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PROGRESIVO SIGLO XXI -19: Dave Kerzner and Sonic Element (Multinacional) 2024 The Lamb 50 anniversary

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Es curioso la huella que dejan algunos discos en la historia del prog. Medio siglo ha pasado desde aquel inmenso 1974. Digo inmenso porque todas las bandas progresivas de la época sacaron sus mejores galas y sus paranoicas locuras creativas en esa franja de 1973-74.  Aquí en Hispanistán y si engañaban a la censura recalcitrante de la época nos llegaban las cosas algo más tarde. Yo tenía 20 años. Estaba en la mili con la disyuntiva entre suicidarme o intentar formar parte de Tip y Coll o los Hermanos Marx en sentido figurado claro. Opté por lo segundo. No os lo había dicho pero la vida era en blanco y negro. Igualica que la portada de The Lamb Lies Down On Broadway. Algunos colegas de los cuales ya no tengo ninguna relación tenían gratos recuerdos de aquella época. Yo escasos o ninguno.  Debido a la ya de por si escasa tendencia a la alegría parecía estar esperando ese doble disco de Genesis que ni dios entendía, ni creo que sigan entendiendo. A veces me encanta otras lo odio. ...

OMEGA - 200 Years After The Last War (1974 / Bacillus-Bellaphon)

 Como Nektar, los húngaros Omega se dieron a conocer internacionalmente en los 70 al fichar por un sello propulsor del rock alemán como fue Bellaphon. No es de extrañar pues, que en ésa década se les confundiera con toda la tropa de teutones que invadía Europa. Esto hizo que fuera la primera banda tras el telón de Acero, en ser conocida en el circuito rock mundial. 



Comenzando en 1962 en pleno beat, pasarían por todas las etapas de la historia del rock. La formación clásica quedaría como tal en 1971, y estuvo reunida cerca de 40 años. Su cantante Janos Kobor es ahora el único miembro original. Tras la muerte hace unos días del gran teclista Laszlo Benko. Parte fundamental en el sonido space-hard rock, de Omega. A él va dedicada ésta reseña. Recuerdo escuchar éste álbum en una FM de verdad, en los finales 70. De ésas que todavía no habían sido invadidas por comentaristas gritones, aleccionadores políticos,  anuncios en bombardeo contínuo y reggaetón-makina como ruido de fondo vitalicio. Dejaban caras de LP enteras, sin interrupción.  No sin antes, un señor muy serio anunciar el nombre del artista y su obra. Ahí descubrí mi propio Eldorado. 



Cuando escuché por primera vez la "Suite" (19'23) que ocupa toda la cara A, mi expresión bobalicona pero pensativa, sólo tenía en mente que aquello era el mejor disco de "rock sinfónico" (se llamaba a "eso" así), que había escuchado nunca. A la media hora ya había descubierto otro que se quedaba con ése título, claro. El órgano de Benko introducía la pieza junto a etéreos platos de Ferenc Debreceni. La voz de Kobor era trascendente, y con la mellotronada del bajista Tamas Mihaly que caía ipso-facto, aquello era como para no impresionar a un crío que empezaba (yo), en aquellas artes mágicas. Los riffs implacables de Gyorgy Molnar les daba un aspecto hard rock que pienso les sentó fenomenal, para poder subsistir tras el boom del Prog. Dieter Dierks (cerebro detrás del sonido Scorpions 70s), y Peter Hauke en la producción,  también ayudaban a ése caudal sonoro que los equiparaba con los más musculosos Karthago, Eloy o Jane. Sus días psych fueron de utilidad para el inserto de space adornos nada desechables. Aproximadamente,  éste fue su sexto álbum  (comparando salidas húngaras e internacionales). Y su formación musical era de las más completas del panorama progresivo, con casi ya 10 años juntos. Por momentos cercanos a Deep Purple, Pretty Things, Hawkwind o toda la escudería alemana. Muy completos, vaya. El Hammond manda en rítmica floydiana,  la voz solista se mece en las galaxias, y la guitarra se muestra afilada como bayonetas del Ejército Austro-Húngaro. Tienen fuerza, a la vez que  la solemnidad de campeones Downer como Spring o Fantasy. Increible. 



La vuelta al vinilo se ameniza con "Help to Find Me" (7'41) en un comienzo pletórico de mini-Moog que debe su ímpetu a ELP o Triumvirat, tanto como a Uriah Heep o Lucifer's Friend. Pero el Moog solo de analogía grasienta escupe la misma sustancia viscosa corrosiva que el de Keith Emerson. "200 Years After the Last War" (5'11), -título por el que tuvieron problemas de edición en su represivo país -,  y "You Don't Know" (3'25) cierran ésta joya con dos canciones muy distintas. El tema-título implica dominio acústico-mellotron-coral, muy húngaro en su naturaleza, con slide y guitar solo absolutamente psico. Mientras que la última, estruja la era Purple más deseada, la del "Machine Head", y la retuercen con la chulería que tienen los tumbaos al caminar. Cierre triunfal de mi álbum favorito de Omega. Tienen más,  conste. Y todavía siguen, sin signos de cansancio. Admirable.

J.J. IGLESIAS




Temas
01 - Suite 00:01

02 - Help To Find Me 19:27

03 - 200 Years After The Last War 27:10

04 - You Don't Know 32:31






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Comentarios

  1. Lo he adquirido hace bien poco, algo más de un mes, en una subasta desde Holanda. No los conocía y realmente me han sorprendido, grandísimo nivel es de estos húngaros, nada que envidiar a sus congéneres teutones y/o ingleses del mismo género.
    Un gran descubrimiento que propiciará el buscar otras obras de la banda.
    Saludos,

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