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LOS ESTANQUES - IV (2020/ Inbophonic)

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 Creo recordar que ya tuvimos por aquí a Crayolaser como sinónimo de originalidad dadaísta y estupendo-desconcertante álbum. De allí saldría Iñigo Bregel (voz, teclados, guitarra) y se juntarla con otra panda de vulcanianos, ahora desde Madrid, dando forma a Los Estanques. En 2017 editaron su primer pecado contra la realidad, "Contiene Percal". "II" y "Los Estanques" le siguieron, siendo aclamados como los nuevos Marx Bros del pop psych & prog surrealista.  En el Año Oficial de las Idas de Bolo, 2020, editaron "IV". Y claro, estaban en forma, para tan alocados días.  "No hay vuelta atrás" atrae recuerdos del rock arg spinettiano, en mi "molesta" opinión. Fernando Bolado sujeta riendas de bajo imperante junto a una batería sorpresiva, la de Andrea Conti. Mientras que ésa sibilina wah wah funk del guitarrista Germán Herrero construye un armazón donde una brass section se adueña de un excelente feeling zappero. Bregel canta

SYNDONE - Mysoginia (2018)

Es el último trabajo de esta banda italiana y tiene un título controvertido y llamativo. Si la mujer quiere se paraliza el mundo. Esto es incuestionable porque ellas son el motor de la vida. 


En los tiempos en que vivimos el papel de la mujer es cada vez más importante por fortuna. La mujer ha sido y sigue siendo la mayor inspiración en la música. Si en el pasado la música estaba prácticamente basada en temas religiosos desde la edad media hasta el final del periodo clásico, a partir del romanticismo del siglo 19 el sexo femenino va a ser el protagonista absoluto de la música hasta nuestros días. La mujer musa de toda inspiración artística ha ocupado los cánones creativos desde entonces prácticamente en todos los aspectos del arte bien sea de forma explícita o indirecta. Misoginia es un vocablo griego de determina el odio a la mujer o el desprecio obsesivo hacia su sexo. Este asunto abarca la historia del hombre desde el surrealista concepto religioso de Adan y Eva y ha envenenado a todas las religiones por igual y llenado el mundo de ignorancia y maldad. Se achaca a la mujer ser la causante de todas las desgracias del mundo y esto es verdaderamente terrible. El hombre teme lo que no conoce. Decía el escritor portugués José Saramago que la mujer es el único género que los hombres no entendemos. Pero el odio al sexo contrario está prácticamente basado en el miedo y el desconocimiento, aparte de la incultura y la crueldad. No voy a entrar en un tema tan complejo, tan solo determinar la importancia de aspectos como el amor, la pasión, los celos, la belleza y la desesperación que están contenidos en la música en un porcentaje amplísimo. La mujer ha sido desde siempre la inspiración en el arte y la ruina de los corazones. Un tema tan viejo como el mundo. 

Probablemente sea el primer disco que veo con este título en la historia de las grabaciones musicales, aunque evidentemente la temática siempre ha estado en las canciones de la música llamémosle groseramente “moderna”. En el rock curiosamente es donde más encontramos letras brutales y machistas. El eterno dilema amor-odio. Es curioso avanzan los tiempos en igualdad, pero era más respetuosa con la mujer la música antigua que la actual. Jamás me han interesado los textos de las canciones sea el estilo de música que sea. Me parece irrelevante lo que se cante, pero no puedo evitar a veces escuchar las barbaridades que se dicen en una canción ya sea en el rock´roll, en el heavy, en el pop barato, en las canciones de “autor”, en un tango, en un blues, incluso en el jazz y ya no hablemos de las modas latinas en boga como el regetón que hasta me da igual escribirlo mal. Si nos vamos al otro extremo, Zappa sin ir más lejos fue experto en ese mal gusto literario. Ni siquiera los grandes músicos se salvan. También hay letras preciosas es cierto. ¿Pero que tiene la mujer para que las iras y los despropósitos se reflejen en el arte?... misterios de la vida.

Syndone ha grabado un disco con nueve títulos inspirados en la mujer y sus diferentes características, caracteres y pasiones. No quiero saber nada de la letra porque a mí solo me interesa la música pura. Un trabajo nuevamente corto de 44 mtos pero intenso y sinfónico afín a la línea de los últimos trabajos de la banda. Pianos fabulosos y teclados exuberantes dominan la escena con una compleja orquesta sinfónica de Budapest predispuesta a la lujuria. Como siempre los estilos se entremezclan hasta la decadencia estética. La voz peca de lo mismo: exageración y dramatismo y me recuerda bastante a Freddie Mercury y sus tendencias operísticas. Nunca he soportado a Queen así que no insistiré demasiado. Las partes instrumentales son como siempre excelentes y salvo los coros si no cantasen sería preferible.


Dejo aquí el tema del progresivo italiano y la próxima semana nos subiremos por las tierras soviéticas, es decir meterme en otro jardín mucho más desconocido.
Alberto Torró











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