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Sunblind Lion – Observer (1976 / Homegrown)

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 1976 fue un buen año para mezclar hard rock en dosis moderadas y prog, en ninguna parte de Plymouth, Wisconsin. De hecho ya llevaban Sunblind Lion afilando lanzas desde 1974. Siendo su pasado formativo las bandas Love Society y Phase III, (apuesto que psicodélicas). "Observer" fue su primer álbum  de tres. El más progresivo, con excepciones. En el 78 vendría el también recomendable "Above and Beyond" y "Live Lion" en 1980. Lo que se dice una banda 70s pura sangre. Formada por Steve Olschesky (bajo), Dave Hassinger (batería), Keith Abler (guitarra, voz, máximo compositor), Duane Abler (teclados, voz) y Dave Steffen (guitarra solista, voz). Y el pomp del momento irradia incandescente en las primeras notas de la inicial "Ride the Wind" (5'28), en clara asociación Kansas. Es el año de "Leftoverture" y éso marca. Voces triplicadas, pétreo hard y arreglado prog con algún guiño subliminal jazz rock. Hammond en barroca escapada y definició...

OCEAN COLOUR SCENE - On The Leyline (2007, Moseley Shoals Records)

 Todavía puedo enfocar en mis recuerdos aquella etapa de la escena musical rendida a la esencia beat en la que no eras nadie si no sacabas un calco en tu sonido entre los Small Faces y los australianos The Easybeats. La cosa ya no era sonar retro, directamente tenías que parecer recién escupido de un pub británico en plena mitad de los años 60. Ocean Colour Scene patearon en las horas de grandeza del indie pop con un estilo que intentaba emular a las glorias desaparecidas del rítmico elemento. No querían ser Oasis, ni siquiera Suede, lo suyo tenía otra elegancia más cercana a las patillas, los flequillos y una buena pinta en mano recordando cuando Rod Stewart aún se sabía atar los zapatos sin tener que recurrir a versiones de crooner de postín.



En 2007, y calmada aquella explosión, podrían no tener sentido esos Ocean Colour Scene que editaron años atrás algunas de las canciones más vibrantes del panorama eléctrico –“The Riverboat Song” sigue teniendo un poder cautivador incuestionable en cuanto sale por tus altavoces–. Sin embargo, Simon Fowler cree en su capacidad más allá de modas y conforma un álbum extraño en su orden pero cristalino en su propuesta. La rareza viene del arranque paisajístico que muta en incendiario rock añejo y de excitantes estribillos, macerando finalmente en un caldo de medios tiempos entre campestres y de últimas horas de la tarde. 

De ahí que sea entretenido pasear por “I Told You So”, que lo mismo podría ser de Crowded House como de Paul McCartney –aunque siempre he dicho que Neil Finn le debe su chispa al bajista ex The Beatles–. “Two Lovers”, y la primera parte de “Ramble On” zeppeliniana con gotas del estribillo marcado en el “Dreadlock Holiday” de 10CC. Y así hasta terminar de enumerar todo lo juntado en este CD.



Un espacio para aquellos que disfruten del pop delirante de rock o de las guitarras sajonas con anzuelo coral. Cinco músicos que pasan y hacen pasar un buen rato, dejando en el olvido complicaciones y necesidades de atravesar aros estúpidos para llevarse una sardina a la boca. Ocean Colour Scene tienen ya una edad, así que no están para que los mangoneen. Lo suyo es punto y aparte.

Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com



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