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WYATT EARP - Gods & Bullets (2023/ Symphonic Distribution)

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 Ni hacen rock sureño ni son del sur de USA. A pesar del nombre. Que son de Verona, Italia, y le dan al hard classic rock con intenciones pomp 80s. Comenzaron en 2013, pero hasta el 2018 no estrenarían grabación homónima. Ya un primer bofetón con la mano abierta de energía Purple/Heep renovada. Tras los últimos convulsos tiempos, vuelven para demostrar que el "síndrome del segundo álbum" no va con ellos. Leonardo Baltieri (voz), Matteo Finato(guitarra), Flavio Martini (teclados), Fabio Pasquali (bajo) y Silvio Bissa (batería) son los implacables Wyatt Earp. Y con tal bautizo, "Hello Strangers!" (2'41) se presenta como intro instrumental spaghetti-western como está "mandao". Ennio Morricone nunca intuyó lo que inspiraría al rock duro de ayer y hoy. Ya entrando en materia, "Before the Law" (5'06) suena "old is cool", pero con 80s feel (joer, viejuna al fin y al cabo!). Con un bajista-palanca y pomp hard a la Winger/Giant/Prophet.

STEVE EARLE - I’ll Never Get Out Of This World Alive (2011, New West Records)

 I’ll Never Get Out Of This World Alive podría considerarse el mazazo definitivo de lo que un anterior martillazo de Train A Comin’ significó. Las raíces pedían su valor pretérito, su base incuestionable, al igual que ciertos reflejos del folclore irlandés. Entre baladas y hermanamientos con el último Tom Waits, Steve va haciendo este último camino planteado.

 


Esto se podría traducir en un corazón que firma sobre la línea de la entrega, pero cojeando ahora en el campo de la rabia rápida y cruda a la que no temió cuando cantaba “Snake Oil”. La producción de T-Bone Burnett marca demasiado, aunque la resolución de recuperar “God Is God” y “I’m A Wanderer”, piezas que pergeñó para Joan Baez, es uno de sus grandes aciertos en este 2011. Una senda para analizar ese cerrojo que concluye con la vida del ser humano. «Son todas, de una manera u otra, piezas sobre la mortalidad; la muerte como misterio en lugar de como signo de puntuación», ha asegurado recientemente el propio Earle sobre este material tan especial.

 


Un paso que no le aleja del tempo ya fotografiado en sus últimos lanzamientos, con el añadido de cantar a pachas junto a su querida esposa Allison Moorer un “Heaven Or Hell” que no por anecdótico pierde su pátina de credibilidad, pues la exuda sin contemplaciones.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com


 

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