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  No soy muy proclive al prog moderno, aunque reconozco que a veces hay cosas interesantes. Una de las peculiaridades del estilo es que con los años se ha ido abriendo cada vez más por cauces más variados, eso que llamamos ecléctico que bien puede acabar en un puzzle indefinido o en un nuevo resultado de la química sonora. Como ya dije la semana pasada en los tiempos distópicos y desagradables que por desgracia nos tocan vivir, es fácil encontrarnos con músicas que así lo reflejan. Cada vez la música es más áspera y más infeliz y uno que contempla la degradación humana a diario y el camino hacia la locura que tanto por  la política deshumanizada del negocio y poder, así como por la disminución de inteligencia global y aumento de la maldad en el planeta se da cuenta que ya no hay vuelta atrás. Cada día será peor que el anterior, bien sea por el clima y cambios naturales o por guerras en todos los frentes. No me toca decir a mí si la inteligencia artificial será algo mejor o peo...

Esqueixada Sniff – Ocells (1979/ Edigsa)

 Barcelona 1975. La de las húmedas Ramblas llenas de puestos con flores y cardelinas enjauladas,  kioscos con prensa internacional y turismo. La del Barrio Chino. No el Raval. La del rock laietá y sus esforzados artistas aperturistas sobreviviendo. Josep M. París pasa las noches en La Enagua en fervientes jams con otros ex-Maquina! como Enric Herrera. Miquel Farrero admira a Paris y no se pierde ni una de ésas noches locas. Canaletas es su grupo, de poca vida. Pero invita al local a su héroe y acaban forjando una buena amistad. De ahí saldrá Esqueixada Sniff, que comienza a rodar por aquel 1975 lleno de ilusión, cerca de la Rambla, precisamente. Por entonces le va a salir sana competencia a Zeleste, con la sala Magic. Y los Sniff van a ser residentes, desarrollando repertorio, técnica,  improvisación y conexión mental entre sus miembros. Entra Riqui Sabates  y también su hermano Jordi durante un tiempo. Putas milis traen inevitables cambios de personal. Hasta que a comienzos del 79 sale el álbum de directo, "En Concert" (Zeleste). Jazz rock progresivo lleno de fugas guitarreras e improvisaciones valientes. Meses después firman con Edigsa y se producen más cambios.


Los Esqueixada Sniff de "Ocells" serán Josep M. Paris y Miquel Farrero (guitarras), Salvador Font (batería), Mario Lacaros (teclados), Steve de Swardt (bajo) y Santa Salas (congas y percusión esotérica). Sólo los dos guitarras permanecen con respecto al primer álbum,  con unos meses de diferencia. Aunque Josep M. Merchan, bajista del primero, colabora en tres temas y aporta la composición de uno. Son invitados Dave Pybus (saxos, clarinete y teclados) y otros instrumentos de viento y cuerda. Tranquilo, sus arreglos son medidos, adornan con cabeza y elegancia y no se comen al grupo.



"Ocells" fue grabado en pleno Agosto y justo se percibe en "Records d'Estiu" (5'41). Delicioso jazz rock de moldeado totalmente mediterráneo y tropical (cuentan con Pybus y Salas, de la Mirasol-Colores). Y Pybus al saxo cobra protagonismo  junto a los pícaros juegos guitarrísticos, las percusiones endemoniadas y el Rhodes trademark. Es Max Suñe y Al DI Meola, entre otros factores que construyen un sólido bunker sonoro.

Clavinet made in USA con mucho funk, para "Bacallá mon Amour" (5'04). Refinados vientos y arreglos de cuerda en un segundo plano. Piano a la Corea y sensaciones CTI, Crusaders o el Grover Washington JR de por entonces, antes de pasarse a la acera smooth. Las guitarras, finísimas,  trinan blues-jazz en flasheantes fusas. Ritenour contra Carlton? No. Paris y Farrero haciendo las delicias de los oídos más exigentes.

Todo el "savoir faire" de la canallesca nocturna, la bohemia hippie de Zeleste o Magic, se produce en "Laura" (3'57). Hugh Heffner la hubiera usado como hilo musical en sus dormitorios folladores. Y además es "un agarrao" que se baila de cojón para refrotar cebolleta a su gusto, caballero. Con un toque chic a la George Benson que la hace campeona en las distancias cortas, luz ténue mediante. "Bahía" (3'07) vuelve al  Benson acariciante, a Gabor Szabo en dual guitar de nublada boite con generosa humera y whiskazo en mano.

Con el puro sentir laietano bien marcado, eso sí. "Ocells del Mediterrani" (6'04) lleva todo lo dicho a un nivel superior en el "Mario Bros-jazz-yacht-rock-game". De Gato Barbieri a Santana, de George Duke a Jim Hall, de Secta Sonica a Música Urbana. La ensalada bien llena de ingredientes a cual más sabroso. Curioso que Josep M. Paris no compusiera más que éste tema, "Siddhartha" (4'05) junto a Antonio Miró, en todo el repertorio grabado por los Sniff. Tiene un cierto aire al "Albatross" de Fleetwood Mac, sin parecerse. Incluye maravilla de flauta y sección de cuerda de bello calado romántico. 

"Yei Boom (Son de Caza)" (1'31) de Font / Salas, es percusión galore mareante y osibizenca. Claro. Normal. Termina el party en la playa con "Amanecer en un Fundill astral" (7'17).  Y aquí se aplican en enseñanzas aprendidas en lluviosas tardes de audiciones con Return to Forever / Weather Report. De profundo tacto jazzístico en mística cósmica casi a niveles de Steve Hillage/Gong. La mandanga con esto de fondo es otro nivel. Seguro. En los 80 intentarán nuevos cambios, incluyendo voz con el necesario Ia Clua. Pero tan sólo saldrá un single de un abortado e inacabado álbum. "Ocells" es un álbum mucho más trabajado que "En Concert". Que como documento en vivo de aquel momento también es muy válido,  ojo.



Pero el segundo, tan sólo unos meses después,  demostró el verdadero potencial inagotable de Esqueixada Sniff. Menos mal que pude verlos en directo!

J.J. IGLESIAS




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