No es muy habitual, disfrutar de una genuina propuesta R. I. O por éstas tierras. Band of Nowhere es el nuevo proyecto de Juanjo Sánchez. Multiinstrumentista y compositor, con otras incursiones guerrilleras, como Gonza Magilla y su "Memories of Phase Rem".
Barcelona es la ciudad perfecta para investigar musicalmente. Inspira. Por cuanto su círculo artístico y tradicional ofrece ilimitadas posibilidades a la vanguardia. Junto con Jordi Cabayol (Camino al Desván) a las guitarras, synth y percusión. O el inmenso Bob Drake, batería de Thinking Plague o 5UU's. Juanjo le da al bajo y bajo-fuzz, órgano, sintes, guitarra, percusión, melódica....Le ayudan sus hijos Pablo Sánchez (guitarra) y David Sánchez (sintes, batería, percusión). Mucho elemento percusivo aquí, sí. Y más que se reafirma con Quicó Samsó (Macromassa, Koniec) u Oriol Perucho, ambos también en las baterías. Entre otros invitados a éste jubiloso certamen-party de Rock en Oposición.
"Calling All Beginners" (3'24) ofrece un sepenteante y reptiliano synth de bienvenida, para irse preparando al festín.
Aparece tensión crimsoniana en "Fleeing to the Poles" (4'32), de batería imposible y prodigiosa aura jazz, como unos barrocos Happy the Man.
La única que no es del líder, "Ashes" (6'49)conserva todo el espíritu norteño de su procedencia de autor, el legendario Lars Hollmer, (Samla Mammas Manna). Es un RIO caudaloso éste, en esencias avant prog 70s. Imaginativas e insondables, de sinuoso solo de guitarra Frith-Vai-Fripp.
"Tenuis" (4'00) lanza etéreas capas sincopadas de algodonosos sintes. Con nostálgica melodía que sube en intensidad, en la línea de los mejores Heldon.
Desquebrajantes texturas presenta "Rouler ma Bosse" (6'19) con analogía en modelación artesanal y preciosa motivación subliminal funk. Es un bonito puzzle sonoro con sus muchas piezas en conversación constante y animada. Caótica sección central que vuelve al raíl melódico inicial sin perder atracción magnética intensa.
"Sunday Machinery" (1'52) es un breve intermedio de abstracción casi jazz, surreal y con spoken word de Maite Condal.
Imagina una oscura fábrica en plena Revolución Industrial, llena de vapores, humos y malos rollos de actividad humana.....es "Lucid Dreams" (6'32), que embriaga sentidos con imágenes mentales propiciadas por el tenebrismo de unos Univers Zero. Laberinto de oscuras notas, en caprichosa situación muy bien estructurada. Escher, como arquitectura sonora improbable, pero real.
"Twisted Maze" (6'19) es una fiesta de percusiones endiablada, dentro de un campo minado por sintetizadores. Cercano a los que "labraba" Aksak Maboul o Etron Fou. Guitarra balcánica en un kilombo-barnstorming estilístico, estilista y estiloso. Una indignada guitarra a lo Sonny Sharrock, pone la guinda en éste delicioso pastel del desquicie.
Entramos en la casa de juguetes encantados de "Blade Runner", para "Rolla Bolla" (4'29). Simpatía esquizofrénica que no falte. Fantasía inquietante que atrapa la psique del oyente.
Y por ahí seguimos ahora, con los trasgos drogados de Willy Wonka, en "Cicling the Circle" (4'12). En un cruce de soundtrack James Bond con Gabor Szabo, de elegancia avant refinada.
Ronroneo analógico para "Chinese Forecast" (6'16), recitada en chino por Chía Er, presenta jetlag como experimento anímico. Percusiones y cuerdas nucleares hacen el resto.
La final "Refugee Ruins" (4'17) es una improvisación con depresión y bajona en sus teclas, de ominosa oscuridad sensitiva. Una mazmorra emocional olvidada, en un castillo biográfico en ruinas. El efervescente hábitat percusivo consigue que éste frío refugio se convierta en un sitio cálido y acogedor. Como con ganas de quedarse. Lo mismo ocurre con todo "Counting the Beats". Porque Band of Nowhere es Euro Art / Avant Rock, de grandes ligas. Listos para salir al campo.
J.J. IGLESIAS
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