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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

JIM CAPALDI - One Man Mission (WEA, 1984)

 La reunión de genios que supuso Traffic en los 60-70, dio para mucho. Pero como todo combo con más de un miembro destacado, el choque de egos fue inevitable. Y en éste caso eran tres líderes aspirantes al poder. Kilombo habemus. Existe la extendida creencia de que la carrera en solitario de Steve Winwood fue la más acertada.  Tal vez en ventas. Déjenme expresar mi petulante opinión de recalcitrante Leo. Aquí entre nosotros, la discografía de Dave Mason es mucho más sólida y completa. Sin fisuras, toda recomendable.



Además,  gozaba de un holgado éxito en EEUU. Ahí está su intervención en el California Jam 2, junto a Heart, Aerosmith, Ted Nugent, Mahogany Rush, Santana, Foreigner o Bob Welch, ante más de 350.000 almas. Un caso similar a Peter Frampton.

Pero hay un tercero en discordia, el batería,  cantante y compositor, Jim Capaldi.  Valioso en cualquiera de éstos roles. Un tipo que acojonaba  sólo de verlo, con su aspecto rudo y cara de malas pulgas. En realidad un cacho pan con una sensibilidad por encima de la media, que le sirvió para crear extraordinarias canciones. Capaldi era el más ecléctico de todos los ex-Traffic. Tuvo un éxito en 1975 con el "Love Hurts" de The Everly Brothers. Y no le daba reparo enfrentarse a la disco music o el funk en "The Contender" (78) o "Electric Nights" (79). También mordió en la música brasileña en "Let the Thunder Cry" (81). Hay que decir que, aunque estos estilos tiren de espaldas al sufrido lector, están abordados con elegancia, buena instrumentación y mejor peso específico compositivo. Un caso aparte, el de Capaldi. Un tío que escribía canciones como soles, fueran jotas navarras o chotis madrileños.

Entrando de lleno en los 80, descubrimos que el AOR se convierte en un arma muy poderosa en sus hábiles manos. Golosina tentadora que no deshecha. Ofreciéndonos una suculenta trilogía totalmente inmersa en el estilo de nuestros amores. "Fierce Heart" (83), "One Man Mission" (84) y "Some Come Running" (88).

Echando un vistazo a los créditos de "One Man Mission" uno puede pensar en un encomiable ejercicio de (obsoleto) classic rock , visto el desfile de estrellas. Steve Marriott, Carlos Santana, Simon Kirke, Snowy White, Kenny Lynch, John Giblin o sus habituales Peter Bonas, Neil Hubbard y Chris Parren. Error. Esto es sólido hard AOR, (el más duro de los tres, de ahí mi elección), con los "placeres culpables" de una producción demasiado involucrada en el momento. "One Man Mission of Love" tiene todo el estigma de los compositores jóvenes del gremio. No envidia a Richard Marx, Van Stephenson,  Glen Burtnick o Jeff Paris. Incluso acerca peligrosas posturas, aunque mucho más convincentemente, hacia el trabajo de Phil Collins. "Tonight" es hard rock 70s maquillado y con hombreras. Las percusiones electrónicas,  esa desagradable herencia de entonces, son perdonables ante un pedazo de canción  como "Lost Inside Your Love". Michael Bolton la hubiera cantado gustoso,  y más con el lanzallamas guitarrero de Santana. Esto arde.

"I'll Keep Holding On" y sus aromas digitales, deliciosamente retro ahora, exponen un bonito corte comercial, (del estilo de Winwood), con extraordinaria clase.

Aaaaaaah.....me derrito ante "Nobody Loves You". Un temarraco en la línea de los Journey del "Raised on Radio", con el aderezo de Carlitos Santana y su inimitable magia. Aquí está que se sale. Umhhhhh....Journey + Santana, me cuadra. El inevitable Hi-tech production aparece en todo su (oxidado) esplendor en "Young Savages", canción en onda Mr.  Mister o Red Rider, con la expresiva voz de Jim  Capaldi,  tan buen cantante como batería. Hi-tech, un batería? Las contradicciones de la moda, me temo. Los graves fat sounds  de un Yamaha CS80, Roland Júpiter-8 o un Prophet-5 , son la columna vertebral de "Tales of Power". Para adoradores de los 80, en toda su salsa synth-pop aorizada. "Warriors of Love" no sería repudiada en un disco de Foreigner cerca de "Agent Provocateur" o "Inside Information". Mientras que la final "Ancient Highway" es equiparable a chaticos del freelance AOR tipo Billy Thorpe, Aldo Nova o Billy Squier.



Jim Capaldi encontró su Shangri-la compositivo en los 80 con ésta trilogía,  y particularmente con "One Man Mission". Su excelencia haciendo canciones no decayó no obstante, hasta su muerte en 2005. Que le pregunten a los Eagles y "su"  "Love Will Keep Us Alive".

Eterno, Dear Mr. Fantasy.

J.J.IGLESIAS



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