Es sorprendente (y alarmante) cuánto se tiende a olvidar, ignorar, ningunear, la escena progresiva de Sudamérica. Monstruosos combos con masterpieces desorbitadas que todavía esperan ser descubiertas. Concretamente en Brasil, la conexión estilística con el rock progresivo italiano (RPI), es evidente. En muchos casos, a un mismo nivel de grandiosidad. Blezqi Zatsaz, Kaizen, Trem do Futuro, Verdaguer, Lehmujen, Sagrado, Topos Uranos, III Milenio, Dogma, Bacamarte, Atmosphera, Atomo Permanente, Som Nosso de Cada Día......La lista se hace gozosamente interminable. Creo que había que hacer justicia en Rockliquias y traer hoy a Quaterna Requiem. Banda-dúo formada en los finales 80. Elisa Wierman (teclados, composición, producción) y Claudio Dantas (batería, percusión, cover art, producción) son la base en éste "Quasimodo". Segundo álbum tras el ya magnífico "Velha Gravura" (1990). Únicos exponentes junto al grabado en vivo, "Livre" (1999), antes de co...
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RAM JAM - Portrait Of The Artist As A Young Ram (1978, Epic)
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A medio camino del golpe directo de los nativos de Flint, Michigan, Grand Funk Railroad y el trabajo comercial en los estribillos de la máquina canadiense de rock Bachman-Turner Overdrive. Ram Jam, corriendo desde Nueva York, llegaron tarde y muy justos en singles a la santificación del hard rock primario.
Su LP debut producido por el llamativo dúo formado por Jerry Kasenetz y Jeff Katz poseía gancho de creación con personalidad y el suficiente cariz comercial para no atragantarse; “Keep Your Hands On The Wheel” y “All For The Love Of Rock’n’Roll” podrían seguir sonando hoy en día junto a sencillos como “We’re An American Band” de Don Brewer. Sin embargo, y de manera totalmente comprensible, la canción que se llevó el gato al agua resulto ser una revisión del bluesman Leadbelly. “Black Betty” disfrutó de un ritmo frenético y con refrescantes cambios en el tempo que lo transformaban en rock duro con talento. Esto restaría cual eclipse sobre el resto de la carrera de Ram Jam, que únicamente se mantuvo en la brecha un disco más.
En Portrait Of The Artist As A Young Ram no se amilanaron ante este lastre, siendo aún superiores en ingenio y tirando etiquetas estilísticas por la carretera. “Hurricane Ride” servía como anzuelo para los que seguían queriendo un motor de muchos caballos alla hard rock; mientras, y dosificándolo con cálculo matemático le daban a las arengas pop (“Saturday Night”) o compartían gustos con los Dictators de “Fast And Louder” (“Just Like Me”).
“Wanna Find Love” era media marcha de funk rockerizado y “Turnpike” representaba el sonido de la épica de guitarras adultas ante la melodía de un teclado sugerente con el que los seguidores de los británicos UFO se sentirían inmediatamente familiarizados –ante todo escuchando las primeras notas que tocaba Paul Raymond para ese “Love To Love” del objeto volante no identificado–. “Gone Wild” todavía hoy haría enloquecer a todo un estadio. Merece la pena que el tiempo haga justicia con este álbum de culto perdido en una carrera mínima que se han tragado las arenas del tiempo.
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