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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

TYNDALL - Traumland (1981 / SKY)

Nombres como el que hoy traemos fueron, siendo bastante más humildes y desconocidos, los héroes  que de verdad salvaron a la kosmische alemana del injusto olvido. Sintetistas o agrupaciones tardanos que se ocuparon de la retaguardia del género cuando éste  comenzó a dar signos de flaqueza creativa.


En un principio,  Tyndall fue el proyecto del dúo sintetista formado por Jūrgen Krehen y Rudolf Langer, de Bavaria.  Desde el 77 aproximadamente,  tocan en vivo por el área y hacen algún soundtrack de encargo. Hasta que el sello Sky se fija en ellos, quizá no tan histórico como Ohr, Metronome o Brain,  pero con una respetable escudería , (Clúster / Eno,  Michael Rother, Moebius / Plank, Harald Grosskopf o Adelbert von Deyen). Allí editan cuatro álbumes de eufórica electrónica berlinesa (mayormente).

Siendo "Sonnenlicht" (1979) el primero. "Traumland" (1981) le sigue, junto a "Reflexionen" (1982) y "Durch Die Zeit" (1983). Ésta es la "verdadera" discografía de Tyndall. Se da la circunstancia de que el dúo se instala acertadamente en Berlín en el 81, montando el Tyndall Studio. Pero en cuanto los asuntos de dinero entran por la puerta, la amistad sale por la ventana. Y el dúo se romperá en el 84. Aunque Jůrgen va a seguir como "Nik Tyndall" a partir del 85. En un estilo notoriamente más light y basado en la creciente New Age. ....Esa yogourthera que usa los teclados para crear suaves "petit suisses" electrónicos.  O la respuesta electrónica a los libros de autoayuda, tan voluminosos como inútiles. De esa guisa creará una notable discografía. Tú mismo, aviso. 

Este segundo trabajo como dúo se inicia con el tema título,  en bonita melódica sintetizada cercana a los Kraftwerk de "Autobahn", aunque con un toque más sinfónico. Sí que podría asemejarse a la electrónica francesa, incluso por sus minutajes moderados, (5'50).
Es una perfecta sintonía para un programa radiofónico. 

"Unterwegs" (5'20) entra en el campo activo de trabajo de los TD de esos días,  incluso del Mike Oldfield de "Platinum". La melodía secuenciada es la columna vertebral de la composición. A partir de ella, se desplazan sonidos, efectos y sub-melodías que completan un atractivo lienzo lleno de chillones colores sonoros.

La más larga del lote es "Springsteine" (6'45), una acertada recreación estilo Důsseldorf con elementos berlineses, lo cual la hace un curioso experimento con "final feliz" (el onanismo electrónico es así ). Mete a Peter Baumann en Cluster  y tendrías algo parecido. 

Termina ésta cara A con "Irgendwann" (3'45), ésta vez sí,  con todo el sello berlinés centrado en construir algo comercialmente interesante. Y lo logra de pleno.


En la cara B, "Kreislauvia" (4'55) vuelve a engatusarnos con hipnótica secuenciación y efluvios del primer kosmische. Éste es un perfecto tema para un expolio artístico de "diyai" de moda, con sus soniditos de máquina de marcianos encima y el chunda-chunda de rigor jodiendolo todo. De hecho éstos especimenes matan por este material.

"Erdbeerkristalle" (3'45) trae más vibraciones old style, pero con el agridulce sabor de la represión temporal. Éste tema bien desarrollado, da para 20 - 30 mts de suite-jam extraordinaria a la Schulze. Pero los tiempos habían cambiado. 

La lírica de "Echowellen" (4'32) está totalmente impregnada de un sentimiento positivo (que no "happy"). Y luego criticaban a ésta música de "fría y sin alma". Había que ser muy cerrado o ignorante para soltar tales atrevidos veredictos. Esto es cálido,  bello y lleno de esperanza. 

"Milchsee" (4'00) terminaba la audición con una fastidiosa percusión de la época,  peste electrónica de primeros 80. Es la más insulsa o poco agraciada. Tyndall tenía atributos suficientes para hacer una pieza como ésta en cinco minutos, así que el nivel de exigencia debe ser mayor.

De todos modos "Traumland" es un majo disco de tardo-kosmische, que se escucha con agrado y deja un buen recuerdo en el oyente.
Nik Tyndall será luego un habitual en festivales electrónicos como el Elektroniktage, el Synthimedia o el Ars Electrónica. Aunque ya es sabido que en los 80, la cosa fue bien distinta. Tyndall - dúo es lo que desde aquí reivindicamos y recomendamos. Un excelente par de cerebros electrónicos. 
J.J. IGLESIAS



Temas
A1 Traumland 5:30
A2 Unterwegs 5:20
A3 Springsteine 6:45
A4 Irgendwann 3:45
B1 Kreislauvia 4:55
B2 Erdbeerkristalle 3:45
B3 Echowellen 4:32
B4 Milchsee 4:00







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