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Puppenhaus – Jazz Macht Spazz (2009)

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 Una bestialidad de álbum que emerge de lo profundo del suelo para deleite de todos los amantes del Jazz Rock más desenfrenado e irreverente. Alemanes de pura cepa, gestores de los ritmos más intensos, vibrantes y creativos van entregados en copas de LSD mostrando su talento a tutiplén con una puesta asombrosa con mucho Crimson, con mucho Zappa, con mucho Colosseum. Cuna de la fecundidad progresiva en cuestión de arreglos. Entonados tributos de latón/bronce que hacen el viaje suculento. Flautas que cohabitan con los saxos dando ramalazos al cuerpo y el sabor dulce del ácido y el eclecticismo más puro logran producir al cuerpo una sensación muy cercano al éxtasis profundo, llámenlo "orgasmo máximum". Jazz Macht Spazz es una de esas obras que logran desprender virtuosismo de cabo a rabo Entre nosotros tenemos una exquisita obra maestra compuesta por una performance esmeradísima en donde se aprecian 3 puntos bien marcados: 1) Cambios de ritmos, 2) Arreglos virtuosos y 3) Pasajes

MOTORPSYCHO - The All Is One (2020 / Rune Grammofon)

 Casi 30 años llevan estos noruegos lanzando sus voladas desde muy distintos géneros y puntos de vista. Podríamos decir que en el nuevo siglo encontraron su estilo, y más concretamente a partir de aquel "Heavy Metal Fruit" de hace 10 años. Ahí vieron que lo de ser progresivos sí que iba con ellos y con su eclecticismo natural. Ahí eran libres de fusionar psicodelia, hard rock, prog, kraut rock o Laurel Canyon feel sin ningún complejo. También hay que saber hacerlo. No todo vale, ni el prog rock es un cul de sac, aunque así lo crea mucho advenedizo de ahora.



"The All Is One" cierra una trilogía que comenzó con "The Tower" (2017) y siguió con "The Crucible" (2019). Obras espléndidas, que admiten muchas escuchas sin erosión. No podía ser menos con "The All Is One". Bent Saether y Hans Magnus "Snah" Ryan (multiinstrumentistas), y Tomas Jarmyr (batería) se han sacado de la manga un álbum extra, la suite "NOX" (40'00), dentro del propio álbum. Y como soy así de chulo, paso a contarlo al margen del álbum.

 "NOX I - Circles Around the Sun, Part 1" (9'12) posee una bella aunque intrigante introducción a base de teclados y violín. Van entrando instrumentos y su rara naturaleza, (trombones?), me trae al recuerdo algunas cosas de los desafortunados Magellan. La voz procesada de Bent no anda alejada del zeuhl en su rarita melodía,  extraña y fascinante. Y su correspondiente instrumental corre frenético,  aportando un violín muy Eddie Jobson que evoca a los añorados UK. Le sigue "NOX II - Ouroburos (Strange Loop)" (8'22), en una especie de fantasía ácida instrumental que fusiona a Yes con Can (Yes, we Can!), desbordando líneas imaginativas y golpes de efecto insospechados. "NOX III - Ascension" (3'36) relaja un poco los esfínteres a base de colchón floydiano con violín a la Jerry Goodman. "NOX IV - Night of Pan" (15'52) da otro volantazo magnífico y aterriza en llanuras krautie. Sigue la voz procesada en una bonita melodía y ritmo deudor de Ashra. Con pasajes antigravitatorios dignos de Wallenstein, Agitation Free o Niagara  (batería desenfrenada y ritmo enloquecedor), en caída libre hacia un agujero negro de un viaje alucinante y alunizante. Maravilloso el trip, propio de tiempos pasados, ciertamente. Cuando parecía que el frenetismo iba a ceder, llega "NOX V - Circles Around the Sun Part 2" (5'54), y nos devuelve a la pesadilla zeuhl del comienzo, con afinidades inquietantes hacia Present, Art Zoyd o Univers Zero. "NOX" lleva más peligro que la discoteca de un death metaller.  Asfixiante, pero soberbia suite de 40 mts. Lo dicho, un álbum dentro de otro. 



Porque aún nos queda "The All Is One" como tal, y su tema-título abriendo fuego con casi 9 mts cercanos a un hard rock proggie sofisticado y detallista, de cuidadas voces y merodeando el estilo de Echolyn. Con omnipresente mellotron y guitarras de intensidad majestuosa. Similar descripción puede hacerse de "The Same Old Rock  (One Must Imagine Sisyphus Happy)" (5'17), aunque con esqueleto acústico, y arranques fuzz que traen a la mente a Way We Live / Tractor  o incluso Led Zeppelin. 


"The Magpie" (5'36) bebe algo de los Rush de mediados 70, siempre con su propio sonido, aunque hay recordatorios. Un remanso folk-psych es "Delusion" (2'39), "A Little Light" (2'18), - bello instrumental a la Bert Jansch -, y "The Dowser" (2'45), que hubieran firmado los primeros Bread. Vuelve el hard psych en "Dreams of Fancy" (9'36), con dulces acústicas sobre fondo mellotrónico, y latigazos eléctricos cosecha Jimmy Page en "Phisical Graffity" etapa. Finalmente "Like Chrome" (5'03) persiste en el sonido del famoso doble de "Kashmir", lo que no es mal asunto. 



Por un lado tenemos un bonito álbum muy classic rock 70s, al que el notable alto le hace total justicia. Mientras que "NOX" es la faceta radical prog. Preferiblemente,  me quedo con ésta última y le suelto un 9 sin complejo alguno ni mascarilla ni nada. En cualquier caso, un pedazo de disco (doble en vinilo), para escuchar en dos agradables  sentadas. Cualquiera de sus dos opciones es fabulosa.

J.J. IGLESIAS








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