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Carpet - Collision (2024)

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  No soy muy proclive al prog moderno, aunque reconozco que a veces hay cosas interesantes. Una de las peculiaridades del estilo es que con los años se ha ido abriendo cada vez más por cauces más variados, eso que llamamos ecléctico que bien puede acabar en un puzzle indefinido o en un nuevo resultado de la química sonora. Como ya dije la semana pasada en los tiempos distópicos y desagradables que por desgracia nos tocan vivir, es fácil encontrarnos con músicas que así lo reflejan. Cada vez la música es más áspera y más infeliz y uno que contempla la degradación humana a diario y el camino hacia la locura que tanto por  la política deshumanizada del negocio y poder, así como por la disminución de inteligencia global y aumento de la maldad en el planeta se da cuenta que ya no hay vuelta atrás. Cada día será peor que el anterior, bien sea por el clima y cambios naturales o por guerras en todos los frentes. No me toca decir a mí si la inteligencia artificial será algo mejor o peo...

Bateristas en la sombra XII: Max Roach

 Maxwell Lemuel Roach (New Land, 1925) , verdadero nombre del gran baterista Max Roach, se interesó por el jazz desde muy temprana edad, tocando en una marching band, cuando solo tenia 8 años. Su madre, cantante de gospel, le aconseja abandonar el fliscorno para dedicarse a la percusión, y a renglón seguido se matricula en el Manhattan Conservatory of Music, del que se graduó en 1942 diplomado en percusión. A los dieciséis años sustituye a Sonny Greer en un concierto de la orquesta de Duke Ellington, proeza que repite bajo circunstancias similares en la orquesta de Count Basie.



En 1942 los clubes de la Calle 52, hervían musicalmente gracias al sonido nuevo que Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Thelonious Monk y Kenny Clarke, estaban inventando en esos momentos y que denominaban bebop. Max Roach, y su amigo, Bud Powell, se sumergieron en ese ambiente y se impregnaron de las concepciones modernas. Cuando el baterista, Kenny Clarke, fue movilizado por el ejercito en 1943, y trasladado al frente de Europa, Max Roach, que actuaba regularmente en el club «Kelly’s Stables» acompañando a Coleman Hawkins, fue elegido por Parker y compañía para formar parte de esas jam session en el Minton’s Playhouse y el Monroe’s, principalmente.



Fue Coleman Hawkins, quien le proporcionó su primera sesión de grabación en febrero de 1945, grabando para la casa «Apollo» la primera versión de «Woody’n You». En 1945, Max Roach, no pudo participar en los discos que Parker y Gillespie grabaron juntos, por haberse marchado de gira con la orquesta de Benny Carter. En otoño de 1945, de vuelta Parker, a New York pasó, ahora sí, a formar parte del histórico quinteto de Charlie Parker y Dizzy Gillespie con el que actuaban regularmente en el club «Three Deuces». A finales de Noviembre de 1945, graba con ellos los famosísimos temas emblemáticos del bebop: «Billie’s Bounce» y «Now’s The Time»,  e inmediatamente se integró en el primer y efímero proyecto de bigband intentado por Dizzy Gillespie.

Tras la gira de Parker y Dizzy por California, Max Roach se queda en New York, tocando en la Calle 52 junto a Jay Jay Johnson, Dexter Gordon y otros músicos y a la salida de Parker de Camarillo se unió a su quinteto, paradigma del bebop, con el trompetista, Miles Davis, y él mismo como miembros fijos con Duke Jordan, sustituido en ocasiones por Bud Powell o John  Lewis, y los contrabajistas: Tommy Potter, Curly Russell y Nelson Boyd sucesivamente. Los extraordinarios discos de Savoy y Dial de 1947 y 1948 recogen esos innovadores patrones rítmicos.



En 1949, viaja con Parker a Europa para participar en el Primer Festival de Jazz de Paris, y también en el histórico concierto del «Massey Hall» de Toronto en 1953 que edita el sello «Debut», fundado por Charles Mingus. En mayo de 1954, codirige con Clifford Brown, un quinteto de hardbop que en poco mas de dos años, pasó a ser uno de los grupos fundamentales del hardbop y de la década, grabando para el sello «Emarcy» toda una serie de discos excepcionales. Tras el trágico accidente de Clifford Brown, que le costó la vida, en 1956, y tras un tiempo tocando sólo en trío con el contrabajista, George Morrow y el tenor, Sonny Rollins, reconstruye el quinteto con el trompetista, Kenny Dorham. Continua colaborando con otros músicos y en julio de 1958 reemplaza a Dorham por el joven trompetista, Booker Little.

Muy sensibilizado con la lucha de los negros, intensificadas a lo largo de ese mismo período, introduce en su arte una dimensión deliberadamente política y abre las puertas a la voz de Abbey Lincoln, quien, mas tarde, se convertiría en su esposa. En 1960, ese discurso se radicaliza y pasa de las palabras a los hechos organizando un festival paralelo y alternativo al oficial de Newport de ese año como forma de protesta contra la segregación racial y graba el extraordinario disco «We Insist! para el sello Candid, un alegato contra el racismo manifestado desde la misma portada del álbum, donde se ve a un camarero blanco en la barra de un bar con gesto amenazante hacía sus dos clientes negros.



En septiembre de 1962, graba junto a Duke Ellington y Charles Mingus, un disco extraordinario titulado «Money Jungle» y liderado por el «Duke» donde expresan, en forma de trío, todos los conceptos del nuevo sonido del jazz y donde Ellington, demuestra que su arte no se limita a la era del swing. Max Roach, tampoco desdeña enfrentarse a dúo con algunos de los más significativos vanguardistas del jazz. Graba entre 1976 y 1984 con Archie Shepp, Dollar Brand, Anthony Braxton, Cecil Taylor y otros. Max Roach, es, no sólo uno de los mejores solistas de la historia de la batería, técnicamente formidable, solista exquisito utilizando la batería de forma análoga a cualquier otro instrumento solista, sino que su curiosidad musical le ha llevado a explorar con gran originalidad la tradición afroamericana para convertirla en referencia obligada en el jazz moderno.
Luis Arnaldo Álvarez (Baterista  y Locutor profesional independiente





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