Alice Cooper. Bowie se une al primer Halford. Atomic Rooster hace satánicas jams con Spiders from Mars.....Veneno sonoro, ponzoña dañina y lasciva que te hará sentir en el nirvana. Éste disco no llegó a nada porque alguien poderoso vió su inmenso poder corrompe-mentes de adolescente. Los agudos del Sr. Skinner (ejem) llegan a extremos que recuerdan al propio King Diamond. Es rock de la Hammer en estado puro.
Segundo acto. "Snake Head" es como un "Rocky Horror Show" a lo pobre, pero con más mala hostia. Con teclados progresivos galore, coros de niños zombie y música de feria maldita. Culmina en un monstruoso menú hard prog. Demasiado. El espíritu atormentado de Hammill baja escaleras candelabro en mano, desde lo alto del torreón del castillo. Es "Acid Queen", con un manto de teclados ensoñador y fantástico. BOC con su dual guitar acorazada y sintes desbocados, se reflejan en "No Mirrors Tonight". Pero al micro está Ziggy, y aquello es el desmadre del rock decadente y teatral. Indescriptible, por mucho que me esfuerze. "Leeches at the Fairground" asombra en sus mil detalles. Otro puto corte pre-Judas Priest, con órgano salvaje y banda descontrolando hard prog en estado de gracia "satanificada"! Termina la pesadilla ácida con "Rock Star Farm", un epílogo perfecto para ésta aventura inédita de Ziggy Stardust.
Para mis entendederas, esto es una obra maestra suprema de Art Rock, absolutamente perdida. Que pongo ahora mismo al lado de los más respetados artefactos del género. Pecado mortal necesario.
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