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ANALOG SUNSHINE - The Mountain (2023 /AS)

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 Que "la buena música es siempre buena música" empieza a ser un término relativo. Cuestionable. Si se produce fruto de IA (Inteligencia Artificial), es música engañosa. Música tramposa. Hecha a partir de datos HUMANOS previos, manipulados algorítmicamente. Fraude. Todo esto me viene a la mente cuando tengo que hablar de los norteamericanos Analog Sunshine. Para empezar, prácticamente sin información.  Que un tal Tom Bolton lo hizo él sólo a partir de una convalecencia por accidente grave. Hay un batería que le ayuda, Glenn Welman, dicen. Esto puede rebajar la sospecha, de ser cierto. Las dudas más fuertes vienen cuando se asegura que cada tema viene acompañado por un trabajo visual hecho por Inteligencia Artificial. Y quién no me dice a mí que la música también? Éste tipo de dudas llevan tiempo asaltándome.  Hasta el punto de que, de no tener plena seguridad de que sea música humana, hecha por el hombre,  me dedicaré a hablar de obras de anteriores décadas. O me pondré un top

AL BERKOWITZ - A Long Hereafter. Nothing Beyond (2012, Temple Records) (Rockliquias Bandas)

A Long Hereafter. Nothing Beyond no parece de nuestro tiempo, es casi un delicioso espejismo de unos años en los que el miedo a ir más allá no existía. Días en los que muchos conjuntos de todo el mundo se pasaban los convencionalismos por el arco del triunfo y grababan álbumes trasteando con las músicas que les llegaban al corazón en ese momento, fuesen del estilo que fuesen. Un final de la década de los 60 del siglo pasado que, sin duda, podría haber parido un elepé como este álbum grabado por Al Berkowitz.



De tan original e imaginativo, A Long Hereafter. Nothing Beyond llega a convertirse en disco de culto. Un pop extraño que tiene en el rock una baza fundamental pero que tantea la bossa en arreglos atmosféricos si hace falta, mientras camina sin caerse por la cuerda floja de la psicodelia. Y todo puesto en limpio por un trío de instrumentistas, un auténtico mundo sonoro que se mantiene sobre los hombros de estos tres Atlas, de estos portentos.



Un disco en el que pueden convivir Harry Nilsson, los primerísimos 10CC, The Beatles, los psicodélicos Pink Floyd y Grateful Dead, el carácter introspectivo de Appaloosa y hasta piezas con deje de mantra a lo Popol Vuh (“There’s No Better Way”). Pero, ante todo, A Long Hereafter. Nothing Beyond suena a la música que hacen Santiago Estrada, Ignacio Simón y Lorenzo Palomares, abracadabrantes chamanes del pentagrama hecho misterio, hecho tensión de nervios, tendones al límite y cerebros en ebullición. Está claro, Al Berkowitz tiene estrella.

por Sergio Guillén
sguillenbarrantes.wordpress.com

 
Temas
1.
You and I 04:43
2.
The Frenchman and The Rabbitman 08:16
3.
How could we get ourselves lost? 04:51
4.
Magical cynical 03:54
5.
Farewell, my lady! 05:27
6.
A long hereafter 04:55
7.
Nothing beyond 03:34
8.
Sensitive, not dramatic 07:50



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