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Panna Fredda - Uno (1971)

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 Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...

Hollan Holmes – Emerald Waters (2022/ Spotted Peccary)

 Desde un sitio tan sorprendente como Texas nos llega el segundo trabajo de Hollan Holmes. Sintetista que se estrenó discográficamente con "Milestones" en 2020. Mal año para estrenos. 



Su estilo se basa en la Berlín School más ortodoxa. En concreto en "Emerald Waters", girando en torno al agua como tema leit-motiv. "Hydroelectric" (6'09) lo inicia con absoluto homenaje a Tangerine Dream de primeros 80. Melodías sinuosas y enigmáticas que bailan etéreas y ondulantes sobre una segura columna vertebral de rítmico secuenciador. Que incorpora delicados entretejidos computerizados en "Hell or High Water" (6'40). Fractales electrónicos muy bien sincronizados y de evidente factura froesiana.  "A Ribbon of Life" (6'00) se instala en un sinfonismo melódico de belleza minimalista, que resuelve con originalidad y sofisticación. Un adjetivo que define el estilo de Holmes, su elegancia destaca en todo el álbum. Tal es el caso de "Tales from the Abyss" (7'15), donde la aventura submarina se hace fotografía vital en una mente despierta. Flotantes ondas secuenciales de descriptiva lírica paisajista que transportan al reino de Atlantis. Superpuestas, crean una sinfonía electrónica de exquisita dimensión emocional. Factor clave nunca marginado.

"The River" (5'57) es un brillante ejercicio de estilo, que fluye natural y sin descanso. Como si lo hubieras escuchado desde siempre. Realmente bonito. Como extraído de "Tangram", "Taken by the Current" (7'46) es otra pequeña proeza compositiva que, escuchada con cascos en un paseo urbano, puede humanizar la más estresante de las ciudades. Toda una experiencia. Lo trascendente, casi religioso, puede reflejar "The Sublime Shimme" (5'27) con esos melódicos bucles y refuerzos sintetizados de celestial construcción. 

"Changing Course" (7'59) es montada sobre un amurallado de colchones enosificados, aunque de cuidado regusto teutón.  "Leviathan" (7'48) es fílmica,  descriptiva y cinemática,  como un muy digno outtake de "Sorcerer", perfecta para una secuencia llena de tensión. Holmes se mete en la piel de un joven Baumann y borda otro momento álgido en la escucha. Es "Fathom" (7'44) un equilibrado ejemplo de acertada espesura textural.  Y "Emerald Waters" (5'44) un bello broche final al actualizado modo de hacer de Cluster.



Un álbum que entra de tirón y sin esfuerzo. Tan necesario en la actual escena electrónica de orientación berlinesa.

........Que pasará inadvertido para el sordo radar del mainstream. Tentado estoy de decir que me alegro! Es música para personas que saben lo que escuchan.

J. J. IGLESIAS 


 

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