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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

A BETTER TOMORROW - Spiritual Crossing (2021/ La Taniere)

En los (no tan) felices 90, parecía que el fenómeno stoner, que comenzó como un sucedáneo del grunge en realidad, iba a ser flor de un día. Y es que su autolimitación hacia Black Sabbath así lo hacía prever. Pero ya llevamos cerca de 30 años de sub-género  (habría que quitarle el "sub" ya), y la cosa ha evolucionado a extremos increíbles.  Stoner kraut, stoner psych.....stoner prog? Stoner jazz?



 Éstos dos últimos pueden ser perfectos epítetos para los franceses A Better Tomorrow. A priori puede parecer que se den de puñetazos estilos tan contrapuestos : stoner, doom, jazz y prog. Pero si hacemos memoria, una banda británica llamada Earth estaba haciendo lo mismo en largas jams,  en los finales 60. Ésa banda se convertiría en Black Sabbath. Así que no me parece tan descabellada la propuesta. 

Se estrenan los de Lyon con un álbum lleno de rincones atractivos. Empezando por su tema-enseña "A Better Tomorrow" (8'46). Un título y nombre que parece el lema de una secta. Y algo hay de eso. El saxo invitado de Lionel Martin se deshace en desesperación free coltraniana. Una inesperada intro, que trae ahora sí,  doom de manual con el tonelaje rítmico de Gregory Ogier (batería) y Thomas Jullien (bajo). Entra la voz de Vanessa Ghisolfi, una voz agridulce e inquietante, con tics psicodélicos  en un contexto hard rock, brutal. Piensa en frontwomans como la de Blood Ceremony o Purson. Cierra el cuarteto la destripante guitarra de Benjamín Lousky, en pugna con los desquicios agudos del maníaco saxo. Y encontramos en sus seis cuerdas al rojo, una de las más admiradas tributaciones hacia Tommy Iommi que jamás se hayan hecho. Su dominio del wah wah como venenosa arma emocional es superior a la media. Crimson Sabbath funciona. Hasta Fripp hace ahora alocadas versiones. 

Vapuleo classic en la intro de "Spread" (6'07), parón tenso y psicodelia reinante con pulso firme de hard rock. El atrezzo occult tampoco escapa al oyente observador. El bajo no para de contar cosas, es un excelente musical storyteller de las cuatro cuerdas, bien fusionado a un batería bruto y preciso como los de antes. Y ahi tenemos el hirviente y volcánico mástil de Lousky otra vez, lanzando notas magmåticas convertidas en pétrea lava sonora. La híbrida jazzy - doom va tomando cada vez más forma, con "Blow by Blow" (6'40). Estos tíos han conseguido su estilo en tres canciones. Lo que a otros les cuesta carreras de 20 álbumes y no consiguen. Y es que la Ghisolfi se muestra cómoda y segura en éste nicho (nunca mejor dicho), de diseño único e inesperado. A mitad de tema dejamos el doom, por un paisaje nocturno perfecto de jazz parisino de los 60. Iommi por Joe Pass. Ozzy por Carmen McRae. Y vuelta al rocoso reino de las sombras. Inédito intercambio de estilos perfectamente ensamblados.

Aplastante martillo pilón en "Black Cats" (6'00), con ése bajo que enamora. Los primeros Judas Priest en una humeante cava de jazz. "Victim of Changes" en un disco Blue Note label. Desarrollo natural, nada impuesto. Extraordinario éxito grupal.



"Ghost of Rememberance" (7'47) es como si pusieran a Sade  al frente de Candlemass. Vuelve el saxo en acalorada discusión con la guitarra, y los dos tienen razón. El jazz doom funciona. El término "progresivo" surgió como herramienta de innovación,  fusión y evolución. Aquí está.  A Better Tomorrow cumple las tres reglas. Convence. Y además , vence.

J.J. IGLESIAS  

Temas

01. A Better Tomorrow 00:00

02. Spread 08:46

03. Blow by Blow 14:53

04. Black Cats 21:33

05. Ghost of Remembrance 27:33














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