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Legend - From the Fjords (1979/ Empire)

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 No confundir con las decenas de "Legends" que en la historia ha habido.  Éstos eran de Connecticut. Y como era de esperar, iban en formato trío. Digo esto porque aunque no lo parezca, la sombra de Rush en su etapa mid-70s fue alargada en el devenir del hard rock & heavy metal posterior, de corte más progresivo. Manilla Road, Winterhawk.....o más tarde Fates Warning o Warlord en USA. En UK y con la explosión NWOBHM al caer, Gaskin, Limelight, Shiva......La lista de influenciados es larga y de libro.  Y estos Legend, con su único "From the Fjords" de 1979, fueron unos ilustres candidatos a liderarla.  Formados por el ya desaparecido Kevin Nugent (voz solista, guitarra, 12 string), Raymond E. Frigon (megabateria) y Fred Melillo (bajo, fretless), tenían bien aprendidas las enseñanzas de los canadienses. Fantasy lyrics, desarrollos imaginativos, inesperados arreglos, épica fantástica  bajo un marco de underground hard rock sencillamente encantador. La producción esp

Bateristas en la sombra XIV: Diana Majo.

 A pesar de que la escena percusiva femenina española ha contado a lo largo de las últimas cinco décadas con diversas representantes del Groove distribuidas entre el Rock, el Folk y el Jazz, ver a una mujer detrás de una batería en España nunca ha sido un hecho habitual. Muchos de sus nombres y sus destacadas cualidades no han encontrado su justo y merecido reconocimiento. 



Con la evolución de la batería como instrumento y el oportunismo de ciertos sistemas de la retrogresión ‘’memócrata’’, en los últimos años comienzan a tener presencia inquietas e innovadoras jóvenes mujeres bateristas, que a lo largo y ancho de este país impregnan con su Groove diferentes disciplinas sonoras, y que de una vez por todas, posicionan a estas valientes guerreras dentro del hueco que por mérito y derecho les corresponde. En la actualidad, nombres como los de Adela García, Eva Díaz, Violeta Mosquera, Beatriz Martín, Patricia Vento o Elsa Fernández son entre una larga lista los más representativos de las mujeres que se encuentran tras un kit de batería en diferentes áreas del arte sonoro.

 Y entre todas ellas, hay que hacer mención especial a la leonesa Diana Majo, una depredadora de escenarios por cuyas venas circulan requisitos básicos como la actitud, la disciplina y una distinguida entrega que hace años, ha manado de forma vocacional logrando inclusive ganarle el pulso a la cobardía. Estos factores han contribuido a ésta excepcional guitarrista, vocalista y baterista de Benavides de Órbigo sea actualmente la artista más destacada del circuito musical de Castilla y León en los minifundios del Jazz, los latifundios del Pop Rock y el vértice del riesgo. Y es que Diana Majo está demostrando el por qué las chicas fueron, son y serán indomables guerreras a las que nada se les queda grande dentro de un mundo usurpado por la manipulación de la obesidad mental, y que encima pretende raptar algarrobos de toda categoría, para servirles en bandeja una inteligencia artificial que precisamente proviene de la carencia intelectual humana. Y a pesar de que éste hecho forme parte de una inmensa colección de fenómenos luctuosos solapados en la chaqueta de gamuza marrón del presente siglo XXI, todas estas formidables bateristas y en especial Diana, combaten con talento contra las desidias y aberraciones portadas en la sesera de la sempiterna e inquebrantable absurdez. 



Sin el menor temor al crepúsculo de la inmediatez, Diana Majo y su amplia gama de registros vocales al servicio de la calidez tonal, se revelan con una guitarra en sus manos mientras que sus propios dedos lloran modalidades mayores y menores sin que las lágrimas de sus falanges obstruyan el paso a su versatilidad, cada vez que Diana cuenta canciones que otros nunca se han atrevido a cantar. Y si a esta cualidad le añadimos su expresión baterística expandida por la senda de las transiciones, el pulso y la proyección, entendemos el por qué Diana Majo es una de las ejecutantes más representativas de Castilla León y el resto de una España que permanece dormitando sobre el colchón del postureo. Diana Majo ha tenido más que cristalino el sentido de muchas cosas desde temprana edad, su aplicación extrovertida del sexto sentido impresionista y su ignífuga sensibilidad han venido campando a sus anchas, comulgando con el talento durante los últimos años sobre la percha de esta representante de pura energía maragata, que ha sabido pulir ejemplarmente desde su esencia, altamente influenciada por voces como las de Alanis Morrisette o Sting entre otros referentes de los que por encima de todo, persiste el vigente el talento de su hermano Jorge, con quien ha logrado conmocionar a la comunidad Leonesa en clave de dúo con Diana Majo & Bro, a pesar de que ambos ya eran más que conocidos desde los tiempos de La Última Legión, un inteligente proyecto que cuajó con plenitud en la comunidad leonesa y más en concreto, en la zona norte de la misma donde la tradición musical y sus representantes impactaron con fuerza en su momento en la comarca de Laciana entre otros puntos de referencia. Proyectos como Domani Sapone o Doctor Bogarde Quartet marcan contrastadas diferencias oxigenando el pulmón perimetral de un Benavides de Órbigo, que no se rinde ni se entrega ante la grasienta presión del oportunismo sistemático. 

Como baterista, Diana Majo ha progresado de forma sobresaliente debido a su habitual carácter dotado de alto octanaje persistente, que ha permitido que la permite dialogar con absoluta comodidad sobre la senda del Swing o el Rock de carácter bermellón, corrientes en las que Diana muestra su respeto por el silencio y a al par un extraordinario gusto por los coherentes desplazamientos en los que ni sobran ni faltan notas, y por supuesto, por el Half Time Shuffle y diversos recursos técnicos que no se desligan de un concepto interpretativo pasional que se fundamenta con el predominio de un tempo cada más preciso que marca la distinción en el contexto de un lenguaje musical conciso. 



Por otra parte, Diana Majo es una consagrada docente en la parcela de las seis cuerdas donde ha logrado elaborar una metodología de enseñanza en la que tanto principiantes como avanzados discípulos de la guitarra tienen cabida, y de la que nadie, absolutamente nadie sale indiferente e insatisfecho, sino todo lo contrario debido a que sus alumnos germinan de sus clases con una lección aprendida. Con una tarea elemental que no es otra más que la del progreso, el sacrificio y la dedicación sobre los lomos del tiempo porque ella misma, es el resultado de un longevo proceso de tiempo vocacional al que ha contribuido notablemente su familia y especial su hermano Jorge, por quién Diana sigue latiendo en cada acorde, progresión, transición, patrón rítmico o métrica por la que discurre su distinguida personalidad. Pero de esta ejemplar, humilde, simpática y extrovertida maragata también presenta formidables cualidades en otras disciplinas de raigambre pasional como es la fotografía o las artes culinarias. Todo un ejemplo de mujer del que sus compañeras y compañeros de Groove junto con las legiones de fieles y devotos del genuino carácter expresivo, se sienten muy orgullosos. Disfrutar en directo de Diana Majo en cualquier formato con sus armas más poderosas (voz, guitarra y batería), es un deber para quienes aún desconocen a un portento de persona que transita sobre la senda de la calmada sencillez, trazando un recorrido bañado por el sosegado destello de la modestia.
Luis Arnaldo Álvarez (Baterista  y Locutor profesional independiente





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