El porqué una banda formada en el área de Manchester en 1977 consiguió mantenerse al margen de la NWOBHM, es otro de esos misterios que le da motivo de existencia a ésta sección de "Los Otros". Quizá se ocultaron en un búnker, a la espera de mejores tiempos para su melodic rock. Lo cual llegó a pasar en 1986, con un flamante contrato nada menos que con Atlantic. Tras los obligados cambios de personal, en ese año Virginia Wolf estaba formado por Chris Ousey (cantante solista extraordinario), Nick Bold (guitarras), Jo Burt (bajo) y Jason Bonham (batería "hijísimo de", que ya venía de hacer una obra maestra para Airrace, con 17 años). Los productores del homónimo debut iban a ser David Richards y Roger Taylor, demostrando el interés de Queen por las jóvenes formaciones melódicas británicas, (Brian May lo haría con Heavy Pettin). Y ahí no acaban las conexiones, pues Spike Edney iba a aportar sus teclados invitados. La grabación se efectuó en tres emblemáticos estu
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MAGMA - 1001 Centigrades (1971)
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El salto musical con respecto al debut del año anterior es definitivo y aquí comienza realmente el estilo Zeuhl. Si con el anterior álbum Magma estaban a la búsqueda de formas nuevas todavía algo convencionales en el mundo del jazz de vanguardia, con este “Magma 2” sorprenderían a todos con un estilo que no tiene cabida en ninguna banda ni en ningún estilo musical conocido.
Solo tres largos temas. La épica de 21 mts “Rïah Sahïltaahk” inaugura una música jamás antes oída y podemos decir que bienvenidos al caos organizado y a la maravillosa complicación. Las elaboradísimas voces se basan en repeticiones estructuradas y super complejas con ritmos cruzados y contratiempos imposibles. Parece una orgía wagneriana enloquecida pero completamente adictiva al oído. Y aquí ojo al oyente!...porque puede salir corriendo o quedarte con la boca abierta como fue mi caso. Esto no es para todo el mundo. O lo tomas o lo dejas. Con el Zeuhl hay que acostumbrar al oído y no hay otra manera porque partes prácticamente de cero y si para colmo no has escuchado jazz avanzado o clásica moderna antes, olvídate de París. Quien este familiarizado o sea un experto en Magma sabe de qué estoy hablando.
En 1001 Centigrades se nota que la banda de Christian Vander estaba en plena ebullición de ideas. No hay que olvidar que además de batería, Vander componía al piano y con su propia voz. Su líder solía decir que los temas eran tocados de diferentes formas y en aquella época improvisaban constantemente. Incluso afirmaba que los ensayos eran las propias actuaciones en directo. Muchos de los futuros clásicos de la banda saldrían de aquellas locas improvisaciones. Los temas maduraban y en su constante elaboración en un espacio de tiempo relativamente corto, podían cambiar completamente de estructura y forma. Como veremos en adelante una pieza podía ser compuesta y preparada en diferentes formatos, se tocaba en directo pero su grabación definitiva podía aparecer una década después o incluso más. Probablemente reformada y enriquecida. La gestación de la música de Magma no tiene épocas ni tiempo, porque no pertenece a ningún estilo ni a ninguna moda. Es un poco una forma de proceder típica de los compositores clásicos: una sinfonía podía ser compuesta y presentada al público muchos años después de su gestación. Esto nos lleva a la conclusión de que la Música de Magma no tiene épocas. Vander orgulloso diría que “es eterna”.
“Rïah Sahïltaahk” es la primera gran pieza de Zeuhl firmada por Vander y tiene tantos recovecos y pasajes extraños, que una descripción musical al uso, carece de relevancia. El principio de la pieza parece una continuación del primer disco pero conforme avanzas la cosa se complica y las estructuras vocales y rítmicas ya son delirantes. Con Magma hay que escuchar y volver a escuchar. Es difícil retener su música en la cabeza, porque entramos en un mundo inhóspito y por descubrir. La segunda cara del vinilo son dos piezas curiosamente no compuestas por Vander y más cercanas a un free-jazz rock zappero de primeros setentas. “Iss Lanseï Doïa” compuesta por el clarinetista, saxo y flauta Teddy Lasry y “Ki ïahl ö Lïahk” del pianista François Cahen. Todas estas composiciones serían tocadas de mil maneras diferentes en directo.
Afortunadamente Magma no calca las piezas y la energía y el momento siempre están presentes en sus actuaciones. No interpretan su música, la viven desde dentro y eso forma una comunicación con el oyente como un ente único. En realidad, estamos ante un progresivo experimental de primer orden tremendamente arriesgado pero para nada aburrido o tedioso, que exige del oyente una dedicación absoluta. Que esto se crease en Francia tiene mucho de significativo, país donde históricamente se han gestado todas las innovaciones, ya sean avances sociales, políticos, artísticos y filosóficos. Así que adelante y sin miedo a lo desconocido.
Alberto Torró
Temas
ARïah Sahïltaahk21:51
B1"Iss" Lanseï Doïa11:46
B2Ki Ïahl Ö Lïahk8:20
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Gracias por presentar y describir discos así, pues es por eso que en esta página he descubierto autenticas maravillas que la mercadotecnia y la flojera mental de estos tiempos esta dejando a un lado. ;-{D
Gracias por presentar y describir discos así, pues es por eso que en esta página he descubierto autenticas maravillas que la mercadotecnia y la flojera mental de estos tiempos esta dejando a un lado. ;-{D
ResponderEliminarGracias a ti, Space Lord, que Galactus mantenga tu clarividencia igual de activa. Un cósmico saludo.
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