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Epidaurus – Earthly Paradise (1977)

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 Epidaurus se fundaron en la localidad de Bochum, Alemania del este y tan solo tienen este álbum setentero más un fallido intento en los 90 que no merece la pena reseñarse pero que les permitió formar parte de los buscadores de rarezas prog. No hay demasiada información sobre ellos. Chica a la voz que me recuerda mucho a Jane Relf de los primeros Renaissance aunque con bastante distancia de calidad. No es la voz lo que me atrae de este disco y tampoco canta demasiado, es el excelente trabajo de sus dos teclistas Gunter Henne y Gerd Linke que mano a mano despliegan todo el arsenal de ensueño teclístico analógico de los 70´s. Cierto es que en 1977 el asunto de hacer música con un poco de interés ya empezaba a oscurecerse. La mitad de las bandas progresivas en el panorama internacional ya empezaron a editar discos malos o mediocres o simplemente cambiaban al bando del AOR o territorios formula radio. Los más honestos optaron por desaparecer, aunque muchos de los que continuaron no tuviero

BIRTH- Born (2022/ Bad Omen)

 Ya sabéis que no soy mucho de listas del año. Eso no quita para que salgan cosas potables en la actualidad, sólo hay que indagar. La industria ya no es como la conocimos y por un lado, eso que hemos ganado. Ya nadie tiene porqué comerte la cabeza con el último mondongo disfrazado de nueva maravilla del siglo XXI.



Sí que me gusta destacar algún disco por éstas fechas. Y si es de un grupo nuevo, mejor. Birth de "nuevo" tienen poco. Aúnan experiencia a toneladas. Y se mueven por el psych & prog californiano como Namor por Atlantis. Su CV cuenta con nombres como Astra, Psicomagica, Silver Sunshine, Radio Moscow, Joy o Monarch. Así que saben de qué va esto. La parte melódica procede de los monstruosos Astra (con dos discos infaltables) : Conor Riley (voz, teclados, guitarra acústica) y Brian Ellis  (guitarra, piano eléctrico,  percusión). La sección rítmica,  realmente asombrosa, son  Trevor Mast (bajo) y Paul Marrone  (batería). Tienen un EP de tres canciones del 2021, que han sido regrabadas para ésta primera puesta de largo. "Born" es una fidedigna máquina del tiempo que pone en práctica la teoría de Einstein. Podría ser de 1971-72 en edición Bacillus, Brain, Island o Vertigo. Y eso sólo se consigue escuchando a saco material de ésa etapa dorada. Y tocando dpm . Con la misma convicción que aquellos melenudos. 

"Born" (4'48) parece que tenga sentado al Hammond al mismísimo Hugh Banton. Son cuatro ases que dominan la textura vintage como si ellos mismos lo fueran. La bipolar guitarra sufre alucinaciones psych al mismo tiempo que momentos prog de belleza incuestionable, en una técnica muy Roye Albrighton. Con un Mellotron que pone la crema sobre esquemas rítmicos precisos y muy compactos. Majestuosidad Downer tiene "Descending Us" (6'56), en un sabroso cocktail de Novalis, Hoelderlin, BJH o Camel en su floreada alfombra sonora. Increíble mimetismo prog true. Arranques hard rock a la Andy Latimer y la voz de Riley emocionando sinceramente. Cuando escribo esto hace el día perfecto y lluvioso para su escucha. Pulverizan cualquier hype modern prog  con su total convicción. A base de sólidas fórmulas de Nektar, Man o Kin Ping Meh.  La mellotrónica "For Yesterday" (8'08) es Spring en baño hard rock. Hasta que entra la voz y el órgano y aspiramos efluvios del "Meddle" floydiano. Vivir en éste "metaverso" sí que es un placer sólo reservado para unos pocos. Existiendo hoy Birth, a quién le importa el mundo real?! A mí no.

Desparraman belleza de arte funerario y música llena de carnosidad mental. Si eres vegano,  de frondoso follaje cerebral. Esto es un polvazo reflexivo e introspectivo de alto nivel. Dando la vuelta, "Cosmic Tears" (7'41) vuelve a oscuros laberintos propios de un "Still Life" vandergraftiano. No sin antes aportar su característico despliegue hard de implacable Mellotron arrasador de almas. "Another Time" (5'36) y la crimsoniana "Long Way Down" (7'17) terminan con las defensas del más reticente.



Birth son los perfectos captadores de feligreses para la secta progresiva. No deja de ser pintoresco que entre la preciosidad poética del grafismo en el artwork,  obra de David D'Andrea, aparezca el viejo logo del distribuidor.....Los antaño mega-metálicos,  Metal Blade Records. Lo dicho. Birth arrasa con todo. Un claro ganador del año.

J.J. IGLESIAS


 

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