Para 1974, la fiebre mooger y el síndrome del teclista alquímico, del multiinstrumentista druida, se había extendido por todo el mundo. El año anterior Rick Wakeman había editado "The Six Wives of Henry VIII", álbum para mí nunca superado. Y Mike Oldfield su "Tubular Bells", al que le pasa lo mismo. Demasiado todo de golpe. Eso creó afición, lo que es siempre positivo. En Australia, Chris Neal editó su "Winds of Isis". Tan desconocido por éstas latitudes como magnífico trabajo. No todo fueron borrachuzos rockers pendencieros por aquellas áridas tierras. Neal creaba una mezcla apropiada de los dos "vacos sagrados" referidos. Con omnipotente tecladina a base de sintes, Mellotron generoso , Hammond B3 persistente, Celeste, Clavinet, Leslie Wah pedal y demás parafernalia. También le daba muy bien a las guitarras con y sin enchufe, percusiones, batería, bajo, glockenspiel, bells (cómo no!), mandolina, bottleneck o armónica. Invitados había en do
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CARLOS SANTANA & MAHAVISHNU JOHN MCLAUGHLIN - Love Devotion Surrender (1973, CBS/Columbia)
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Acababa de pisar la calle el LP de Santana Caravanserai cuando a Carlos se le ocurre una idea tan oportunista como esperanzadora en unos tiempos de nubarrones para su agrupación: Neal Schon y Gregg Rolie no volverían a grabar con él debido a que su futuro se materializaría en una nueva banda llamada Journey que tenían a punto de sacar del horno los dos instrumentistas, Santana como proyecto redirigía su sonido a otro espacio menos ácido del que ya esgrimiese en el primer vinilo homónimo o el excelso Abraxas, las enseñanzas del gurú Sri Chinmoy tenían obsesionado al artista que tituló con su apellido a una de las revelaciones que brillaron en el festival de Woodstock.
Carlos convencería a John McLaughlin, guitarrista al que adoraba por su trabajo con la Mahavishnu Orchestra, y que también estaba metido en el conocido como “path of the heart” de Chinmoy, para cocinarse un disco en el que, mientras jugaban a reinterpretar muy personalmente composiciones de John Coltrane como “A Love Supreme” o “Naima”, hacían campaña por el camino espiritual de su maestro hindú. Tan es así que al larga duración lo decidieron titular como la línea de enseñanzas de Chinmoy Kumar Ghose, Love Devotion Surrender (lo que se traduciría como “amor, devoción y entrega”).
“The Life Divine”, compuesta por McLaughlin, continúa en la senda rítmica de “A Love Supreme”, casi dotando al todo de un concepto base en cuanto a instrumentaciones y arreglos se refiere. La escena fusión que tanto proclamaba Carlos aparece en la transformación del tradicional “Let Us Go Into The House Of The Lord” y “Meditation” clausura cual bagatela acústica bastante atmosférica. Un hermanamiento en supergrupo con los músicos más selectos de Santana y la Mahavishnu para hinchar el ego de Sri Chinmoy, nominado al Premio Nobel de la Paz en el mismo 2007 que vería su fallecimiento.
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