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Yatha Sidhra – A Meditation Mass (1974 / Brain)

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 Formados en Freiburg en 1973 y primero conocidos como Brontosaurus, el único álbum de Yatha Sidhra se erige como indispensable en una colección respetable de cosmic-mystic kraut. Su líder era Rolf Fichter (Moog synth, flauta India, vibráfono, piano eléctrico,  guitarra eléctrica y voz). Junto a su hermano Klaus Fichter (batería y percusión), Matthias Nicolai  (guitarra 12 cuerdas, bajo) y Peter Elbracht (flauta). Pronto tendrán el beneplácito de Brain, por mediación de Achim Reichel, que además sería su productor y autor del poema de portada. Como ingeniero y mezclas, Dieter Dierks. Inmejorable equipo "en la pecera" de grabación.  El álbum se componía  de un único tema en cuatro partes, dos por cara. Y como fue el único legado del grupo, podríamos decir que fue la única banda kraut con un sólo tema en su repertorio! La portada, sofisticada y en troquel originalmente, simbolizaba muy bien su interior, de clara orientación mística y oriental. "Part 1" (17'45) era

CUAC! - Cuac! (2009, Miedito Records/Disconsonancia)

 En 2009 la agrupación asturiana Senogul presenta Disconsonancia, una iniciativa con forma de sello privado al que vincular los diversos proyectos paralelos pergeñados por sus cinco componentes. El trabajo que estrenó la apuesta de casa abierta con diversas habitaciones resulta el disco compacto homónimo de la banda Cuac! El conjunto no es realmente invento pasajero, ya que su historia se remonta a diferentes años, nombres, etapas y componentes. El guitarrista treintañero Pedro A. Menchaca, de hecho, se vinculó a la apuesta cuando aún era un adolescente y todavía no se les conocía con la onomatopeya anátida. 



Finalmente, y tras evolucionar el pop hacia unos horizontes despejados, el álbum representa el punto más brillante de unos creadores exquisitos. Una auténtica extravaganza musical que aletea entre sirenas luciendo mostacho, infantas antropófagas y juegos con red y pelota para mayores de la edad temprana. Por ello la lógica impera cuando las atmósferas envolventes del relajo calmo se ven interrumpidas por un pseudo funk experimental de taquicardia (“No te conocía ese jersey”). La bossa pop patina sobre lounge saltarín en “Anika Pistophen” y “Voleybol para adultos” quisiera ser reggae si no fuese por la inquietud de unos instrumentistas que le inyectan de todo y por su orden, aunque en pequeñas dosis esquizofrénicas. Michel Camilo pareciese personificarse en el arranque de “Tumbaos”, para en pocos compases untar pop con calypso y tropicalismos varios. 




Y para las delicatessens minimalistas incluyen “Marlene”, un regusto afrancesado para una mujer que vivió a caballo entre Berlín, Hollywood y París –la Dietrich estaría orgullosa–. Los rangos de Dagmar Krause (Slapp Happy, Henry Cow), Petronella Nettermalm (Paatos) o Ute Lemper se marcan a fuego en la voz de Laura Pire, sublimando cualquier vago intento de nombres como Marlango. Lo más excéntrico y genial es que la cantante aborda una lengua inventada para escribir cada uno de los textos, dotando al resultado final de esa aura mágica que convierte la grabación en única. Cuatro músicos, Eduardo G. Salueña, Luis Miguel García Con, Pedro y Laura, que conjugan el verbo entretener con la sapiencia de un académico.

por Sergio Guillén

sguillenbarrantes.wordpress.com



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