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Panna Fredda - Uno (1971)

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 Hay discos que no nacen: se invocan. Uno de Panna Fredda es un espejo roto donde se refleja el fin de la inocencia prog. Es el sonido de un grupo que vio el fuego de los 60 apagarse y decidió prender su propio incendio, aunque fuera el último. Aquí no hay paz ni complacencia: hay Mellotrones como cuchillas, voces que parecen oráculos y guitarras que cortan el aire como un ritual de medianoche. Si el rock progresivo italiano tuvo un momento oscuro, fue este. Y se siente glorioso. Cuando salió en 1971, Uno fue como un conjuro lanzado en una plaza vacía. Pocos lo escucharon. Menos aún lo entendieron. El disco quedó flotando en el limbo, mientras las luces de los 60 se apagaban y el rock italiano se metamorfoseaba en algo más grande, más extraño. Panna Fredda no tuvo tiempo de convertirse en leyenda en su momento: el servicio militar, la censura y la maquinaria de la industria los trituraron antes de que el humo se disipara. Pero los discos malditos no mueren, solo esperan. Con los añ...

TYLER KAMEN - Artichoke Pythagorum (2022/ TK)

 La pregunta se las trae pero, en las circunstancias actuales, qué hubiera sido de Frank Zappa o Todd Rundgren? Hoy genios indiscutibles universales, gracias a otros tiempos en que su distribución y promoción, era real. Ahora nos hacen creer que también con Internet. Seguro?



El mundo en el que ahora vivimos está lleno de genios anónimos, que se irán al otro barrio sin comerse un rosco. Tiempos duros de saturación informativa sin filtro. Donde la inmensidad de la basura oculta las piedras preciosas que de hecho, existen. Tiempos de mierda, en mi opinión. 

Tyler Kamen es un neoyorkino que se estrenó en el arte del "hágalo-usted-mismo-sin-esperar-nada-a-cambio", en 2017. Desde entonces lleva 8 álbumes,  casi siempre delirantes discos conceptuales donde su propio universo es el que manda. Ahora mismo escucho "Mr . Loon and his Spectacular Machine" (2021) y también alucino.

El último es "Artichoke Pythagorum", que trata de la dura vida en una villa de gnomos vegetales en su lucha diaria y constante contra los sucios bichos. Más o menos como la nuestra. Él compone. Él lo toca todo. Aquí no hay problemas de créditos. En su "Introduction" parece visitar la campiña de Kent, (o la de Woodstock), con jipilondio feel acústico.  "Stringbean" psico-progresa adecuadamente en la situación geopolítica de los gnomos-verdura, problemón que no verás en el telediario, aunque sea tan absurdo como los que allí salen. Pero sí que te ponen en circunstancia en la Parte 1 de "Gnome Village - King's Welcome" ( ves, otros tontos que alaban a su rey). Donde los cambios zappófilos son constantes, con la bendición desde la taza del water-trono, del Joe el del Garage.

 Hay una parte 2 de Villa Gnomos llamada "Pumpkin Soup", que continúa el ecosistema bigotudo, pero al estilo Tyler Kamen. Que también gusta de fluídas melodías West Coast en el vortex-brainstorming de su modus operandi compositor. Todos los instrumentos funcionan engrasados y en alerta permanente. Kamen toca mucho de todo. Los ladinos "Dirty Bugs" hacen acto de presencia montando un cisco de cojones en su desembarco en la aldea (que imagino en tocineras). Folk prog a la Gryphon tiene cabida, como no podía ser menos. "The Artichoke" contraataca con hard prog moves casi a la Kansas. Y artillería  pomp  que haría las delicias de los olvidados Magellan y aquella selecta cuadra del sello Magna Carta.

Todo en espectacular escenario prog USA 70s y coral Bee Gees travoltera. Otra facción entra en juego, los "Vegetable Bandits", en forma de étnicos jethrotulles silvestres que junto a "Riddles of Zezop McGregor" navegan sobre aguas arty hacia "The Island". Un paraje lleno de frondosidad bucólica crimsoniana, con brisa de la que habla al viento. El mobiliario es elegante y detallista. "Wondering Woods" maneja rock del medievo con la urgencia del presente (un mal de nuestro tiempo). Viñetas imaginarias que se suceden por la mente a pasmosa velocidad. Ahora vienen los "Flying Hipopotamus" a ritmo de vals prog. Yo no me he fumado nada. Tyler seguro que sí. "Bacchanalia" toma pompa colosal a lo "Ra" de Utopía  en efectiva algarabía hard rock de alegre despliegue técnico. Mientras que en la "Conclusion" deja un bonito recuerdo de algo bien acabado y hecho con ganas. Algo que a él le ha gustado, sin esperar más. A mí también. 



Porque sumergirse en el universo Tyler Kamen es alejarse de éste. De todo punto recomendable. 

J.J. IGLESIAS


 
Temas
Introduction 00:00
Stringbean 01:38
Gnome Village: Part 1 - King's Welcome 05:00
Gnome Village: Part 2 - Pumpkin Soup 08:29
Dirt Bugs 11:40
The Artichoke 12:47
Vegetable Bandits 18:20
Riddles of Zezop McGregor 22:30
The Island 26:17
Wandering Woods 30:04
Flying Hippopotamus 30:53
Bacchanalia 35:22
Conclusion 40:51

 


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