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EL PROGRESIVO DEL SIGLO XXI - 2: MAGENTA (primera parte)

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 Como ya os dije encontrar hoy una banda que haga un progresivo atractivo e interesante sin que nos aburramos como una planta de plástico en cualquier salita de espera es una empresa realmente complicada. La pregunta es: que no se ha hecho o se ha intentado hacer sin repetirse. Pues muy poco. Por muy complejo y lioso que nos parezca a simple vista hacer música tiene sus límites. Si uno tiene algún conocimiento de música, aunque sea básico no tardará en darse cuenta de que la mayoría de canciones y temas que escuchamos tienen siempre una estructura similar y romper las normas con ocurrencias o algo sorprendente está en manos de quienes arriesgan o se rompen la cabeza de manera imaginativa y eso tampoco es ninguna garantía. Ciertamente todo está ya inventado y naturalmente a la gran mayoría esto no le importa lo más mínimo. Casi mejor. Mientras se mueva el esqueleto y se pueda cantar o tatarear algo, lo demás es irrelevante. Ciertamente no son cosas que deban preocuparnos. Lo que si ...

STEVE EARLE - I’ll Never Get Out Of This World Alive (2011, New West Records)

 I’ll Never Get Out Of This World Alive podría considerarse el mazazo definitivo de lo que un anterior martillazo de Train A Comin’ significó. Las raíces pedían su valor pretérito, su base incuestionable, al igual que ciertos reflejos del folclore irlandés. Entre baladas y hermanamientos con el último Tom Waits, Steve va haciendo este último camino planteado.

 


Esto se podría traducir en un corazón que firma sobre la línea de la entrega, pero cojeando ahora en el campo de la rabia rápida y cruda a la que no temió cuando cantaba “Snake Oil”. La producción de T-Bone Burnett marca demasiado, aunque la resolución de recuperar “God Is God” y “I’m A Wanderer”, piezas que pergeñó para Joan Baez, es uno de sus grandes aciertos en este 2011. Una senda para analizar ese cerrojo que concluye con la vida del ser humano. «Son todas, de una manera u otra, piezas sobre la mortalidad; la muerte como misterio en lugar de como signo de puntuación», ha asegurado recientemente el propio Earle sobre este material tan especial.

 


Un paso que no le aleja del tempo ya fotografiado en sus últimos lanzamientos, con el añadido de cantar a pachas junto a su querida esposa Allison Moorer un “Heaven Or Hell” que no por anecdótico pierde su pátina de credibilidad, pues la exuda sin contemplaciones.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com


 

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