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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

HAPPY THE MAN - Crafty Hands (1978)

Recuerdo con exactitud la decadencia progresiva de los últimos 70´s. Los que empezamos a la par que el estilo lo vimos nacer y crecer entre 1969 y 1976 (siendo generoso) pero también arruinarse en cuestión de un año y ese fue principalmente 1978. Las producciones de rock progresivo de finales de los años 70 y principios 80 fueron en su mayoría una galería de los horrores.


A partir de 1977 no se salvó ni uno de los grandes diplodocus con dobles mástiles de guitarra, muros de teclados analógicos, baterías giratorias con gong detrás y modelitos de ropa escénica de dudoso gusto con discos horteras de “rock sinfónico” a tutiplén. Entre el 79-80 la peste de neón y plástico tiene engendros memorables. Cuando vi a los Jethro Tull con monos y botas de laboratorio para salvar a ET en una nave alienígena o a Peter Gabriel haciendo batucadas con tambores me di cuenta de que la Atlantis musical se había hundido en las negras profundidades.  La lista en Europa es interminable y no se salvó casi nadie. Incluso los últimos náufragos del Canterbury hicieron alguna barrabasada en cuanto al tecno, la disco y el punk que terminaron con la música inteligente. Cuando Europa se cansó de la épica otros países como Japón principalmente comenzaron a grabar discos de progresivo estupendos y USA, algo despistada todavía, tuvo algunos ejemplos de irreductibles galos que todavía hicieron alguna grabación memorable tal es el caso de los Happy The Man.

“Crafty Hands” es un perfecto compañero del anterior. Casi juntos podrían haber sido un doble álbum aunque sin duda los expertos en el grupo que hilen fino notarán algunas diferencias. Entra un nuevo drummer: Ron Riddle con un nivel de jazz tan bueno como el anterior Mike Beck pero quizás con mayor pegada. No llegaría a hacer giras con ellos pues se separaron poco después de editar este álbum. Kit Watkins sería llamado a las filas de Camel para “I Can See Your House From Here” de 1979 y daría un toque fresco y distintivo a la banda de Andy Latimer también en el siguiente disco “Nude” (1981). En esas giras de Camel las versiones en manos de Watkins cobran un colorido especial. “Service With A Smile” es una apertura instrumental fantástica pero demasiado breve. El doble kit de teclados Wyatt-Watkins determina el estilo amable y delicado que les caracteriza, pero nunca facilón o excesivamente meloso. No hay concesiones a ese respecto. El empleo inteligente de composiciones ricas en notas y acordes poco habituales en otras bandas similares hacen de Happy The Man una banda que la escuchas y ciertamente te agrada, aunque no consigues casi nunca que las melodías sofisticadas que utilizan se queden en tu mente. Me atrevo a decir que es una banda “impresionista”. El efecto melódico queda como desdibujado adrede. Los cambios son constantes un poco a lo Gentle Giant si tú quieres y si prescindes del poderío vocal de la banda británica, pero con conceptos de composición que yo encuentro muchas veces similares, aunque sin el poderoso ramalazo hard rock de la familia Shulman. 


Los Happy son ante todo una banda de jazz-rock refinado con ribetes neoclásicos y modernistas. La base clásica y académica de Frank Wyatt es inconfundible. Las rapidísimas escalas de moog solo de Kit Watkins hacen el resto. La guitarra de Stan Whitaker es complicada, retorcida y laboriosa a veces como un Phil Miller, quizá no tan fría como éste, pero de la misma escuela. “Wind Up Doll Day Wind” es la única pieza cantada por Whitaker con cierto trasfondo épico en la rítmica de marcha y bonitos contrapuntos de viento. Las partes atmosféricas en ciertos momentos del álbum indican la futura inclinación de Kit por las músicas relajantes, no en vano el contagio de la llamada “new age” enfermaría musicalmente sus futuros discos en solitario lo cual cabrea cuando descubres un teclista de la capacidad técnica de Watkins o el propio Rick Wakeman y las horas grabadas de música inocua, aburrida e insípida que ambos realizaron durante los 80´s. Todos hacemos tonterías en la vida sin excepción. Yo casi a diario. De lo contrario no seríamos humanos.
Alberto Torró



Temas
1. Service With A Smile (0:00)
2. Morning Sun (2:38)
3. Ibby It Is (6:40)
4. Steaming Pipes (14:27)
5. Wind Up Doll Day Wind (19:44)
6. Open Book (27:00)
7. I Forgot To Push It (31:51)
8. The Moon, I Sing (Nossuri) (34:55)





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