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PROGRESIVO SIGLO XXI - 18: Ske (Italia)

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 Siguiendo en la línea de mi positivismo natural y alegría optimista observo con disfrute y sana malicia como el incierto tiempo presente va triunfando en las cosas malas que suceden a una velocidad que casi se nos hace difícil de gestionar, pero también nos ofrece un retorcido sentido del humor para explayarse con entusiasmo en el sarcasmo y la burla. Como vengo recomendando cada semana algunos pensamos que aislarse casi por completo ya es una necesidad básica y un descanso absoluto por agotamiento del nervio vago y crecimiento inusual de los testículos. Entiendo también que el sadomasoquismo tiene mucho tirón y un fuerte arraigo cultural en las costumbres. Eso siempre se disfruta. La relación humana carga muchísimo y de seguir corres el peligro de volverte más idiota si cabe de lo que muchas veces ya somos.  Sea como fuere, hacer música acaso deviene como una actividad extraña. Raro es incluso. Cuando uno pasa de los 70 años la vida ya no se ve de la misma manera. Si me perm...

OCEAN COLOUR SCENE - On The Leyline (2007, Moseley Shoals Records)

 Todavía puedo enfocar en mis recuerdos aquella etapa de la escena musical rendida a la esencia beat en la que no eras nadie si no sacabas un calco en tu sonido entre los Small Faces y los australianos The Easybeats. La cosa ya no era sonar retro, directamente tenías que parecer recién escupido de un pub británico en plena mitad de los años 60. Ocean Colour Scene patearon en las horas de grandeza del indie pop con un estilo que intentaba emular a las glorias desaparecidas del rítmico elemento. No querían ser Oasis, ni siquiera Suede, lo suyo tenía otra elegancia más cercana a las patillas, los flequillos y una buena pinta en mano recordando cuando Rod Stewart aún se sabía atar los zapatos sin tener que recurrir a versiones de crooner de postín.



En 2007, y calmada aquella explosión, podrían no tener sentido esos Ocean Colour Scene que editaron años atrás algunas de las canciones más vibrantes del panorama eléctrico –“The Riverboat Song” sigue teniendo un poder cautivador incuestionable en cuanto sale por tus altavoces–. Sin embargo, Simon Fowler cree en su capacidad más allá de modas y conforma un álbum extraño en su orden pero cristalino en su propuesta. La rareza viene del arranque paisajístico que muta en incendiario rock añejo y de excitantes estribillos, macerando finalmente en un caldo de medios tiempos entre campestres y de últimas horas de la tarde. 

De ahí que sea entretenido pasear por “I Told You So”, que lo mismo podría ser de Crowded House como de Paul McCartney –aunque siempre he dicho que Neil Finn le debe su chispa al bajista ex The Beatles–. “Two Lovers”, y la primera parte de “Ramble On” zeppeliniana con gotas del estribillo marcado en el “Dreadlock Holiday” de 10CC. Y así hasta terminar de enumerar todo lo juntado en este CD.



Un espacio para aquellos que disfruten del pop delirante de rock o de las guitarras sajonas con anzuelo coral. Cinco músicos que pasan y hacen pasar un buen rato, dejando en el olvido complicaciones y necesidades de atravesar aros estúpidos para llevarse una sardina a la boca. Ocean Colour Scene tienen ya una edad, así que no están para que los mangoneen. Lo suyo es punto y aparte.

Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com



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