La música progresiva italiana siempre ha ofrecido grandes sorpresas sonoras. Desafortunadamente, algunas bandas no han recibido el reconocimiento que merecen, especialmente hoy en día, por lo que fueron pioneros en el pasado, en tiempos de experimentación y de arriesgarse en la búsqueda de lo que siempre han defendido como esencial para su estructura musical. Bandas como CIRCUS 2000 estaban a la vanguardia de la música progresiva en Italia y ayudaron a construir una escena que todavía era embrionaria, en formación, cuando muchas de las otras bandas que se volverían influyentes en los años 70 todavía estaban surfeando las olas del beat italiano, una música que, aunque estaba de moda entre los jóvenes italianos cool, tenía un sesgo accesible y, yo diría, ingenuo para los oídos más exigentes. Circus 2000 se formó en 1969 en Turín y lanzó su álbum debut homónimo en 1970 con el sello RiFi. Presentaba un sonido psicodélico, alucinante y lisérgico con toques de folk rock. Ten...
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ADICTOS A ADDICTED Parte 1 (Detieti, Joice Oh Yeah, Disen Gage)
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Nuevo cargamento de surrealistas contenidos llegados del frío de la estepa. Siempre he pensado que, a temperaturas bajas, igual a calidades altas en éstas músicas.
Apunten en sus agendas éstas grabaciones, si quieren descubrir mundos inexplorados y del todo fascinantes. Por aquí ya andamos adictos a Addicted !!!
DETIETI
"In General Terms" (2016 / ADDICTED)
Entre mi círculo de amistades ha sido muy bien acogido éste grupo, del que solemos hablar ya como si fuera de la familia. Para su segunda entrega demuestran que aquel primero del camaleón loco no era simple suerte. Y que hay un férreo trabajo detrás de éstos majaras moscovitas.
Han (bajo, voz), Vanish (guitarras, voz), Viktor Tikhonov (batería) y Peyote-R (synths) vuelven a contar con invitados a los saxos, trompetas, trombón, voces femeninas, cello eléctrico o theremin.
En "Comme Koktebel" (6'22) disfrazan funk 80s con maestría y soltura, en recuerdos al Zappa de "Joe's Garage". Pero también y como ellos lo llaman, "frogressive", pronk, Patton o punk. De todo hay bajo éste océano de majaradas sin fín, y por eso dedican la portada a un Jacques Cousteau recién pimplao, si nos atenemos a su colorada nariz. Imagino que se identifican con él. "Sucre Dans Rebelle" (4'35) es como un Maceo Parker pasado por la batidora-guitar de Paul Gilbert y el bajo de Marcus Miller, en una fiesta de cumpleaños de Henry Cow. "Madonna La Atomique" (7'55) es como Donna Summer y GBH en plena jam de ácido. Y éso sólo es el principio. En "Vstupka" (1'12), "Putch" (2'11), "Vada Vadu" (1'18), "Zhek Zhmerek Zhesh" (2'33) y otras, atacan al oyente con breves ofensivas frenopaticas de intensidad bruta. Preparando tu psique para aguas más turbulentas del tipo "Entliczek-Pentliczek" (11'22). Ahí la cosa dadaista se pone "seria", y entrecomillo porque en éste grupo ésa palabra intuyo que se usa poco. Son imprevisibles, y unos encantadores nerds del caos bien ordenado. Únicos en sus individualistas planteamientos extremos. Una rara especie de bichos en extinción, a la que hay que cuidar con sumo mimo. Esenciales.
Éste es un dúo de San Petersburgo que también se las trae. Boris Shulman (fretless bass, voz) y Sviatoslav Lobanov (batería) describen los suyo como "garage - jazz"...Pero se me queda corto el término. A priori y con ésos medios, pudiera parecer algo limitado y escaso en sonido. Pero no es así. Son sombríos y cuasi -góticos, melodicamente muy sobrados y originales. Con un bajo que igual sirve para un roto que para un descosido, que igual te hace labores de guitarra o incluso de teclado. "Kozha" (8'39) es doom galáctico y extraño. Como unos Black Sabbath alternativos, vagando por otra dimensión.
"Spat" (6'33) usa tonos graves como un audiogenerador de LaMonte Young, imaginando ambientes desolados o de inmensa soledad ancestral. Casi una melodía de raíz turca nos plantea "Krug" (5'43), como un nuevo renacimiento partiendo de cero, de la esencia psicodélica.
El "doom de monasterio" de Juice Oh Yeah no tiene comparación posible con nadie de éste planeta. "Kozha Slona" (6'10) es blues de cementerio, que hace sonar a Pentagram o Candlemass como si fueran Abba. Y la final "Poslednaya" (4'42) suena como hacer sludge con el motor de una Harley Davidson. Sin embargo, dominan el territorio melódico y se hacen extrañamente fascinantes al oyente. Al menos conmigo ha funcionado. Un 9.
Con el bello texto alucinado que contiene éste cd, ya sabes que te enfrentas a una extraña fauna. Konstantin Mochalov y Anton Efimov.......Y todos los ruidos del universo. "Nature" se plantea como una grandiosa sinfonía en tres movimientos : "Planets" (16'25), "Trains" (15'25) y "Animals"(16'42). Se han aprovechado sonidos "de campo" de su entorno o de archivos, moldeandolos como dioses con barro, y creando un disco que no es de éste mundo. Particularmente me resulta de lo más inquietante-fascinante que he oído en mucho tiempo, el tema "Trains". Y cómo con sonido de frenados en los raíles, se puede crear algo tan increíblemente fantástico. Difícil se lo han puesto a inteligencias extraterrestres en cuanto a composición. Lo suyo es una amalgama elaborada de música concreta, cosmic kraut y RIO "planante", siendo amable con el lector, e intentando buscar una definición aproximada a éstas "estatuas sonoras" de Disen Gage. Nada que ver con el álbum que comentamos de ellos en una anterior entrega. "Nature" se acerca a la música contemporánea y seguro que sería del agrado de Stockhausen, Ligeti, Xenakis, Schaffer, Cage, Varese o Boulez. Arquitectura sónica construída en la intangible solidez del sentimiento humano.
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