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Epidaurus – Earthly Paradise (1977)

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 Epidaurus se fundaron en la localidad de Bochum, Alemania del este y tan solo tienen este álbum setentero más un fallido intento en los 90 que no merece la pena reseñarse pero que les permitió formar parte de los buscadores de rarezas prog. No hay demasiada información sobre ellos. Chica a la voz que me recuerda mucho a Jane Relf de los primeros Renaissance aunque con bastante distancia de calidad. No es la voz lo que me atrae de este disco y tampoco canta demasiado, es el excelente trabajo de sus dos teclistas Gunter Henne y Gerd Linke que mano a mano despliegan todo el arsenal de ensueño teclístico analógico de los 70´s. Cierto es que en 1977 el asunto de hacer música con un poco de interés ya empezaba a oscurecerse. La mitad de las bandas progresivas en el panorama internacional ya empezaron a editar discos malos o mediocres o simplemente cambiaban al bando del AOR o territorios formula radio. Los más honestos optaron por desaparecer, aunque muchos de los que continuaron no tuviero

BLIND GOLEM - A Dream of Fantasy (2021/MaRaCash)

 Al final resultará que es verdad. Que en cada disco que aparece la mano mágica de Rodney Matthews en el arte de portada, es como una garantía de alta calidad. Recuerden el álbum de Ellesmere. 



Volvemos a Italia como ellos, con Blind Golem y su debut. Antes llamados Forever Heep, ya se podrán imaginar que estamos ante una antigua banda tributo a Uriah Heep. Que decidieron seguir esa herencia-escuela con material propio. Y capacitados, estaban un rato. No les ha resultado difícil crear uno de esos discos que nos gustaría  que los propios Heep, hicieran ahora. Andrea Vilardo  (voz solista), Silvano Zafo (guitarras), Simone Bistaffa (teclados), Francesco Dalla Riva (bajo, voces) y Walter Mantovanelli (batería). Fíjense si es creíble la devoción de Blind Golem, que el mismísimo Ken Hensley colabora en un exquisito tema, en una de sus últimas grabaciones. 

Es un trabajo largo, que requiere dos escuchas atentas,  (déjelo a mitad y lo retoma después,  vale la pena), pero no hay ni pizca de paja. Y es puro Heep old school. Y más.  La inicial "Devil a Dream" podría ser del "Salisbury" o  "Magician's Birthday" sin problema. Interludio Hammond crepitoso y coral típica,  voz poderosa a la Byron, ritmo de cemento armado, wahwah Mick Box style......y canción rotunda. Estrepitosamente buena. Un sueño hecho realidad.  Esto no es propio del 2021, es 1971. Una absoluta gozada. No paramos, "Sunbreaker" es también un homenaje de reojo al classic Deep Purple, y en realidad, a todas aquellas bandas con el gusto de usar un Hammnod como base dura de su hard rock. Lucifer's Friend, Birthcontrol, Kin Ping Meh, cualquier monstruo italiano......la lista es abultada. Pero pocos llegaron a la cima. Ese rock duro "hammonero" del que nos quedamos prendados todos aquellos que amamos el verdadero espíritu del hard 70s. Los arreglos son maduros, las melodías se quedan por su efectividad, estibillos apropiados, musicalmente hiper-profesionales. Una locura, hermano. 

"Screaming to the Stars" exhibe melodía épica que eleva el alma. Vibraciones de alto voltaje que no esconden querencias progresivas, teclados vintage indescriptibles, y sumo poder macarra del Santo hard rock llevado a los altares del sacrificio. "Scarlet Eyes" sería su "Look at Yourself", pero lejos de parecer un pastiche impostado y artificial, suena natural y como propia de la época dorada. Lo mismo diría de "Bright Light" y su parecido, que no copia, con "Gypsy". Blind Golem han absorbido la esencia vital de aquellos Heep fabulosos, y la invocan en un ejercicio místico  de espiritismo rock con un  éxito creativo indudable. Y si no, ahí tienen "The Day is Gone", donde el propio Ken Hensley, la leyenda Heep, aparece a la slide y Hammond organ como si de un clásico olvidado del "Demons and Wizards" se tratara.



El mismo tratamiento vocal majestuoso,  acústicas como soporte vital,  bajo con el vúmetro al rojo, guitarras eléctricas que recitan poesía y un órgano que suena a absoluta marca registrada. Mick Box debería de tenerlos en cuenta para abrir sus conciertos. Sería un pack sobre la historia de Uriah Heep, completo. Un sueño de fantasía,  como ellos titulan, que continúa con la sensacional "The Ghost of Eveline". Espectral hard prog con cierto tenebrismo de los primeros Black Sabbath. Otro corte ganador. Ése sinte infeccioso..... La balada romántica que tanto gustaba al gran Byron, es aquí "Night of the Broken Dreams". Precioso piano y voz, guitarra latimeresca y posterior entrada triunfal de toda la banda. INENARRABLE. 

Vuelve el sagrado riff  en "Pegasus", junto al crepitar del rugido en el viejo dragón Hammond + Leslie. "The Gathering" nos devuelve ése clásico medio tiempo marcado por acústicas y bajo a la Gary Thain, con cruel organada y corales cuasi-religiosas. Y ése solo de mini -Moog emulando al de "Lucky Man"....Sí,  a medida que nos adentramos en el disco, lo progresivo toma más protagonismo también.  



Todo en éste álbum (que pasa de la hora), es brutalmente acertado. Minuciosamente compuesto para soñar con la arcana alquimia de los Heep más adorados. Si se puede hacer algo así, y Blind Golem lo han hecho, qué no se podrá conseguir en futuros intentos de bandas admiradoras de, pongamos por caso,  Rush o Yes. Con la valentía, atrevimiento y talento adecuado, éste grupo demuestra que se pueden repetir joyas antiguas con material nuevo. Puede que no muy original en su estilo. Pero en casos así,  tal vez no se trate de mirar eso. Si alguien es capaz de hacer un álbum a la altura de "Moving Pictures" o "Fragile", porqué ponerle trabas? Los milagros existen, y Blind Golem acaban de demostrarlo. Tendrán conexión con el Vaticano?......

J.J. IGLESIAS









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