Jumbo - DNA (1972)
Me gusta lo inusual en las bandas de rock. La década de 1970 fue una prueba de fuego para estas bandas, en cuanto a sonido, tendencias pioneras que hoy cuentan con una multitud de fans repartidos por todo el mundo. Estas bandas trabajaron duro para construirlas. Pero algunas bandas trascienden este aspecto y hacen de lo inusual su pilar, su filosofía para siempre. El coqueteo con diversos estilos, los ingredientes que, al mezclarse, explotan en manifestaciones creativas y música que es, como dije, atípica, vanguardista, única y a menudo incomprendida. Una de estas bandas proviene de Italia y se llamó Jumbo, y su segundo álbum de estudio, "DNA", de 1972, retrata fielmente esta música sin restricciones, sin patrones.
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Y como no podemos olvidarnos de la historia, Jumbo se formó en 1969 en Milán, con el vocalista Álvaro Fella como figura central; de hecho, el nombre de la banda proviene de su apodo, Álvaro "Jumbo" Fella. Fella era el bajista de una banda relativamente desconocida cuando los productores de sellos discográficos se fijaron en él y firmó un contrato en 1970. Grabó una canción llamada "Due Righe Da Te" y dos versiones. En el primer sencillo, tocó con figuras como Franz Di Cioccio y Flavio Premoli, entonces miembros de Quelli (posteriormente rebautizada como Premiata Forneria Marconi), y Mario Lavezzi, quien posteriormente formó parte de Il Volo.
Ya en otro sello más reconocido, Phillips, grabó su primer álbum en 1971 con la ayuda de los músicos que formarían la primera formación de la banda, como Daniele Bianchini a la guitarra, Sergio Conte a los teclados y voz, Dario Guidotti a la flauta, guitarra, armónica y percusión, Vito Balzano a la batería y percusión, y el bajista Alberto Agazzi, quien pronto fue reemplazado por Aldo Gargano. Su debut, titulado "Jumbo", publicado en 1972, es un hermoso álbum, con una fuerte influencia del blues, de concepción algo acústica, con numerosos instrumentos de viento y percusión, y destaca la excepcional voz de Fella, potente, con un amplio registro y un gruñido amenazante; sin duda, uno de los mejores vocalistas que he visto y escuchado.
Este es un álbum hermoso, con una producción magnífica, pero el cambio más grande y significativo para Jumbo, ya que definiría su identidad hasta el final, se daría en el álbum "DNA", también del mismo año. Este cambio se debió a un trabajo simbiótico y altamente colaborativo entre sus miembros. Esto es lo que el guitarrista Daniele "Pupo" Bianchini declaró en una entrevista con un medio italiano: "Diría que fue un cambio casi natural: después de todo, pasó casi un año entre el primer y el segundo LP. El tiempo que pasamos juntos y el arduo trabajo de todos los miembros del grupo crearon las condiciones para conocernos mejor. La comprensión y la confianza son cosas que necesitan tiempo para madurar; se materializaron en un esfuerzo grupal cada vez más unido".
“DNA” fue en realidad una búsqueda de una nueva identidad, mostrando una faceta completamente progresiva de la banda, combinando hard prog con folk y blues, con fuertes reminiscencias de Jethro Tull, pero sin sonar a plagio; al contrario, es una banda que encuentra en la voz de Álvaro Fella la síntesis de lo desconocido y la exploración experimental de Jumbo. El álbum comienza con la suite de más de veinte minutos titulada “Suite Per Il Sig. K”, que combina heavy metal progresivo y blues rock con referencias clásicas, presentando instrumentales acústicos con piano, guitarra y flautas, y potentes riffs de guitarra, junto con la excelente voz de Fella.
“Miss Rand” continúa con esa “mezcla sónica” que ofrece un sonido folk progresivo, con un curioso toque country que “se destaca” con solos de guitarra que intensifican y dan cuerpo a la música.
“È Brutto Sentirsi Vecchi” es un tema más oscuro, más introspectivo, que raya en los viajes experimentales y que muestra el estratosférico nivel de creatividad de esta banda.
“DNA” cierra con la canción “Hai Visto...”, de gran delicadeza, una hermosa pieza acústica que luego se vuelve un poco más frenética. “DNA” muestra una banda madura, el punto de partida de su nueva trayectoria progresiva que, lamentablemente, duró hasta finales de los 70.
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Jumbo merecía mejor suerte y ser reconocido como una gran banda entre los grandes nombres del rock progresivo italiano, pero hoy es sólo una joya perdida de la escena.
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