No soy muy proclive al prog moderno, aunque reconozco que a veces hay cosas interesantes. Una de las peculiaridades del estilo es que con los años se ha ido abriendo cada vez más por cauces más variados, eso que llamamos ecléctico que bien puede acabar en un puzzle indefinido o en un nuevo resultado de la química sonora. Como ya dije la semana pasada en los tiempos distópicos y desagradables que por desgracia nos tocan vivir, es fácil encontrarnos con músicas que así lo reflejan. Cada vez la música es más áspera y más infeliz y uno que contempla la degradación humana a diario y el camino hacia la locura que tanto por la política deshumanizada del negocio y poder, así como por la disminución de inteligencia global y aumento de la maldad en el planeta se da cuenta que ya no hay vuelta atrás. Cada día será peor que el anterior, bien sea por el clima y cambios naturales o por guerras en todos los frentes. No me toca decir a mí si la inteligencia artificial será algo mejor o peo...
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WALTER WEGMULLER - Tarot (1973 / KOSMISCHE KURIERE)
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Habíamos descuidado un tiempo nuestro querido mundo psico-electrónico del Berlín de los 70. Éste fue el tercer proyecto de los Cosmic Jokers, dedicado a las 22 cartas del Tarot. Y el cicerone es el suizo Walter Wegmuller, pintor y artista underground del circulo berlinés. Con sus letras y recitado, además del tremendo arte del álbum.
Los anteriores proyectos de los "Bromistas Cósmicos", fueron el "Seven Up" de Ash Ra Tempel y el "Lord Krishna von Goloka" de Sergius Golowin, (ambos de 1972) y éste último ya comentado en ésta sección. Golowin era otro pintor suizo amigo de Wegmuller, y su disco fue de parecidas características a éste que hoy traemos.
El cual es un todo artístico de increíbles proporciones estéticas. Lleno de insertos y bellos retratos de los músicos, ilustraciones explicando el concepto y las 22 cartas del Tarot. Una maravilla para los ojos y oídos, que en original oscila entre los 600 y los 1300 euros.
Y la música? Pues un festín berlinés en formato doble que incluye a tres miembros de Wallenstein : Jurgen Dollase (teclados), Jerry Berkers (bajo) y Harald GroBkopf (batería). Tres integrantes de Ash Ra Tempel : Manuel Gottsching y Hartmut Enke (guitarras) y Rosi Müller (coros), y hasta cuatro, si contamos al ex-Ash Ra Tempel, Klaus Schulze, con sus electronics y percusiones. Además tenemos a Walter Westrupp (guitarra acústica), del dúo cosmic-folk, Witthüser & Westrupp. Y a Dieter Dierks como ingeniero y coros. Todo un "quien es quien" del rock alucinado berlinés en su mejor momento. Con el probablemente más acertado de todos los proyectos, del espabilado de Rolf-Ulrich Kaiser y su serie "Cosmic Courier", (jams con los músicos en trance drogata, y grabados sin ellos saberlo, en la mayoría de los casos).
El primer disco se compone de 12 piezas cortas, exceptuando "Der Wafen" (9'06). En "Der Weise" tenemos al propio Schulze recitando su propio poema. Las guitarras de Gottsching y Enke tienen un indudable protagonismo, sobrevolando la sesión como espíritus en busca de la ansiada luz que los libere, (ahora que lo pienso, igual son polillas). Pero también tenemos pinceladas de grueso toque electrónico surrealista, cosmic acoustic folk, acid blues o incursiones mellotronico-organisticas. Demasiado denso como para condensarlo en una simple reseña, la verdad. Hay situaciones equiparables a los Pink Floyd que gusta recrear ahora Nick Mason con sus "Saucerful of Secrets", (al final, el más modosito se ha erigido como el más coherente). Al igual que cada músico se lleva a su terreno la pelota cuando tiene ocasión. Sonando a ratos a Wallenstein o Ash Ra Tempel, mientras que Schulze también pone de su parte para hacerse escuchar. O sea, un banquete desproporcionado de Berlín School desde todos sus ángulos y con algunos de sus principales protagonistas. Con la voz de Wegmuller como maestro de ceremonias, aportando misterio, épica y espiritualidad, al concepto "tarotil".
El segundo disco contiene cinco cortes en la cara C, con "Der Tod" (6'12) como el más extenso, y una estrategia de similar planificación alucinada. Las percusiones de GroBkopf y Schulze tienen sus momentos, en un cosmic party lleno de inspirados pasajes improvisados (propiciados por mandanga de la rica). Gurú Wegmuller nos cuenta sus cosicas esotéricas (digo yo), en un perfecto contexto para una relajada escucha introspectiva, ( o un buen comic del Silver Surfer y Galactus). La cara final es una jam de 23 mts dividida en otros cinco cortes ininterrumpidos. Donde la "Tarot Band" se expone a los temidos agujeros negros de la improvisación, con la valentía y riesgo de expertos psiconautas, con muchas horas "de vuelo". Creando sobre la marcha, imponentes catálogos de space rock, posteriormente imitados hasta la saturación.
Tienen "un algo", las sesiones de éste "Tarot". Aunque muy sobada, la palabra "magia" sería la adecuada para afirmar que estamos ante uno de los pilares básicos en la historia de la Escuela de Berlín. Cosa seria y altamente recomendable para viajeros del "sueño inducido" o simplemente para soñadores evasivos. Que buena falta hace salirse de ésta realidad, llena de superfluos, superficiales y supergilipollas.
Por favor, seriais tan ambles de indicarme si es posible descargarse este album y cómo. Infinitas gracias. Salud.
ResponderEliminarHola, yo lo descargué con la aplicación RYT - Music
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