Entrada destacada

TYFPE – Páxaros Na Cabezona (Santo Grial - 2013)

Imagen
 Ellos son muy finos para esto y para mucho más. Hablamos de Tyfpe, otro de los proyectos de gran atractivo dentro de la parcela de la innovación Astur, que desde la loma del Jazz Rock en la que en su cima, el camarada Emilio De Rivera se asoma para expresar inspirado en el agradecimiento hacia el cuadro que un allegado al guitarrista gijonés le realizó a modo de retrato, justo en el momento en el que los páxaros del versátil músico asturiano, volaban en busca de una expresión expandida hacia emociones encontradas en clave de Jazz contemporáneo con auténtica denominación de origen Anglo-Latino preservando la esencia del llagar autóctono.  Corría el año 2013, cuando el inquieto Emilio decidió crear un proyecto en el que participarán algunos de los músicos más inquietos de la escena vanguardista asturiana, próximos entre sí en afinidad musical. Sobre la mesa se proponen nombres como los de la baterista Eva Díaz, el teclista Javier Blanco posteriormente reemplazado por el reconocido Javie

GENTLE GIANT - In A Glass House (1973, Alucard)

 El grupo británico Simon Dupree & The Big Sound, que paría maridajes entre la psicodelia y el r&b, verá la emancipación de su núcleo fundamental cuando los hermanos Shulman conformen Gentle Giant, un nuevo estilo de proceder en el estirón del rock progresivo. De 1970 a 1973 publican cinco LPs, cinco discos de estudio considerados como picos de corona dentro de la carrera del combo, al igual que final de su inspiración. No fue así, pues tras tanta matrícula de honor musical aún quedarían álbumes como The Power And The Glory (74), Free Hand (75) e Interview (76), ediciones que mantenían la inteligencia y unas ocurrencias sonoras tan características como las ya aparecidas en anteriores marcas. 



Sin embargo, In A Glass House fue un giro de timón, un replanteamiento vista la salida de Philip Shulman, quedando Raymond y Derek en el puesto de mando. El ruido de cristales rotos que presentan los primeros segundos de reproducción, tornando en su evolución a un ritmo de suspiro mecánico, avisa que todo es nuevo, y a la postre nada cambia. “The Runaway” con sus guiños sincopados que tienden a la estructura renacida cada paso de nota, acompañados del baterista John Weathers que ilusiona pegada tras otra, se las arregla para no echar de menos aquel saxo que hasta hacía un año tendía una mano en las digestiones. 

“An Inmates Lullaby” les queda experimental, llena de laberintos, mientras “Way Of Life”, “Experience” y “A Reunión” maceran de lo medieval a lo medianamente barroco para, en el caso de la primera del trío, cargar la bala de cañón en un artilugio de art pop frenético y de bajo funk. La canción que titula el vinilo es la más acorde con el paso de Octopus a esta definitiva manera de no irse por las ramas tras la deserción de Phil, logrando así continuar con su promesa de cambio y de oleadas rejuvenecedoras para los oídos sinfónicos. 



El por entonces quinteto se adapta a la falta de esa sexta pieza, destacando un Derek Shulman que no reniega de su saxofón alto, al menos para pincelar algún recuerdo a los desarrollos calculados por su hermano, y un Ray que sigue tan a gusto doblándose cual violinista excéntrico y bajista titánico.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com


 
¿Te gustó el artículo? No te pierdas de los próximos artículos 



Vuestros comentarios son nuestra energía







Comentarios